Rebeldía Para Un Rey ||YoonMin||

Capitulo 07

- ¿De nuevo no quiere comer nada? -pregunto Hoseok a Seokjin que de inmediato negó con un gesto de la cabeza, por lo que podía apreciar no parecía nada contento con esté asunto, además de ese toque de preocupación en su mirada.

- Lo hemos intentado todo, no quiere probar ni un solo bocado -menciono Seokjin soltando un suspiro-, inclusive los cocineros están hartos de esto, si el rey Min se entera podría hacerlo comer a la fuerza.

Hoseok piensa que al rey no le daría nada de preocupación asuntos tan menores como lo es su harem, pero había veces que hasta el mismo rey podía llegar a sorprender a todos.

- Trata de que coma un poco ¿sí? -Seokjin dio un asentimiento para que después Hoseok se retirase de aquel lugar.

Seokjin respiro profundo, solo esperaba que por lo menos Jimin decidiera probar aunque sea algunas frutas frescas, necesitaba alimentarse, no debía simplemente pasarse la vida entera en el castillo sin alimento y mucho menos que el rey de Daegu se enterase de los hechos, así que tenía que dar su mejor esfuerzo por hacer que Jimin comiera.

- ¿Puedo pasar? -pregunto Seokjin a lo que Jimin no contesto en lo absoluto, había escuchado la conversación que había tenido con aquel asistente del rey, no necesitaba que le incitarán a comer, él no quería probar nada, aunque el hambre fuese más fuerte, él lo sería aún más, porque no planeaba probar ni un solo bocado de lo que estuviese preparado en aquel castillo-. He traído algunas frutas, al rey Min le fascina comprarlas.

- No me interesa lo que ese imbécil compre -respondió de mala gana Jimin.

Seokjin podía comprenderlo, pero aún así el recuerdo de Jungkook, el primero de los concubinos, venía a su mente, no era para nada similar a Jimin con respecto a sus personalidades, Jungkook se había comportado dócil ante el rey e inclusive demasiado sumiso, el perfecto concubino. En cambio Jimin, él actuaba a su manera y con sus propias reglas.

- No puede pasar más días sin alimento, debe comer algo, o no podrá sentirse fortalecido -insistió Seokjin.

- ¡He dicho que no! -exclamo Jimin molesto-. Prefiero morir de hambre a tener que probar algo que ese rey ha pagado.

- ¿Es lo que prefieres? -pregunto una tercera voz, Seokjin tenso sus hombros al escucharle, miro de soslayo y allí observo al rey Min, parecía molesto, Jungkook estaba justo detrás de él, mirando con curiosidad a Jimin-. Jamás creí escuchar que tan perfecto ejemplar de omega prefirieses morir a comer alguna fruta fresca.

Jimin rodó los ojos, no le importaba en lo absoluto, ni siquiera si le servían la mejor calidad de carne y una buena hogaza de pan, ni siquiera si le servían agua de los manantiales, no le importaba, él lo único que quería era irse de allí, ver a su familia, saber si siquiera le estarían extrañando, pues suponía ya les habían avisado de su paradero, seguramente su hermano se molesto al saber la noticia y su madre lloro por haber escuchado aquello, se sentía frustrado.

- Jungkook -Jimin presto atención, mirando al otro omega que veía con ojos de ensoñación al rey-, ofrecele una fruta a tu compañero.

- Sí, su majestad -menciono aquel omega para después tomar un racimo de uvas y dirigirse hacía Jimin, quien le miraba no tan sorprendido, aquel omega era como los de siempre, obedientes, sin nada que deban protestar, que sabían cual era su lugar, pero Jimin eso lo consideraba un comportamiento erróneo-, come un poco, buen compañero.

- No tienes porque obedecerle -menciono Jimin en voz baja, mientras negaba-, no tienes porque ser tratado de esa manera, no eres su perro fiel.

- Yoongi quiere lo mejor para ti, por favor, come un poco -insistió Jungkook acercando aquel racimo de uvas, pero Jimin aparto su rostro, sentía que estaba con alguien difícil de tratar al respecto-, come... por favor.

- ¿No harás caso? -hablo de nuevo el rey-. No pensé que los omegas de ahora fuesen tan irrespetuosos inclusive entre ellos -Jimin le miro con el ceño fruncido-, déjalo, Jungkook, ese bastardo no desea comer nada, dejaremos que se muera.

- A usted le importa una mierda sus súbditos ¿no es así? -Yoongi sonrió ladino, nunca pensó que tendría que lidear con esa clase de omega, había escuchado poco de omegas rebeldes, pero parecía ser que aquel superaba todas sus expectativas.

- Me estoy preocupando por ti, pero parece ser que no quieres nada de parte mía, ¿o me equivoco?

Jimin volvió a retirar la mirada enojado, por más que quisiera negar eso, no podía hacerlo, pues el rey Min tenía la razón.

- Me lo imagine -miro a Seokjin-, dile a mis guardias que lo encierren en el calabozo, sin agua y sin comida por dos días, veamos si así empieza a obedecer.

- P-pero, su majestad.

- ¡He dicho! -gruño Yoongi en respuesta haciendo que tanto Jungkook como Jimin bajasen la cabeza, Jimin apretó la mandíbula, la voz de mando del rey era más poderosa que la de dos alfas juntos, y apenas Jimin la estaba experimentando-. Espero aprendas la lección Jimin, aquí se hace lo que yo mande, debe de quedarte claro.

Sin más Yoongi se dispuso a retirarse, Jungkook en cuanto vio que Yoongi se fue, camino hacía Seokjin para entregarle parte de las uvas, y Seokjin se fue. Jungkook camino de nuevo hacía Jimin y le entrego parte de aquel racimo de uvas.

- No tienes porque darme esto -menciono Jimin.

- Solo tómalas, las necesitaras y... -Jungkook sonrió levemente-, lleva otras ropas dentro, el calabozo es frío por las noches.

- ¿Te ha enviado allí? -Jungkook asintió con timidez.

- No es algo de lo que debas preocuparte, pero por favor, toma mi consejo.

- Lo haré -dijo Jimin dando un asentimiento, haciendo que Jungkook se retirase.