Eres de mi propiedad

Un Evento Especial

Las clases habían dado por inicio como cualquier otro día, Nene debía tomar un examen en esa mañana y se encontraba preparando sus cosas pero extrañamente sus útiles escolares habían desaparecido segundos después de haberlos colocado sobre su escritorio.

— E-Eh pero si los dejé en mi escritorio — dijo confundida mientras buscaba en su mochila aunque evidentemente no se encontraban allí.

No pudieron haber sido los Mokke ya que inusualmente no había visto a ninguno en esa mañana lo cual le pareció extraño, ellos siempre rondaban por todo el campus escolar y le ofrecían dulces cada vez que los veía así que su otra alternativa era Amane.

De seguro el decidió gastarle una broma y se había llevado sus materiales justo cuando había apartado la mirada, infló sus mofletes con algo de frustración y fue en dirección a su amiga para pedirle prestado los suyos a lo cual ella accedió para darle uno de sus lápices y borradores.

Por suerte el profesor no pareció darse cuenta y pudo continuar con su examen pero esto no se quedaría así, hablaría con Amane para que evitará hacer este tipo de bromas justo cuando se encontraba en un momento crucial en su vida académica, aunque claro no era del tipo estudiosa pero no podía permitirse ser reprobada.

A la siguiente hora decidió escaparse para ir a los baños, escuchó risas desde fuera de la puerta y pensó que de seguro era por la travesura que le había hecho, así que sin pensarlo mucho entró al lugar dispuesta a regañarlo pero se llevó una sorpresa al ver como una montaña de Mokkes caían sobre ella luciendo felices.

— ¡¿P-Porqué están todos aquí?! — dijo sorprendida luego de salir de la montaña de conejitos.

— Ahaha vinieron a visitarme ya que no me habían visto por estos lugares — le contestó con una sonrisa mientras tenía a uno de ellos en brazos.

— Ya veo — sonrío al verlos contentos pero recordó el incidente de los materiales y decidió preguntarle antes de saltar a conclusiones.

— Hanako-kun ¿tú tomaste mi lapicero? lo había dejado en mi escritorio pero desapareció así que pensé que era una de tus bromas

— Que cruel~ ¿porqué crees que haría eso? — le respondió juguetón mientras se sentaba a jugar cartas con los Mokkes.

— ¿Tal vez porque siempre rondas por el aula buscando algo que hacer? — Imitó su tono de voz mientras lo observaba.

— Esta vez no he sido yo, tal vez se trate de otra aparición que intenta jugarle bromas a las personas — dijo luciendo  pensativo para luego sonreír con algo de malicia ya que se le había ocurrido una idea.

— ¿No deberíamos hacer algo al respecto? podrían hacerle daño a los demás — preguntó algo preocupada ya que no quería que lastimaran a sus amigos.

— En ese caso ¿te quedarías aquí esta noche y resolverías este misterio conmigo~? — le molesto divertido mientras alzaba su mentón para verla nerviosa y con un pequeño sonrojo en sus mejillas.

— ¡Fuera las manos! — apareció Kou interrumpiendo el intento de coqueteo de Amane el cual solo era por motivos de diversión, pero aún así se sentía algo celoso. Se acercó y los alejó para abrazar a Nene, la cual se había avergonzado aún más por la muestra de afecto.

— Joven ¿acaso no tienes vergüenza? — preguntó entre risas al ver que traía toda la ropa desaliñada y habían agujeros en su ropa, Kou le miró con el ceño ligeramente fruncido al escucharlo ya que debía admitir que fue vergonzoso escuchar las risas de los chicos y chicas que se encontraban en los pasillos.

— ¡De seguro esto es obra tuya! ¿hay un límite para las bromas sabes? — le reclamó con un ligero sonrojo en sus mejillas y una venita en su frente.