El Libro Maldito

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Un libro, que pasaría si con este solo artículo lograrás hacer todo lo que te propongas en la vida y tus más ambiciosos deseos fueran cumplidos desde el fondo de tú corazón?, esa sola idea suena fantástica pensarían muchos pero que hay de las consecuencias que esto ocasionaría?.

La verdad nadie tomaría esto en cuenta y seguirían saciando sus deseos más codiciados a pesar del dolor que esto pueda ocasionarles a sus almas y personas más queridas, al final todos tienen un solo destino, el cual es la soledad.

Al verse solas, las personas comienzan a valorar las cosas pero para ese entonces ya es muy tarde y se sumergen en el arrepentimiento.

Pero no todo es malo, si hay aunque sea una pequeña luz que te ayude a continuar lograrás encontrar tu destino....

A pesar de que la orden fue concedida habían varios factores a seguir para no perturbar la paz entre apariciones y humanos, Amane aún se sentía algo inseguro pero se mantuvo firme con su desición y optó por contarle todo a los otros Misterios.

Algunos se negaron a hacer tal cosa y le preguntaron si se encontraba bien de la cabeza ya que algo como eso no era propio del honorable No.7.

Otros solo se cruzaron de brazos y aceptaron cualquier desición a largo plazo ya que asumían que esto no acabaría de la noche a la mañana, así que decidieron informarse de cualquier movimiento sospechoso que fuera avistado dentro de las instalaciones.

Mitsuba escuchó todo con atención y debía admitir que se encontraba preocupado por Kou, él también era un Minamoto, acaso le harían daño a pesar de que este no había cometido ninguna atrocidad?.

Y lo más increíble era que todo fue sugerido por el Crazy Knife, quiso reclamar durante toda la reunión ya que no podía permitir que lastimaran al único que llegó a considerar como mejor amigo pero el ambiente tenso solo logró asustarlo y terminó por quedarse en silencio, aunque el fue uno de los que se opuso a la violencia.

Se armó de valor una vez que todo terminó y fue tras Amane, le tomó de la mano con algo de timidez pero no contó conque a este se le escapará un pequeño quejido.

— L-Lo siento, pero no hice nada de fuerza cuando te tomé de la mano —  se disculpó con algo de confusión mientras notaba que este tenía unas marcas en sus muñecas.

El contrario se percató de esto y separó su mano para ocultarlas tras sus mangas, no quería que le hicieran preguntas al respecto pero al parecer ya era demasido tarde, Amane solo se limitó a darle una leve sonrisa a pesar de no tener motivos para estar feliz.

— ....Como te hiciste esas marcas en tus manos?, alguien te hizo daño? — le preguntó preocupado mientras veía como este negaba con su cabeza, aquello era una mentira y Mitsuba lo sabía de antemano ya que aquel tono rosado en sus muñecas delataba que alguien había apresado sus manos con mucha fuerza.

— No tienes que preocuparte ya que no es nada relevante, querías decirme algo más? — evadió el tema como mejor sabía hacerlo y el pelirosa solo asintió sintiéndose algo intimidado.

—  N-No le harán daño al tonto del arete de seguridad vial cierto?, podrá ser un Minamoto pero eso no lo convierte en una mala persona!

— Estará a salvo, yo me encargaré de que así sea — le respondió esto para calmar sus inquietudes, se sintió un poco sorprendido al contemplar como este defendía a su amigo de esa forma tan desesperada y le comprendía a la perfección.

Sin darse cuenta comenzó a darle unas pequeñas palmaditas ya que notó su expresión afligida, la confusión de Mitsuba solo aumentó al ver como el pelinegro realizaba esta acción y sus mejillas no tardaron en sonrojarse por la vergüenza.

Eres de mi propiedad Where stories live. Discover now