#13 | Alter vú |

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Como todas las tardes Jhamsa estaba allí sentado en el asiento delantero del colectivo esperando mi arribo. Yo subía en la parada del Café, me sentaba a su lado y pasábamos todo el viaje contándonos deseos, robándonos besos y matándonos de risa.

Yo le contaba cosas como las ganas que tenía de tatuarme el cuello y los párpados, de mudarme a una cabaña en la montaña y vivir allí como los nativos, alejada de la ciudad y de mi familia; nunca tuve muy buena relación con ella.

Magela, mi mamá, es la única persona en el mundo que me entiende y me protege. Es la persona a quien más amo en la vida. Y mi padre, Blas, es una más de las personas que me desprecian. A ojos de todos es el padre perfecto, claro. Pero cuando llega la hora de cenar todos sabemos la verdad... él no está. Hace un par de meses lo descubrí. Tiene otra familia: una mujer, dos hijos y un perro. 

Nosotros nunca tuvimos perro, siempre he querido uno, desde pequeña. 

Decidí no contarle nada a mamá ni a nadie. Primero porque pensaba que quien debía decirle la verdad era él mismo, dejar de ser tan hipócrita y de engañarla en la cara. Segundo porque pensaba que merecía una bonita venganza. No sólo había lastimado a la persona que más amo en el mundo, sino que también a mí, y aún duele. Aún duele mucho.

Y Jhamsa me contaba cosas como las ganas que tenía de venirse a vivir a la cabaña conmigo, de que nos casemos celebrando una ceremonia de alguna extraña cultura antigua y que tengamos muchos hijos. 

Llevábamos dos años juntos, pero sentíamos que nuestras almas estaban unidas hacía exactamente una eternidad.  

-¡Cariño! Rebecca despertó... -me avisó desde el dormitorio, ya que sólo se dormía conmigo.

Yo apenas terminaba de bañarme. Así fueron mis primeros días de maternidad. Sólo tenía unos minutos para comer, bañarme, ir al baño, y listo. Tenía unas ojeras que me llegaban a los pies, pero la vida en la montaña me ayudaba mucho a relajarme junto a Rebe, a hacerla dormir, y a calmar los aires. Jhamsa viajaba a la ciudad a trabajar muy temprano en la mañana y nosotras quedábamos solas. Cuando volvía en la tarde siempre se encontraba con alguna locura nueva. 

Una vez habíamos pintado toda la casa de todos colores: azul, morado, naranja, amarillo, verde, rojo, celeste. Otro día habíamos creado una sala de juegos bajo los árboles a base de cuerdas, nudos y madera. Y un día, se encontró con que la niña se me había perdido. 

Fue una larga, larga noche. La buscamos de sol a sol sin parar. Desde ese momento mi pico de ansiedad sobrepasó los límites y se transformó en una enfermedad que junto con la depresión me ha quitado todas las ganas de vivir que tenía.

Así era yo. Siempre. Impredecible, loca, apasionada, desprevenida y peligrosamente enferma. 

Nada me importaba si no era mi hija, mi madre o él. 

Nunca medía las consecuencias de mis acciones, era muy osada y audaz. No me preocupaba por nada y no tenía en cuenta absolutamente nada. Mi vida era una completa locura que pronto los médicos, mis conocidos, y hasta Jhamsa... catalogaron como enfermiza. 

Pero si había algo por lo que me regía siempre era el amor y la verdad.

Ya había tenido suficiente con mi padre y su doble vida. Nadie en el mundo era más sincero que yo, ni toleraba menos la mentira. 

Amaba a Jhamsa con todo el amor con que se puede amar a alguien en esta vida. Porque él era propiamente el amor de mi vida, el único hombre que quería tener a mi lado por toda la eternidad, hasta después de la muerte. 

Y yo ya había hecho mi juramento, ir con él hasta morir.

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NOTA: "Alter vú", para quien no lo sabe, es el nombre que se le da a la aparición de un recuerdo en tu memoria que no encaja con tu historia ni con tu vida. Un recuerdo de algo que al parecer no has vivido. Esto suele suceder cuando recuerdos de un universo paralelo se filtran en nuestra memoria. 

Por ejemplo: cuando Ana recordó haber matado a su padre, pero nunca lo mató ni se atrevería a hacer algo semejante. 

Este capítulo es muy breve, porque más que un capítulo es un recuerdo que Ana está experimentando en estos momentos. 

Pero no se me enoje nadie que ya ya ya estoy escribiendo el siguiente cap. :)

¡Gracias por leer hasta acá! 

Ro.

El secreto de Ana WalkerWhere stories live. Discover now