Capitulo 02

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Daegu, no se consideraba solo un pueblo, sino que ya era considerada una de las mejores ciudades de toda Corea, definitivamente el mejor lugar para vivir además de la prestigiada Seúl, y aún así los ciudadanos se consideraban a veces indignos de que Daegu se considerase ciudad, pero era una realidad que debían de afrontar.

Viajeros de diferentes lugares de Corea hacían inclusive una parada en Daegu para reabastecerse, otras personas incluso buscan empleo y otras en particular, deciden dejar todo para vivir allí, como es el caso de Park Jimin.

- ¿Es todo lo que va a llevar? -pregunto el joven omega dejando de lado las enormes ganas de romper uno de los huevos en la cabeza de ese apestoso alfa que seguía hostigandolo.

- Sí, me gustaría si no es mucho pedir, un... -miro sin discreción los labios de Jimin, quien de inmediato apretó la mandíbula, recuerda Jimin, una sonrisa y paciencia, la señora Kang siempre se lo dice, pero es que en serio ya no aguanta esto-... poco de dulzor de tus labios, encanto.

Las pocas personas que se encontraban escogiendo algunos de los productos que se vendían en aquel puesto se congelaron al escuchar eso, y miraron hacía Jimin, quien parecía que estaba a punto de golpear al alfa que se había atrevido a pedirle un beso sin nada de discreción.

- ¿Disculpe? -pregunto entre dientes, se estaba comenzando a molestar.

- No es para que lo tomes a mal, Jiminie -ahora sí estaba cruzando la línea-, pero un omega tan bello merece un buen alfa y me considero...

- ¡Basta, basta! -la señora Kang siempre al rescate de una posible masacre-. Jimin lo terminaré de atender, ve a casa, haz hecho un buen trabajo.

- ¿Segura? -la señora Kang asintió-. Pero...

- Nada de peros -miro al alfa que no dejaba de mirar a su empleado-. ¡Y tú! Será mejor que dejes de mirarle o si no haré que la guardia del rey Min venga y te arreste por acosarlo.

- L-lo siento -menciono el alfa, Jimin se sorprendió al ver de nuevo aquel temor en los ojos de otro alfa, la señora Kang gustaba de amenazar mucho a clientes molestos con lo mismo, el temor hacía el rey alfa era enorme-. Le aseguro que esto no volverá a suceder.

- Y eso es lo que espero -la señora Kang volvió a mirar hacía su empleado-, ve a casa, llévale una hogaza de pan y unas frutas a tu madre y hermano, te veré mañana.

- ¡Muchas gracias, señora Kang!

Sin más Jimin hizo lo que le pidió y se retiro, al menos había evitado molestarse de nuevo, odia que le traten como si fuese un omega fácil, no lo es, y jamás lo ha sido.

Jimin había nacido fuera de Daegu, exactamente en Busan, pero sus padres al saber de los problemas que había allí decidieron que lo mejor era mudarse, Jimin era apenas un pequeño cuando eso sucedió, y su hermano Jijeong nació en Daegu, el padre de Jimin trabajaba como sastre en el centro de la ciudad, mientras que él ayudaba un poco a su madre con los gastos, y su hermano hacía lo que podía, iba de un lado a otro buscando empleos inclusive de un solo día, su madre, ella se enferma demasiado, lo que hace que inclusive el dinero que ganen se vaya de sus manos casi de inmediato, pero eran felices a pesar de los problemas.

Daegu es el lugar perfecto para vivir, aunque Jimin consideraba que esos tontos alfas eran lo peor de todo, Jimin desde su presentación sufrió problemas, y es que de inmediato varios alfas habían dispuesto a darle cortejo, lo que a él le disgustaba, pues su manera de cortejar era aburrida y poco amigable, ni siquiera eran discretos, odia que sean así, y además parecía que esos tontos creían que con palabras bonitas y poco agraciadas podían hacer que él cayera a sus pies, ¡si que están muy equivocados!

- ¡Madre! -Jimin se sorprendió al ver a su madre de pie, estaba picando algunos vegetales-. Madre, sabes que no puedes levantarte, estás muy débil.

- Lo sé, cariño, pero no toda la vida puedo quedarme aquí sentada, debo hacer algo, es un poco aburrido estar sola.

- Jijeong ¿se ha ido? -pregunto a lo que su madre dio un asentimiento.

- El señor Chen le ha dado un trabajo, quiere que le ayude a limpiar su negocio, por eso se ha ido -su madre miro hacía sus manos-, ¿de nuevo la señora Kang te ofreció comida?

- Sí -su madre estaba enterada de cuando eso sucedía era porque un alfa de nuevo estaba de fastidioso-, pero tranquila, no hubo algún problema mayor.

- Siempre es lo mismo, cariño, a veces desearía que pudieses encontrar un buen alfa para que te marcará y dejase de pasarte esto.

- ¡No! Eso no ocurrirá ahora.

Su madre sonrió ante aquellas palabras.

- Sabes que ningún alfa de los que están por aquí me agrada, además, la mayoría sabe que no debe meterse conmigo, o terminarán sin testículos -eso era cierto, Jimin no era nada delicado, su aspecto parecía decir que lo es, pero la realidad es otra, y unos alfas habían sufrido las consecuencias por sus insinuaciones, definitivamente no habrá herederos de ninguno con los golpes que recibieron de parte del omega.

- Bueno, sé que no te agrada ninguno, pero algún día tendrás pareja -Jimin arrugo la nariz insatisfecho por las palabras de su madre-, por cierto, el rey Min planea dar una visita al pueblo pronto.

- ¿De verdad? -su madre asintió-. ¿Por qué lo haría? Pensé que los reyes simplemente se la pasaban sentados en su trono sin hacer la gran cosa.

- Pues no es así, solo me avisaron que pasará por todo el pueblo, pareciera que buscara algo.

Y por supuesto, la señora Park tiene la razón, aunque Jimin piensa que seguramente solo lo hará para presumir algo, posiblemente nuevos caballos o ropas elegantes.

Rebeldía Para Un Rey ||YoonMin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora