¡No soy tuya, Tu eres mio! (Jin x Yena)

Cafe

_-Narra Jin

Día viernes, el día estaba nublado y muy pocas veces la luz del sol se filtraba entre las nubes. La semana había estado de esta manera, haciendo que extrañe un poco el sol.

Me encontraba en el comedor de la academia junto a Yena, Ranka y Hino. Hoy había decidido comer en la academia por que parecía que iba a llover, cosa que por esa razón, decidí comer adentro.

Ranka se encontraba comiendo su trozo de carne mientras que Hino comía su comida casera como es de costumbre.

Yo estaba comiendo también una comida casera mientras leía un libro. Yena por su parte comía la comida de siempre, Huesos.

Un sonido de crujidos se hacía presente a mi lado derecho, en el cual ella estaba sentada mientras hablaba con Hino. Si me lo preguntan, ya me había acostumbrado al sonido, no sé por qué, pero ya lo hice.

Ya se había hecho más frecuente la compañía de Yena, tanto al hecho que las demás me decían que Yena me andaba buscando o me había dejado dicho donde me estaba esperando, cosa que pese a explicar la situación, las demás pensaban que Yena y yo teníamos algo, a lo que yo negaba al mismo nivel que mi padre negó ser mi padre.

Estaba leyendo "Casos De Casos", una lectura suave que te hacia preguntas directas a tu persona, y de vez en cuando, te hacia preguntas sobre temas delicados para que tú los auto-respondieras.

— Oye, Jin. ¿Hoy estas libre?

Yo levante mi mirada de mi libro para ver a Hino, la cual me había hecho una pregunta.

— Pues... Si, por que

Yo respondí de manera lo más agradable posible, y ella me miro con una sonrisa leve.

— Pues quería preguntarte si después de clases quisiera ir por un café.

— ¿Un café?, bien, me gustaría mucho.

Yena, quien estaba sentada a mi lado, se corrió un poco en la silla hacia mí, invadiendo ligeramente mi espacio personal para luego añadir sus palabras.

— Pues, yo pensaba que tú me ayudarías en las tareas hoy. Jin

— Hoy es viernes, y yo te dije que te ayudaría mañana.

— pues, quiero que me ayudes hoy.

— no, ya hice planes con Hino.

— Que me vas a dar clases, maldición.

— No

— Acaso quieres que te obligue.

— Aver.

Se desato una discusión entre ella y yo frente a Hino y Ranka. Hino quería intervenir pero su nerviosismo se lo impedía, pero como dicta el juicio, Ranka no le importaba si estados unidos, Siria, Corea y Rusia estuvieran peleando, ella saldría con su gran osadía a decir alguna estupidez.

— Que tal si vamos todos, y así todos nos divertiremos juntos.

Ven, se los dije, una estupidez.

— Pues, ya que están peleando mucho, si podríamos ir así.

Hino sonrió de manera que Yena y yo volvimos a tranquilizarnos.

— Bien, supongo que es mejor que pelear. Que dices tú hiena tonta.

Ella solo tenía el ceño fruncido mientras miraba a otro lado.

— Supongo... pero me debes una Jin.