Capítulo 27: ¿Puedo volver a ti alfa madre?

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********** Flashback Aimi Blake – Cautiverio – Año desconocido.

El tiempo parecía escapárseme de entre las manos con tal facilidad que parecía irremediable, de alguna manera extraña llegue a imaginar que todo este largo periodo solo serviría para borrar de mi memoria toda la pena que me embargaba y la inminente muerte que me acechaba, pero qué equivocada estaba; cada grito, cada gesto repleto de dolor y angustia, la ansiedad, el hambre, la incertidumbre del mañana... todo ello se encontraba grabado en mi interior, impreso en lo más profundo de mi alma y seguramente pasaría una eternidad y nunca podría si quiera llegar a desvanecerse ni un poco.

El aire dentro de estas cuatro paredes ahora me parecía realmente asfixiante, pesado... algo era seguro, si continuaba de esta forma temía con todas mis fuerzas que no fuera mi cuerpo sino mi ser el que muriera. Aisha me lo había advertido, habíamos permanecido en nuestra forma lobuna por no se cuanto tiempo, era como si mi interior fuera dominado por mi animal interior, ya casi no me sentía humana, sin alguna cosa que pudiera hacer los recuerdos de mi familia, sus voces, sus rostros... ahora parecían recuerdos vagos e imagines tan difusas.

Si Aisha no hablara conmigo, si no mencionara una y otra y otra vez mi nombre seguramente no quedaría nada de mi personalidad, aun así una cosa era innegable... Aimi Blake, esa pequeña niñita y todo lo que pudo ser moría lentamente en mi interior, la estaba perdiendo, cada vez se apartaba más lejos de mi lado y este maldito grillete en mi pata no me permitía seguirla, gritaba y gritaba en lo más profundo de mi corazón pero era demasiado tarde, se había alejado tanto que no podía escuchar más mi voz.

Aimi – Soltó Aisha con una voz tenue – ¿Lo sientes?

– Conteste sin atisbo de duda mientras nos poníamos de pie – Son ellos.

Una mezcolanza de aromas se filtraba a través de las piedras del muro y se internaba hasta nuestras fosas nasales, había pasado una eternidad tal vez desde la última vez que estuvimos todos juntos aquí abajo. Las puertas hicieron un rechinar tan extraño como si preludiaran alguna clase de evento desafortunado, algo interesante estaba por suceder.

La luz del exterior cegó momentáneamente nuestras pupilas dejándonos incapaces de vislumbrar a primer vistazo los rostros de aquellos hombres pero ello no duro demasiado, frente a nosotras se encontraban tres individuos de una belleza singular: el más maduro era tan alto como Liam, de cabello corto y mirada astuta, el segundo un poco más joven y antipático, a él último de ellos lo conocía un poco más, aquellos ojos perturbados y esa alma quebrada y trastornada.

– ¿Me has extrañado "pequeña lobita"? – Soltó Davor con su típica ironía – Seguramente te has sentido muy sola aquí abajo – Concluyo mientras intentaba acariciarme.

Sin vacilar ni por un instante lance una mordida en su dirección con la firme intensión de arrancarle la mano, gruñí y mostré los dientes, sin duda alguna mi lado animal pretendía hacer su debut.

– Maldita – Grito mientras me propinaba un golpe seco en el hocico – Un par de años aquí abajo y ya te crees un lobo salvaje.

– Davor – Soltó aquel hombre maduro con una voz serena – Es suficiente – Concluyo con la misma tranquilidad.

Era la primera vez que lo veía pero su nombre estaba grabado en mí... Mihael, no podía engañarme bajo aquella actitud sosegada y pacifica, Aisha me lo había advertido un millón de veces "No te equivoques", siempre hay más de lo que se deja ver y lo que podía ver con claridad era el terror que esa persona causaba en Davor quien se había detenido ante sus insultos, apretaba los dientes con impotencia, agachaba la mirada, sabia que no era contrincante, no estaba a la par,

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