capítulo 9

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Hoy no estaba de humor por dos razones; uno, mi auto decidió que no prendería y tuve que tomar un asqueroso autobús. Y dos, Rosé estaba siendo una idiota y no me decía nada acerca de lo que había visto en la clase anterior.

Hoy estaba decidida a sacarle información, especialmente desde que tuviera mi sesión de tutoría.

Aceleré todo mi trabajo en clase, y en la hora del almuerzo me había sentado en el lugar de siempre, esperando con impaciencia la llegada de Rosé. Tan pronto como llegó y se sentó, comenzó el interrogatorio.

―¿Por qué estás evitandome?

―En realidad no lo hago, sólo he estado ocupada.― Se encogió de hombro. Divertido, muy divertido.

―Si, claro.

Rosé abrió la boca para hablar y luego la vi mirando algo detrás de mi. Tan pronto como empecé a voltear a ver lo que era, agarró mi cabeza y me besó. Luché para tirar la cabeza hacia atrás y escuché todos los "Ooh", "Eso es caliente" de los estudiantes en el fondo. Abrí los ojos y Rosé todavía miraba detrás de mí.

―¿Qué carajo hiciste, Rosé?

―Perdón, tenía que hacerlo.― De nuevo miró detrás de mí. ¿Qué mierda era tan interesante? Me di la vuelta y entonces la vi...

La vi a Jennie, en la fila del almuerzo de profesores, mirando directamente a mi mesa sin ninguna emoción en su rostro.

―¡Mierda! ¿Eso fue tu gran plan?

―Mmm.― Rosé sonrió y se lamió los labios, asegurándose de que Jennie. ―Ella esconde sus expresiones faciales muy bien.

―¿Eh? ¿Vas a decirme lo que sabes o no?― Ya estaba empezando a sentirme frustrada. Tenía a Jennie en la siguiente clase y lo necesitaba saber.

―Creo que sólo voy a dejar que te des cuenta.― Dijo Rosé antes de dejarme en la mesa sola. ¿En serio? Vete a la mierda.

(...)

Después del almuerzo entré al salón de Jennie y me senté entre mis compañeros de clase, todavía estaban hablando de mi beso con Rosé. Sólo cállense, pervertidos.

Jennie entró con una mueca en su cara y tiró sus libros fuertemente sobre la mesa. Alguien está de mal humor...

―Buenas tardes, necesito que lean las páginas 140-210 de sus libros. Sé que es aburrido, pero es necesario.― No podía describir su voz... No era la habitual, suave y aterciopelada voz a la que yo estaba acostumbrada.

Debido a su estado de ánimo tan obvio, todo el mundo se quedó en silencio trabajando. Yo no sabía si tenía un trabajo diferente o no, así que iba a averiguarlo. Tentativamente levanté la mano y me lanzó una mirada.

―¿Qué?

―Yo... Em...

―Has el mismo que los demás.

Abrí mi libro y eché un vistazo a Jennie para asegurarme de que no me viera sacar mi celular. Me aseguré de que estuviera en silencio mientras le enviaba un mensaje a Rosé.

Jennie está de muy mal humor. No te estoy jodiendo, me da miedo.

Miré de nuevo a Jennie para ver nuevamente su enojo y vi que buscaba un libro entre sus cosas... Luego me miró. Ella era como medusa, me convertí en piedra y no podía apartar la mirada.

―Lea, señorita Manoban.― Así que estamos de vuelta con 'Señorita Manoban'

Rodé mis ojos y luego miré mi celular, tenía un mensaje. Lo abrí, esperando encontrar una explicación de por qué Jennie estaba actuando de esa manera, pero todo lo que leí fue

Lujuria Oculta [Jenlisa; adaptación]  Where stories live. Discover now