DUODÉCIMA CARTA

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Me desperté con el sonido del despertador, lo podría maldecir mil y una veces que seguiría haciendo el maldito ruido para que una se despierte con mal humor. Salté de la cama lentamente, ya que por algún motivo tenía un dolor de cabeza increíble. Me dirigí al baño donde me aseé y seguidamente abrí mi armario para poder decidir que atuendo vestir hoy. Estaba justo delante de mis ojos un mono corto precioso, era de color negro con unos brillantes en el final del bordado de los pantalones. Podría ser la cosa más simple de todo mi armario, sin embargo me fascinaba. Lo combiné con unas zapatillas blancas, mi cabello lo dejé al aire libre y me coloqué un jersey en la mochila por si salía la lluvia en el momento menos esperado. Baje al comedor y desayuné lo justo para poder tomarme una pastilla por el dolor de cabeza. Abrí la puerta de casa y estaba mi amado esperándome dentro de su coche.

Me senté en el asiento del copiloto. Era la primera vez que me sentaba en su coche sin que él me abriera la puerta, que gran avance en nuestra relación.

—Buenos días—le besé.

Me devolvió el saludo y nos dirigimos hacía el instituto.

No hablamos de absolutamente nada. En su mirada podía ver tristeza, pero no sabía el motivo y por alguna razón no quería molestarle con mis preguntas incómodas. Todos tenemos días malos, es cierto que Jack nunca los tiene, aún que de todos modos hoy lo estaba teniendo.

Antes de que saliéramos del coche le pregunté que sucedía.

—¿Estás bien, amor?—era la primera vez que le llamaba así.

—¿Me acabas de llamar amor?—se mordió el labio inferior mientras salía una sonrisa pícara de su rostro.

—¿Lo estás?—ignoré su pregunta.

—Se me pasará, no tienes porqué preocuparte.

—Lo haré toda la vida, si quieres hablar de ello sabes que lo puedes hacer. Cuando sea, la hora menos oportuna y en el momento que te plazca.

—No se que haría sin ti—sonrió y me beso.

Salió del coche y abrió la mía, supongo que jamás perderá la costumbre.

Nos juntamos con el resto del grupo, apretándonos la mano entre todos y abrazándonos.

—La fiesta es dentro de dos días—dijo Enzo alegre.

—Deberíamos organizarnos bien y saber que alcohol llevará cada uno—añadió Yasmin.

—A mi no me miréis, sabéis que yo no bebo alcohol. No lo pienso ir a comprar por vosotros—afirmó Ashley.

—Lo sabemos, no hace falta que lo repitas a todas horas—continuó Lucas.

Todos reímos.

—Pensemos a lo largo del día de hoy que nos apetece beber y por la noche lo informamos por el grupo.

—Así es, todos debéis de hacer caso al novio de Luna—Venus dijo esas palabras en tono burlón.

Puse mis ojos en blanco y me fui de allí sin decir una palabra más.

Yasmin corrió para alcanzarme.

—No le hagas caso, sabes que lo decía para hacerse la graciosa.

—Esta completamente fuera de lugar de todos modos—fruncí el ceño.

—Venga ya, no puedes dejar que sus estupideces te molesten. No lo hace para molestar si no...

—Se porque lo hace. Es para picarme y molestar a Jack, no sabe controlarse con sus malditos celos.

—Si, serán celos...

El inicio del fin ☑️ Where stories live. Discover now