Eres de mi propiedad

La pequeña Sirenita

Había una vez una sirenita que ansiaba por conocer el mundo exterior, por azares del destino se enamoró del apuesto príncipe e hizo un trato con la bruja a cambio de su voz para poder permanecer al lado de su amado, pero su amor se enamoró de otra chica.

Incapaz de herir al príncipe ella decidió tomar su propia vida para que este pudiera ser feliz, los dioses del océano sintieron lástima por la pequeña sirenita y decidieron convertirla en burbujas para aliviar su dolor, aquella historia era un cuento de hadas pero quien iba a pensar que nuestra pequeña protagonista se sentía identificada con este relato.

Nene suspiró y tomó aquel libro para colocarlo entre sus pertenencias, debía darse prisa si quería llegar temprano a clases así que sin más se despidió de sus padres y se marchó rumbo a la academia, por fin vería a Kou luego de que transcurriera una semana así que debía mostrarle una sonrisa y mantenerse a su lado para demostrarle su cariño o esos eran sus planes pero se vieron arruinados cuando vio que Kou se encontraba acompañado de su hermano mayor.

El menor de los Minamoto no había notado su presencia pero Teru cruzó su mirada con la chica y claramente esa era una advertencia para que mantuviera su distancia, pensó en hacer caso omiso y acercarse de todas formas pero se sintió intimidada e incluso asustada al recordar lo que pasó en los casilleros, no quería causar problemas así que siguió con su camino sin mirar atrás.

— Heh~ esto parece entretenido — dijo Tsukasa mientras observaba la escena desde una aula vacía junto a Amane.

— Realmente lo crees?, yo solo quisiera que Minamoto Teru dejara de inmiscuirse en problemas que no son suyos — le contestó Amane con el seño levemente fruncido y cruzado de brazos.

Tsukasa solo le miró intrigado al escucharle decir eso, era inusual ver a Amane molesto por un simple intento de exorcista, aunque no podía estar más de acuerdo con él, si ese estorbo desapareciera las cosas mejorarían y podría tener una pacífica existencia al lado de su hermano o mejor dicho Su pareja.

— Estás tramando algo de nuevo, verdad? — su pregunta parecía más una afirmación lo cual hizo que la sonrisa del menor se ensanchara.

Al notar la expresión de Amane cambió y un olor de tristeza se hizo presente suspiró para luego tomarlo del brazo e hizo que quedará sobre su regazo.

— Todo saldrá bien así que no pongas esa expresión, además nuestras sospechas fueron confirmadas por lo que tarde o temprano se deberá tomar una desición y eso recaerá sobre ti, el misterio No.7 de la academia Kamome

— Tienes razón...— le contestó con una leve sonrisa, eso no aliviaba su preocupación ya que la desición que tomaría debía ser definitiva y no podría cambiarla más tarde, pero decidió olvidar esto por el momento para concentrarse en el otro chico.

Colocó sus manos alrededor suyo y se acercó para reducir la distancia entre ellos, Tsukasa hizo lo mismo al colocar sus manos en la cintura de Amane y sus labios se unieron para fundirse ante aquel contacto placentero.

Las caricias sobre la ropa y los pequeños sonidos producidos por Amane no tardaron en hacerse presentes, Tsukasa quería ir más allá ya que había pasado un tiempo desde que lo habían hecho así que comenzó a desabotonar la chaqueta de Amane para acariciar y besar cada pedazo de piel que se veía expuesta.

— Ahh~ T-Tsukasa — un gemido escapó de sus labios al sentir como este mordisqueaba y succionaba su pecho mientras acariciaba la zona interior de sus piernas, Amane no se quedó atrás y comenzó a desvestir a Tsukasa pero se detuvo por unos momentos para observar la herida que este tenía en su hombro.

Se sintió culpable al haberle hecho daño, no quiso hacerlo pero de todas formas lo hizo, el menor notó sus sentimientos y sin dudarlo lo abrazó mientras acariciaba su cabello.