Eres de mi propiedad

Un Enfrentamiento Inevitable

Nadie se había movido de su lugar, en especial Nene la cual se encontraba impactada al ver a su mejor amigo en ese estado, él nunca les atacaría sin motivo alguno, así que que estaba ocurriendo?!.

Amane se lanzó hacía ellos para atacarlos pero Tsukasa fue más rápido y tomó a la chica en brazos antes de la lastimara para esquivar el ataque.

— Si no quieres morir será mejor que estés consciente de la situación en la que nos encontramos — le avisó Tsukasa el cual la observó para regresar su mirada hacía Amane.

—... L-Lo siento, gracias por salvarme — le contestó con una leve sonrisa, Tsukasa dirigió su mano hacía su mejilla y le pellizco mientras tenía una sonrisa extraña en su rostro, cosa que le dió escalofríos a Nene ya que de seguro planeaba algo.

— No lo hice por ti así que no tienes porque agradecerme~ — soltó su mejilla al ver como esta se quejaba y tenía la confianza para darle leves golpes para que la dejará en el suelo así que eso hizo.

Tsukasa logró ver un brillo en los ojos de Amane por unos segundos así que eso significaba que reaccionó ante la escena y si ese era el caso aún podría recuperarlo.

Al notar que Amane se preparaba para atacar nuevamente le susurró unas palabras a Nene, la cual asintió dudosa y le miró una última vez para decirle lo siguiente.

— Estarás bien por tu cuenta? — le preguntó con algo de preocupación, a pesar de que no se llevaban bien no quería ver que ambos hermanos resultarán heridos.

— No tienes que preocuparte por mi, una vez que esto se acabé todo volverá a la normalidad así que haz lo que te dije antes de que sea tarde! — bloqueó el ataque de Amane sosteniendo sus manos mientras ejercía fuerza para que este se controlará.

Nene sin más le obedeció y se marchó de allí para buscar lo que Tsukasa le había pedido, si el menor de los Yugi tenía razón podría encontrar la forma de devolver a Amane a la normalidad y derrotar al enemigo.

Se adentró en la frontera pero con cada paso que daba comenzaba a sentirse extraña, era como si algo le dijera que se mantuviera alejada pero por esa misma razón se percató de que estaba cerca del lugar al que debía ir así que a pesar del miedo y la pesadez en su cuerpo continuó con su recorrido.

— Este lugar es muy oscuro, no puedo ver nada — dijo con algo de miedo al no poder distinguir nada por la oscuridad, más adelante había una especie de cueva pero no podía entrar allí sin algo que iluminará su camino ya que podría caer en una trampa o algo por el estilo.

— Necesitas ayuda?, ten toma esto — apareció uno de los Mokke para ofrecerle una pequeña lámpara mientras lucia contento por poder ayudar a la chica.

Nene agradecía que los Mokke siempre fueran tan oportunos, tomó la lámpara y le dió las gracias a la pequeña aparición.

— Oye has visto algunos sellos o algo que se parezca a un Yorishiro dentro de esta cueva?

El pequeño conejito se quedó pensativo ante la pregunta y Nene pensó que no sabía a que se refiriendo pero luego vio como este asintió y le pidió que lo siguiera, a la chica se le escapó una pequeña risa al ver como el Mokke alzó sus orejitas e hizo unas señas indicandole el camino, incluso en este lugar Amane apreciaba a los Mokke sonrió ante ese pensamiento.

Mientras con Tsukasa y Amane, ambos se encontraban igualados en términos de pelea pero el menor intentaba contenerse ya que debía utilizar mucha fuerza para detenerlo y eso les causaba daño.

— Oye Amane, hasta cuando piensas seguir con esto~? — esquivó cada uno de sus golpes para propinarle una patada y hacerle retroceder, su mirada se afiló al notar que este no sintió dolor alguno y se lanzó nuevamente al ataque.