22.𐇵

3.1K 346 244
                                    

- ¡Por favor, Shōyō di que sí!- insistió el rubio.

- Te dije que no, Tsumu.

La situación estaba así, el mayor sujetado fuertemente de la pequeña cintura de Shōyō siendo arrastrado por el, insistiendo que no le dejaría ir solo a casa, que el le acompañaría.

- Te van a regañar si llegas tarde a casa- repitió por quinta vez el pelirrojo. Vaya paciencia.

- No importa.

- No quiero que tengas problemas por mi culpa, Tsumu.

- No importa.

El más pequeño paro en seco y se giró para verle.

- Esta bien, solo por esta vez- aceptó inflando las mejillas, resignado por la situación.

- No prometo nada- sonrió.

- Aunque me negara de todas formas lo ibas a hacer ¿no?

- Estas en lo cierto, solecito.

- Aún así no quiero que tengas problemas por mi- reprochó.

- No te preocupes, estaré bien- aseguró el rubio. Actos seguido se acercó a Shōyō y lo abrazó por la espalda, para luego empezar a caminar.

[...]

- Adiós Tsumu- se despidió del mayor una vez que estaban afuera de la casa del pelirrojo.

- Nos vemos cariño... nos vemos pasado mañana, te tendré una sorpresa.

Atsumu estaba decidido en despedirse del menor con un beso en los labios, pero sus planes fueron frustrados, ya que tras ellos se abrió la puerta principal de un estruendo. Ambos se giraron asustados para ver de quien se trataba.

- ¡Atsumu-niichan!- era la pequeña de los Hinata.

Pudo haber sido peor.

La niña se acercó a los mayores y saludó con su mano al rubio, este con una sonrisa le saludó.

- Atsumu-niichan ¿por qué no has venido a visitarme?- preguntó la infante molesta.

- Lo siento Natsu... he estado un poco ocupado- en parte era cierto con el tema de Osamu.

- ¡Tienes que visitarnos más seguido, a mi y sobre todo a Shōyō!

El pelirrojo se sonrojo al escuchar eso de la boca de hermanita, para que no dijera más y lo delatara, la tomo en brazos y le tapo la boca con su mano.

- Je je- rió nervioso.

- Mmhp mhpp- intentaba hablar la niña.

- ¿Ah si? en ese caso, vendré más seguido- el mayor acarició los cabellos anaranjados de los hermanos.

Shōyō bajo a la pequeña y esta respiro profundamente recuperando el aire. Atsumu se despidió de los hermanos con un abrazo, ya que no pudo hacer nada más.

- Debo irme- dijo finalmente, los pelirrojos asintieron al mismo tiempo y se despidieron de él agitando sus manos.

El más alto suspiro pesado, recién había caído en cuentas de que Shōyō vivía en una montaña y que eso le tomaría más tiempo en llegar a casa, solo le quedaba correr y rezar para que el tiempo pasara más lento.

[...]

Corrió cuesta abajo la montaña y todo el trayecto hacia la casa de su abuela, por suerte la casa de su abuela no estaba tan lejos, aún así demoró más de lo debido, a pesar de su capacidad física.

Giro la perilla de puerta principal con suavidad, intentando ser lo más silencioso posible para no ser descubierto por la mayor y así no ser regañado. Entro a la casa, se sacó sus tenis sin hacer un mínimo ruido, camino por el pasillo y desde ahí pudo ver a Osamu en la sala, mirándole fijamente con una cara malvada.

Destination // atsuhinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora