• Unidos •

Capitulo I

[Nota: Los primeros capítulos estarán puestos en "episodios". Algo así como momentos importantes]

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EPISODIO 1: "Padres"

Nació completamente sano, no tenía ninguna discapacidad, ni nada por el estilo, su único defecto fue...nacer varón.

Su madre al ver un varón, y no una niña quedó devastada, la mujer anhelaba un pequeña niña con todo su ser pero no sé pudo conceder. Debido a ello, el pequeño Tadashi solo recibía rechazo y desprecio por parte de su madre, y unos años después las adicciones comenzaron; tal vez era exagerado, tal vez era por un motivo sin sentido, pero para esa mujer tener una niña lo era todo y ahora ya nada le importaba.

Sin embargo, Tadashi no estaba solo, él tenía a su padre, este era todo lo contrario a su madre. Su padre le demostraba todo el amor que poseía, y eso llenaba de felicidad al pequeño pero aún con eso no era suficiente para tener paz por algún tiempo seguido. Las actitudes de sus padres chocaban demasiado y a causa de esto habían discusiones casi a diario, especialmente en las noches y esas noches no dejaban dormir al pequeño tranquilamente.

Otro día y otra noche más en su vida.

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EPISODIO 2: "Amor y cariño"

La vida de Tadashi tampoco era la mejor fuera de casa.

En la escuela varios niños disfrutaban molestarle, hacerle bromas y decirle de cosas; casi todos en su clase la tenían en su contra y esto solo lograba afectar y lastimar más y más al pecoso.

Aunque aquellas acciones le afectaban considerablemente ya no le importaba en realidad; se dejaba molestar, no tenía sentido seguir alegando si al final lo volverían a hacer. Pensaba seguir de esa forma hasta terminar la escuela pero sus planes fueron cambiados por completo, y todo debido a una persona que entró en su vida, Tsukishima Kei, un niño rubio, alto y de lentes, tras conocerle este último se convirtió en su mejor amigo, su único e irremplazable amigo.

Se hicieron cercanos casi al instante, tanto que la familia del rubio le extendió los brazos y lo integraron a esta misma, aún más sabiendo lo que pasaba en su casa; fueron esas personas las que le mostraron la calidez y el cariño de una familia de verdad, y con solo eso él era feliz, que alguien además de su padre le mostrará ese afecto lo hacía irremediablemente feliz.

No solo era Tadashi el que visitaba la casa de Kei, pocas veces Kei era quien visitaba la vivienda del pecoso, e incluso en esas pocas veces presenció en persona algunos problemas diarios que había en la vida de su amigo.

[En el piso de abajo se escuchan algunos gritos y reclamos, mientras que en la habitación de arriba dos pequeños escuchaban casi todo a la perfección.

El más pequeño de estatura solo podía cubrir sus oídos mientras que pequeñas lágrimas caían de sus ojos, no podía evitarlo, las discusiones siempre la afectaban, el más alto logró escuchar los sollozos de su amigo. Sin saber que hacer posó sus manos sobre los oídos de Tadashi.

– Todo está bien, así que no tengas miedo, no pienso dejarte solo ¿okey? Dijo mirándole a los ojos manteniendo sus manos sobre los oídos de su amigo.

– Tsukki. Simples palabras, pero eran suficientes para calmarle].

Momentos como esos eran los más preciados para el pecoso, y todos ellos fueron gracias a Tsukki.  Fue gracias a aquello y demás cosas que en un momento Tadashi cayó ante el rubio, se había enamorado de su amigo, no podía negarlo, después de todo el rubio usualmente era el motivo de su felicidad.

Incluso si este no lo quería de la misma forma que él, no importaba, estar a su lado era suficiente para mantener su radiante sonrisa.

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EPISODIO 3: "Alguien nuevo"

Con el pasar de los años, cuando Tadashi tenía la edad de 10 años su madre los dejó, fue tan repentino y rápido que su padre quedó devastado, si, tal vez aquella mujer no era la mejor persona, pero a pesar de eso su padre la amaba con todo el corazón, se encontraba tan mal que sucumbió ante el alcohol, nunca llego a los extremos de ser una adicción, pero si se volvió en un compañero muy regular. Su vulnerabilidad era tanta que, para el siguiente año el hombre se había vuelto a casar.

La nueva esposa de su padre era alguien realmente distinta a su madre. Aquella mujer poseía un semblante amable y cálido, pero a su vez transmitía un aura de seriedad y firmeza, que a ojos del joven "daba miedo", aquello no era todo, ella tenía una hija un año menor que Tadashi; la chica era alguien muy amable y dulce, esa personalidad hizo que ambos niños se hicieran amigos y se tratarán como hermanos de verdad.

A partir de ese punto todo iría mejor ¿no?

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EPISODIO 4: "Cambios"

Tras el nuevo matrimonio de su padre, Tadashi pensó que las cosas iban a tornarse de mejor manera, tenía razón, pero no al cien porciento.

Debido a su nueva "madre" y hermana se implementaron reglas y demás cosas a su hogar. Cosas como la privacidad y el orden, así también como los permisos y vistas, a decir verdad, estas no le afectaban, incluso aquella que no permitía llevar a su amigo a casa, pero hubo una, una que tenía un gran cambio...

"¡Es tu culpa!"

...a partir de ese punto, todo sería su culpa, se rompía algo, su culpa; algo se perdía, su culpa; las cosas no estaban en su lugar, culpa suya, incluso si algo le salía mal a su hija, era culpa del pecoso. Su padre por otro lado no decía nada, esa mujer lo tenía tal y como quería.

Eso sin duda alguna le afecto, su único consuelo y apoyo era solo su mejor amigo.

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EPISODIO 5: "Familia"

Pese a la actitud de su madrastra hacia él le afectaban, su hija era muy distinta. Yukie y él eran como verdaderos hermanos y a pesar de no tener un lazo sanguíneo, ambos se querían verdaderamente. Y después de unos años ambos jóvenes tenían un hermanito.

[ – ¡Mamá! ¡Déjame ir a la misma escuela que Tadashi! Exclamó la joven mientras observaba a su madre.

– Te dije que no, esas escuelas son mixtas. Respondió mirando a su hija.

– ¡Por eso mismo! He estado en colegio exclusivo para chicas desde la primaria, así nunca podré socializar de verdad. - Respondió con un puchero. – Por favor. Dijo suplicante.

– ¡De acuerdo! Pronunció. -Pero, Tadashi, tú la cuidaras ante cualquier cosa, y lo más mínimo que le suceda será tu culpa. Dijo mirando al joven.

– Está bien. Fue lo único que respondió antes del grito de felicidad de su hermana].

Su hermana era feliz, así que el también. Así nada iría mal, ¿verdad?

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