CAPÍTULO 15

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(Narrador omnisciente)

La tarde siguió entre platicas, anécdotas divertidas sobre los jóvenes presentes, hasta que de un momento a otro, los mayores desviarón la conversación a temas de trabajo. Cosa que a los jóvenes no les interesaba, razón por la que decidieron ir a ver alguna película. 

Estaban los tres muy concentrados viendo son como niños 2 las carcajadas que dejaban salir a todo pulmón los Omegas era definitivamente más divertido de ver que la mismísima película. El Alfa estaba fascinado con las risas de su pequeño. Pero deseaba comérselo a besos y no encontraba la forma de hacerlo sin que su hermano los viera. 

Vio que su Omega se puso de pie y se dirigía a la cocina. Dijo que iba a preparar palomitas y Tae sólo le hizo unas señas con sus manos indicando que estaba de acuerdo, pero su vista no se despegó del televisor. Así que tratando de ser lo más sigiloso posible, fue tras su pequeño. Encontrándolo de espaldas frente a la cocina. Se acercó de manera lenta y abrazo a su pequeño por la espalda, llevando sus grandes manos al abdomen del rubio. 

Dando un pequeño saltito por el susto el Omega lo vio, para luego relajar un poco su expresión al ver que era su Alfa. Estuvo tan concentrado en las palomitas que no sintió el aroma de su Alfa. 

— ¿Qué haces Yoon?, nos pueden ver — Dijo en un susurró el rubio para que no lo escuchara su amigo que estaba en la sala. Aunque eso era casi imposible, la televisión estaba a un volumen muy alto. 

— El está más concentrado en la película que en darse cuenta que no estoy ahí, así que tranquilo amor. Sólo deseaba estar cerca de ti. No tienes una idea de lo que he extrañado tu aroma y sentirte entre mis brazos.

Estaba feliz de tener a su pequeño. Retregaba su nariz en la terza y acaramelada piel del cuello de su bebé. Mientras paseaba sus grandes y huesudas manos sobre la camisa que llevaba el Omega, para acto seguido llevarlas bajo dicha camisa y tocar con la llema  de sus dedos el bien marcado abdomen del Omega y tocar con delicadeza su vientre. Escuchando como el rubio soltaba suspiros de satisfacción. 

Empezaba a sentir el calor recorrer su sistema, deseaba tomar a su Omega en esos instantes. Debía controlarse, pero sabía que su Omega aún estaba en celo, sabía que su lobo lo llamaba para ayudarlo, y deseaba hacerlo. Aunque el Omega estuviera utilizando supresores y neutralizador de olores, él podía sentir muy bien el aroma de su Omega. Después de todo ser predestinados tiene sus ventajas. 

Se topó más a la espalda de su Omega y sin descaro alguno junto su adolorida entrepierna con el bien voluminoso trasero de su pequeño. Simulando embestidas, sobre la ropa, por la excitación que ya sentían ambos. El Omega jadeaba por lo bien que eso se sentía, estaba fascinado por las sensaciones que su Alfa lo hacía sentir, sentía como poco a poco sus pantalones le apretaban más su evidente erección, como su lubricante natural bajaba de su trasero, mojando sus muslos y ropa en el proceso. Su aroma se empezó a sentir más fuerte de un momento a otro. Señal que tanto el neutralizador como los supresores estaban perdiendo su efecto. 

El Alfa, dejaba escapar pequeños y roncos gruñidos de placer. Sin parar aumentaba sus embestidas sobre las ropas. Gemía y jadeaba de pura excitación. Deseando sentir más de ese exquisito aroma, llevó sus manos que aún se paseaban por la piel de su amado, una subió a los rosados y erectos pezones del rubio, mientras que otra, bajaba a los pantalones del Omega, donde poco a poco fue bajando la cremallera de estos y cuando lo logró, metió su mano bajo los boxér del chico y tomó su erección, sacando suspiros y gemidos del Omega que mordiendo sus labios trataba de amortiguar el sonido que salían de estos. Topó más su espalda al pecho de su Alfa, en busca de más contacto y cercanía entre ambos.

EL HERMANO DE MI MEJOR AMIGO. ~Yoonmin~ (omegaverse) Where stories live. Discover now