¡No soy tuya, Tu eres mio! (Jin x Yena)

Final de la historia

Si solo hay una muerte más.

Esas palabras se repetían en mi cabeza.

Una muerte más.

La voz de Yena se escuchaba en el exterior de donde me tenían secuestrado, inmovilizado, sin la posibilidad de liberarme. Quizás ella ha estado buscándome por todos lados, desesperada por encontrarme, o quizás Akame fue el que se encargó de dejarle una nota para que viniera a mi rescate.

Sea como sea, Yena está en peligro.

Últimamente se me ha dado por hacerme del héroe y salvar incluso a personas que no tiene que ver conmigo. Quizás me eh vuelto débil como ser humano volviéndome gentil, pero eso es solo por culpa de Yena.

Tengo que liberarme.

Tengo que almenos hacer algo para impedir que le hicieran daño a ella.

No puedo hacer susceptible a Akame con mi habladuría, y el conejo seria detenido por Akame si lo llego a convencer de liberarme. Además de eso, no hay suficiente tiempo como para esta opción.

Intentaba liberarme con fuerza pero era inútil, las cuerdas estaban demasiado apretadas como para que pudiera mover mis manos para liberarme.

Demonios, estoy atrapado....

El conejo que estaba detrás de mí simplemente me dio un ligero pero doloroso golpe en la parte superior de mi cabeza, yo por inercia lo mire y el solo correspondió mi mirada con una leve sonrisa.

— Vamos Vamos, quédate quieto y observa el espectáculo,...atchu!,...maldita sea este lugar está lleno de polvo...

Dijo el conejo quejándose de lo abandonado del lugar.

Akame se alejó un poco de nosotros en dirección a la única entrada del lugar.

Mi idea era quedarme callado para que Yena no viniera y pensara que era el lugar equivocado, pero incluso si esa idea funcionaba hasta ese punto, Akame saldría en búsqueda de ella para decirle donde estaba yo o inclusive para confrontarla de frente.

Pero.

— ¡Jin!

Las puertas de donde me encontraba se abrieron de golpe hasta cierto punto, dejando ver a una hiena manchada con su típica vestimenta, una cara furiosa estaba presente en su rostro, una que hasta el momento supera todas las que eh visto anteriormente.

— Bienvenida, Yena...

Dijo Akame mientras miraba a Yena en la entrada del lugar, el mantenía su expresión rígida de siempre, o quizás una manera más concreta de interpretarlo sería la falta de expresión de algún sentimiento por medio sus facetas.

— ¿Akame?...

Dijo Yena confundida sin quitar su rostro enojado de la presencia de todos. No había visto Akame quizás desde hace tres o cuatro años. O quizás inclusive desde que el grupo que había formado Yena se disolvió.

— El mismo...

Respondió Akame sin algún sentimiento perceptible en su voz. Yena, un poco confundida miro el interior con mayor detenimiento, dándose cuenta de mí, sentado y atado de pies y manos, y de Tsukime, el conejo que solo la saludaba con una leve sonrisa burlona en su rostro.

— Jin... Que... ¡¿Qué demonios significa esto?!

Dijo Yena enojada mirando a Akame quien omitió responder la pregunta mientras se acercaba levemente.

— Te esperaba, tardaste demasiado en venir a encontrarnos. Tuvimos que esperar casi como 4 horas en que vinieras...

Yena estaba muy enojada, esta nuevamente grito desde su lugar.