La luz del poder

2.2K 121 59
                                    

Dolor, ese era lo único que era capaz de sentir en este momento.

Mi ropa cubierta de sangre, suciedad y sudor, mis piernas temblando y mi vista borrosa.

Cada una de las heridas en mi cuerpo me causaban mucho dolor, los golpes, arañones, quemaduras y demás ardían con tal intensidad que sentía que estaba a pocos pasos de quedar inconsciente.

Pero no podía caer, aun no.

No mientras el siguiera de pie.

No mientras ese sujeto continuara en el campo.

No mientras Raiser Phenex continuara en el campo.

Haciendo uso de toda mi fuerza de voluntad volví a alzar mis puños, mi mirada aun borrosa hizo un sobre esfuerzo aun mayor por mantenerse enfocada en el.

Sus alas llameantes, su estúpido traje, su sonrisa arrogante y esa mirada tan odiosa que me estaba dando.

- n-no m-me rendiré... ¡RAISER! - grite a todo pulmón mientras me abalanzaba nuevamente.

Sin embargo el muy bastardo dio un aleteo con sus alas y retrocedió un poco, inmediatamente intente perseguirlo pero mis piernas simplemente dejaron de contestarme en ese momento.

El dolor nuevamente nublo mi sistema y me obligo a arrodillarme mientras soltaba inhalaciones forzadas.

Un terrible dolor invadio mi mandíbula seguido de sentir como una fuerza me levantaba rápidamente, para después sentir una lluvia de golpes en todo mi torso, cara, pecho y estómago.

El terrible dolor asalto todos mis sentidos haciéndome incapaz de siquiera levantar los brazos para defenderme de sus ataques.

- ¡AHAHAHA!, ¿finalmente te rendirás Rías?, ¿o voy a tener que seguir golpeando a este mierdecilla de aquí? - su voz se escucho cerca de mi mientras me obligaba a mantenerme de pie.

- N-no te p-preocupes p-por m-mi Rías... y-yo ¡Guh! - un tremendo golpe en mi estomago me impidió seguir hablando.

Mis parpados finalmente se cerraron, pero yo seguía aun aferrándome a la consciencia con toda mi fuerza.

Luche por volverme a levantar, pero fui incapaz de hacerlo, a pesar de todo el dolor en mi cuerpo, este ya no me respondía.

Realmente no estoy muy seguro de cómo no he sido descalificado aún, pero eso no importaba ahora.

Este dolor no es nada comparado al que Rías sufrirá si yo no hago algo, esto no se compara a la impotencia que ella sentirá si no la salvo de su estúpido compromiso con este bastardo... ganara.

Pero por mucho que lo intento, no logro levantarse, estaba en su máximo limite.

.

.

.

Herido, destrozado, sin más fuerza, pero lleno de voluntad para seguir peleando.

Pero incluso si su corazón gritaba con volver a levantarse, su cuerpo finalmente había llegado a su límite y para su desgracia, no iba a poder romperlo.

Y antes de que su cuerpo comenzara a romperse, ella... se rindió.

Lo ultimo que el castaño pudo escuchar, fueron las palabras que sellaron el destino de su amada presidenta, y lo ultimo que pudo ver fueron las lagrimas de su bello rostro caer.

Rías Gremory había perdido.

Y todo por su culpa, por su maldita culpa.

Hyoudou Issei cayo inconsciente al suelo con un único pensamiento.

El Gran Maestro IsseiWhere stories live. Discover now