¡No soy tuya, Tu eres mio! (Jin x Yena)

Consejo

Si quieres saber mas de mi, el escritor, lee el final.

_-Narra Jin

La mayoría de veces, se podría decir que las personas se levantan de la cama con un objetivo en específico, inclusive los fines de semana. Algo que hacer, y esa simple idea, impulsa a que cualquiera se despierte.

Yo, por mi parte hoy me levante por tremendo rodillazo en el estómago otorgado por nadie más que mí querida novia.

Yena, de vez en cuando tiene pesadillas, pero, como cosa interesante, nunca se asusta de ellas, en vez de eso, pelea literalmente contra ellas. Pero eso no puede pasar desapercibido por el cuerpo real, tomándome a mí como saco de boxeo.

Yo me encontraba arrodillado en la cama luego de recibir aquel golpe en mi estómago, pero el dolor paso relativamente rápido, así que me recupere enseguida. Quizás era por el hecho de que me había acostumbrado los golpes de ella.

Al ver mejor, logre ver que Yena seguía dormida, inmersa en sus sueños, ya que sonreía de vez en cuando mientras fruncía el ceño y daba pequeños tics de movimiento en sus manos que estaban al puño cerrado.

Aún seguía peleando en su pesadilla...Bueno, para ella era un sueño común y corriente.

Yo no pude evitar reírme levemente por ver esa escena, y solo decidí permanecí sentado viendo a la hiena dormir. No solo por el hecho de que se me hacía algo cómico, sino que, también afectaba el hecho de que era realmente tierna verla durmiendo acurrucada entre sabanas.

Su cabello marrón corto algo alborotado por moverse mientras dormía, haciendo que pequeños mechones de cabello se posicionaran en sus mejillas, su piel blanca y suave no tocada por muchas personas a no ser que sean sus nudillos, y su leve respiración que hacía que al exhalar, se apreciara lo que parecía vapor, a contraste del frio del aire acondicionado

Yo con una sonrisa en mi rostro, no pude evitar acariciarle la el cabello con cariño y delicadeza, jugando suave con los mechones de su cabello y arreglando la posición de los mechones desordenados.

Ella levemente sonrió mientras seguía sumergida en sus sueños, para que poco a poco dejara paso a dormir plácidamente.

Bien, supongo que ya dejo de soñar, fue divertido verla así.

Gire la mirada un poco para ver el reloj despertador en el cual estaba marcada la hora, eran las 6: 00 am, hora en la que regularmente yo me levantaba para ducharme, vestirme y hacer el desayuno.

Bien, supongo que me tocara levantarme para prepararme e ir a la academia.

Antes e levantarme bese delicadamente la cabeza de Yena, luego de eso, me dirijo a la ducha, y por suerte, no era necesario desvestirme antes, ya que Yena y yo la noche anterior habíamos tenido y ninguno tenía nada de ropa.

Me metí a duchar disfrutando del agua ligeramente que me otorgaba la regadera, esa era una sensación relajante que tenía el privilegio de sentir diariamente.

~

Luego de tomar una ducha, y de lavar mis dientes, me encontraba ya vestido del uniforme la academia.

Había ya pasado media hora desde que me levante, pero, yo no me preocupaba mucho por Yena, ya que conocía la manera en la que ella se levantaba. Es la vieja confiable.

El olor del tocino al ser pasado por la plancha se esparció lentamente por la habitación hasta llegar a la nariz de Yena. Esta, solo movió ligeramente a nariz sintiendo el olor de la comida al ser preparada.