Lujuria Oculta [Jenlisa; adaptación]

capítulo 3

―Buenos días― Dijo la señorita Kim entrando muy entusiasmada.

Una vez más no le respondí. Honestamente hoy no estoy de humor para saludos.

―Por favor, chicos. Muevan sus sillas frente a la TV que está en la parte de atrás. Lo siento por esto, pero no tengo autorización para dejarlos comer o beber algo más que agua. Sé que una película sin palomitas y refresco suena como una "película bonita y falsa", pero las reglas son reglas― Dijo eso y apagó la luz. Noté que cuando lo dijo me miró particularmente a mi.

Todos hicieron lo que la señorita Kim dijo y voltearon sus sillas para quedar frente a la TV. Yo gemí y giré alrededor con mucho esfuerzo, ya que no quería levantarme, y el resultado fue un fuerte chillido que vino de mi silla y no pude aguantar la risa.

De repente mi silla dio la vuelta tan rápido que casi me caigo. ¿Quien carajo hizo eso? Oh, por supuesto. La persona que enseña aquí.

Me aseguré de mirarla furiosa mientras ella se sentaba a mi lado.

―Sólo mira la película― Susurró en cuanto ésta empezó.

―Pensé que solo estoy destinada a verte a ti― Ella sonrió y me pareció mucho más interesante... Espera, ¿Qué estoy pensando?

―Si me vas a estar viendo durante toda la película, entonces te vas a enredar― Me guiñó un ojo y sentí que algo se removió dentro de mí.

―No estás convenciéndome sobre la cosa del tutor.

―¿No? ¡Que vergüenza!― Dijo riendo y resopló.― Sólo espera por tu chico caliente, Lalisa.

―Tal vez voy a...― Me estaba poniendo un poco... Mmm... Yo ni siquiera... ¿Qué pasa conmigo? Volví mi atención a la televisión y la película ya estaba en el momento trigésimo. ¡Dios, matame ahora!

Después de unos cuarenta minutos de la película, ya había perdido todas las ganas de vivir, así que incliné la cabeza hacía atrás para apoyarme en el respaldo de la silla y cerré los ojos. Espera, tenemos lecciones después de esto, sin duda no podremos ver toda la película con el poco tiempo que queda en esta clase.

Volteé la cabeza y vi a la señorita Kim centrada en la televisión, su cara me paralizó por completo... Su mandíbula se aflojó y su boca estaba entreabierta. Para hacer el panorama más lindo... Digo, para hacer las cosas más interesantes... Tenía la lengua fuera de su boca, solo un poquito. Inconscientemente.

Ella debió darse cuenta que yo la estaba mirando, ya que giró la cabeza y metió su lengua.

―¿Qué?

―No tenemos clases después de esto― Me moví un poco ¿Nerviosa?

―Lo sé, pero insistí en que esto era importante y tu próximo maestro le permitió tomar su período.

―Esto es importante ¿No?― Tuve que sonreír ante eso. ¿Qué? ¡Es una broma!

―Para ellos lo es― Hizo un gesto señalando a los estudiantes en frente de nosotros.

―Lo dudo mucho― Dije mirando hacía la pantalla. Podía sentir su mirada en mí y... Me encantó.

―¿Por qué dices eso?― Parecía muy curiosa y la volví a mirar.

―Bueno, tú misma lo has dicho. Ellos no saben mucho inglés y ¿Qué están haciendo?, mirando una película en inglés con un lenguaje que ya no existe― Frunció el ceño.― Romeo, Romeo ¿Dónde estás Romeo? ¿Cómo se supone que entiendan algo?