01: llegada.

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Recogía las sábanas junto a mi compañera de coletas y ojos azules en el patio, al mirar al cielo podías ver que era un día soleado como cualquiera hasta que cierto bullicio nos alarmó de la llegada de varios cazadores de demonios heridos

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Recogía las sábanas junto a mi compañera de coletas y ojos azules en el patio, al mirar al cielo podías ver que era un día soleado como cualquiera hasta que cierto bullicio nos alarmó de la llegada de varios cazadores de demonios heridos. Fuimos a atender a el equipo de saneamiento Kakushi que llevaba consigo una cantidad impresionante de cazadores.

—Aoi yo me encargo de los vendados.—dije mientras me colocaba un mandil blanco sobre mi traje de cazador.

Ella asintió y empezó llevar a cada paciente grave en una camilla con ayuda de los del equipo de saneamiento. De reojo también pude ver a Shinobu-san entrar a la finca con una sonrisa habitual en ella.

Empecé a atender a cada uno, al cabo de unas horas ya había revisado a la mayoría solo quedaba darles a algunos su respectiva medicina.

Entre a la habitación de unos pacientes después de tocar tres veces la puerta, al posar mi vista en el interior de la habitación solo encontré a un chico rubio junto a otro ¿chico? con una máscara de jabalí puesta.

Respire hondo y sonreí gentil. —Hola, me llamó (t/n) ____, vengo a darte tu medicina.— saludé al rubio que miraba aburrido la ventana.

En el momento que escucho la palabra "medicina" se exaltó un poco y giro a verme algo preocupado.

—¿E-es necesario tomarla?— preguntó con una voz temblorosa junto a una mueca extraña.

—Si.— respondí sin más y deje la medicina en una mesita que estaba a un lado de su cama. —¿Cual es tu nombre?— pregunté algo curiosa mientras me sentaba en un banquillo cerca de su camilla, atender a tantas personas en una tarde era ligeramente agotador.

—Oh... Zenitsu Agatsuma.— respondió con las mejillas levemente rosadas.

—Ya veo... ¿Como resultaron tan lastimados?

—¡Tuve que pelear con una araña gigante que quería volverme una!— gritó con el ceño fruncido y empezando a sollozar ligeramente al recordar lo susodicho.

Las pequeñas extremidades que tenía ahora me confirmaban que lo que decía no era alguna clase de broma.

Al relajarse un poco después de unos minutos volvió a hablar al notar que yo empezaba a mirar de reojo a su compañero. —Al parecer su garganta salió muy lastimada y ahora está ronco.— me explicó señalando a la persona que estaba descansando en la camilla de al lado.

Gire a ver al cabeza de jabalí.

—¿Esta durmiendo?— quité su cabeza y me sorprendí al ver su rostro, lo mire embobada por las largas pestañas que poseía, además del lindo tono que tenían sus labios, sin hablar del cabello oscuro con puntas azuladas que llevaba, era claramente más hermosa que yo. —Es muy linda...

—Es hombre.— río Zenitsu detrás de mi al escuchar mi comentario.

—¡Oh, perdón!— abrí lo ojos más de lo normal e hice una mueca incómoda.

─ 𝐌𝐀𝐑𝐈𝐏𝐎𝐒𝐀.「ιиσѕυкє нαѕнιвιяα」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora