Capítulo 26: ¿Cuánto tiempo ha pasado?

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********** Flashback Aimi Blake 7 años – Cautiverio

El tiempo es algo tan relativo e incompleto en relación a su significado y durabilidad, me era un concepto realmente controversial que mi razón cuestionaba constantemente; había perdido completamente la noción, era como si estuviera perdida dentro de un gran abismo dominado por una perspectiva totalmente vaga; un minuto dentro de estas cuatro paredes me parecía una eternidad... una agonía perpetua y al mismo tiempo y de manera paradójica los meses pasaban tan rápido ante mis ojos como el fugaz rayo de luz de una estrella. Perdí totalmente el pasar de los segundos, de cada minuto, cada hora, cada día e incluso cada mes.

Después de la acalorada discusión que se llevo a cabo al filo de la puerta de mi prisión creí que aquella persona a la que denominaban "Mihael" se apresuraría a mi encuentro y me redimiría de mi cautiverio bajo tierra... pero tal situación nunca ocurrió, podría decirse que olvidaron casi por completo mi presencia aquí abajo, de vez en vez alguien venia con un pequeño cuenco de agua y un tazón similar al de un perro con escasos trozos de comida, seguramente las sobras de un gran banquete. Afortunadamente el desequilibrado de Davor no vino ni un día más a mi encuentro.

No había vuelto a intentar de nuevo aquello del olfato, recorrer cada pasillo, cada habitación, cada rincón... me provocaba pánico, inseguridad, malestar, era realmente algo enfermizo, no se como explicarlo, a pesar de que los olores que percibía eran nauseabundos y pútridos no era ello lo que me perturbaba, Aisha lo había definido de manera concreta y de la forma más acertada "instinto". Cada aroma me era simbólico, cada vez que olía y aquellas fragancias se internaban en lo más profundo de mis sentidos evocaban dentro de mi emociones, sentimientos... activaban en lo más recóndito de mi interior un pequeño interruptor que me advertía desesperado: "Él es peligroso", "Él esta demente", "Ella a perdido el juicio", "Él es un desquiciado", "Él no dudara en romperte el cuello", "Aléjate, ella es peligrosa".

Aisha intento de mil maneras convencerme a practicar hasta llegar a dominarlo, advertía que los olores son las manifestaciones de lo que uno es en realidad... nuestra esencia, y como algunos aromas llegaban a ser tan placenteros y puros que solían ayudarnos a sanar y otros tan corrompidos que nos producían nauseas y malestar; que este sentido era algo a lo que no me podía negar, no podía bloquearlo así como así por miedo o desagrado, no podía ignorarlo o simplemente cerrar los ojos y dar media vuelta.

Tarde o temprano tendrás que enfrentarlo – Me advirtió con firmeza – Si esperamos salir con vida de aquí... tendremos que usar todas nuestras habilidades de lobo.

A final de cuentas no le dimos muchas vueltas al asunto pero las palabras de Aisha quedaron impresas dentro de mi subconsciente como un tipo de advertencia, preguntándome continuamente "¿Cuándo?".

Ante nuestro evidente olvido por parte de nuestros captores e incomunicación con padre y Liam, Aisha se dedico a explicarme a detalle las habilidades y aptitudes que debía aprender, practicar y dominar para conseguir sobrevivir durante nuestro cautiverio así como lograr fortalecer mi carácter y valía.

Como un juego de niños – Me repetía cada día con positivismo.

Aunque hacerlo encadenada de una pata complicaba las cosas, no era como si contara con total libertad para poder hacer de este calabozo mi patio de entrenamiento, las explicaciones de Aisha se posicionaban en mi memoria aunque al final mi imaginación era la única responsable de llevarlas a cabo, las ponía en práctica, las repetía una y otra vez hasta perfeccionarlas.

Sí dentro de mi mente me imaginaba corriendo a través del espeso y frondoso bosque que rodeaba mi hogar, los músculos del cuerpo entero se me tensaban, las patas tomaban impulso y fuerza, mi respiración encontraba el compás perfecto para evitar agotarme y recorrer la mayor distancia posible; ahora este cuerpo que tomaba la forma de una loba de pelaje albino llamada Aisha comenzó a pertenecerme a mi por igual.

Anhelaba la libertad, de verdad que si... no deseaba morir bajo tierra olvidada cual perro viejo, aunque no pudiéramos explicarnos porque mi padre y hermano no podían comunicarse con alguna de nosotras, era un hecho irrefutable que seguían con vida y yo deseaba con todas mis fuerzas volver a verlos, salvarnos mutuamente, poder huir y así continuar con nuestras vidas.

El tiempo transcurrió sin tregua ni tiento, la falta de comida se hizo más evidente, cada día era menos agua, menos alimento y largos periodos de inanición, seguramente un humano común y corriente habría muerto en un par de meses, pero no nosotras... no mi cuerpo. Y saben, es increíble como el cuerpo hace hasta lo imposible para sobrevivir, se adapta al entorno, cambia y evoluciona para sobrellevar lo que sea.

Sin darme cuenta del momento exacto en el que ocurrió, aquella pequeña niña que anhelaba con todas sus fuerzas ver de nuevo a su madre también cambio, no diría que se hizo más fuerte o valiente, era incluso aun más delgaducha que antes, más temerosa, y aunque me lo había arrebatado casi todo aun había algo por lo cual no deseaba rendirme, tan simple y banal que me daba el impulso necesario para ser solo un poco mejor cada día... quería vivir.


EXTRA: Licántropos – Habilidades y aptitudes.

Escúchame con atención Aimi – Explicaba Aisha – A partir de ahora y durante los días siguientes te dedicaras a entender y aprender todas y cada una de las habilidades propias de un lobo – La determinación de Aisha era de gran respeto – Aunque las condiciones y la situación no sean las mejores, debes de poner todo tu empeño – Soltó mientras dejaba escapar un suspiro – Comencemos.

1. Los lobos nos organizamos en manadas, obedecemos una jerarquía estricta dominada por nuestro alfa, sus ordenes son incuestionables pero debes de comprender de que no se trata de algo autoritario sino más bien una cuestión de respeto y liderazgo.

2. El sentido del olfato es nuestra mejor virtud, no solo nos permite distinguir a kilómetros los olores sino también es un punto clave para llevar a cabo la conexión con éxito; identificamos, clasificamos y seleccionamos a través de nuestra nariz.

3. Nuestro olfato estaría desbalanceado sin nuestra visión: clara y nítida podemos distinguir y observar a través de la oscuridad, nuestros ojos nos muestran la realidad y su diversa gama de colores, formas y expresiones.

4. A pesar de ser cachorros poseemos una gran fuerza, nuestro cuerpo se vuelve más resistente al medio, golpes o laceraciones; en nuestra forma humana el impulso que ganan nuestros brazos y piernas es mayor mientras que en nuestra forma lobuna nuestra mandíbula es capaz de desgarrar e incluso despedazar con solo un mordisco.

5. Convertidos en lobos podemos desplazarnos con mayor agilidad y velocidad, a carrera libre podemos alcanzar hasta los 65 km/hr durante horas sin descansar.

6. Nuestro cuerpo ya sea en forma humana o lobuna tiene la capacidad de regenerarse a gran velocidad, es decir, podemos llegar a sanar una herida en cuestión de minutos u horas, no obstante, heridas de importancia como una costilla rota o un ligamento desgarrado tardaran mucho más en curar. Cuando te enfrentes en batalla, nunca... nunca debes de dejar que otro lobo se cuele hasta tu lomo o tu garganta, si así fuera sería tu fin.

7. Somos dos almas diferentes contenidas en un mismo cuerpo, aun así cada una posee su propia fortaleza y personalidad; el trabajo en equipo es primordial, debemos de pensar y actuar de manera similar, en conjunto y coordinada; aun así podemos separarnos, mientras estés convertida en loba puedo bloquear todo aquello que te afecte (un golpe o una herida) y recibir todo el impacto por mi misma, sería el mismo caso de manera contraria, esa es nuestra forma de protegernos una a la otra.

8. Tu instinto nunca falla, es algo innato e involuntario, nunca lo pongas en duda.

9. El cambio (a forma lobuna) es voluntario, sin embargo, en una situación extrema como está podemos elegir no cambiar en absoluto por un largo periodo de tiempo aunque ello traiga consecuencias, cuando realicemos el cambio de nuevo a la forma que sea... dolerá y mucho, nuestros músculos y huesos se contraerán o expandirán y la agonía será igual o mayor que la que se experimento en la primera conversión. No sufrimos alteraciones o cambios con las fases de la luna o la oscuridad.

10. Confía en la Diosa Luna, ella es nuestra alfa madre.

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