23.𐇵

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Y así como habían acordado, esa tarde después del entrenamiento se quedaron más tiempo en el gimnasio. Kageyama elevaba balones para que Hinata pudiera rematar.

Sin duda había mejorado sus saltos y sus recepciones estaban en proceso de mejorar gracias a Nishinoya que cada vez que había la oportunidad practicaban juntos, se notaba tenso el ambiente de alguna manera, ya que no quedaba mucho para que los senpais de Tercero se graduarán. Era momento de que se hicieran idea de lo que se venía, nuevos miembros de primer año, cambio de números de camiseta y sobre todo... nuevo capitán.

Aún así nadie podía tomar el lugar de sus irreemplazables senpais.

– ¿Quien creas que sea el nuevo capitán, Kageyama?– preguntó Hinata una vez tocó el suelo tras rematar.

– ¿Takana‐san?– contrapregunto dudoso.

– Pfff, no lo creo– rió fuerte sujetándose el estomago.

– ¿Por qué no?

– Tanaka-san es muy... explosivo, intenso y rudo– razonó el pelirrojo.

En ese momento Tanaka Ryuunosuke que se encontraba en su hogar estornudo.

– ¿Nishinoya-san?

– ¡Ennoshita!– grito seguro de si mismo.

– ¿El? no lo creo.

– Estoy seguro que si. ¿Quieres apostar Bakayama?– desafío con sus puños apretados.

– Seguro ¿que quieres apostar?– accedió.

– ¡Un balón nuevo de Voleibol y bollos de carne por un mes!

– Me parece un buen trato, acepto.

Estrecharon la mano para cerrar el trato, ambos con una sonrisa porque tendrían un balón nuevo y bollos por un mes. Ya era hora de irse así que guardaron los materiales y salieron del gimnasio, estaban cansados, los entrenamientos eran cada vez más pesados.

– Kageyama, mañana me quedare solo un rato a practicar contigo– avisó Shoyou mientras bostezaba.

– Esta bien, me conformo con un rato, de todas formas te vas a ver con Miya-san– intento decir eso con el tono menos irritado que puso, pero fallo, se notaba a kilómetros que no le gustaba mucho la idea de no practicar como era debido con su rematador.

– Sip... nos vemos mañana, buenas noches– se despidió el pelirrojo.

– Adiós.

Hinata antes de subirse a su bicicleta, se paró frente al más alto y palmeó la cabeza de este, para luego reír y marcharse.

– ¡Hinata boke!– grito avergonzado mientras veía a su amigo alejarse.

Shoyou al llegar a su hogar fue recibido por su hermanita que corrió una vez escucho la puerta abrirse y así llevo a cabo su rutina nocturna, ceno junto a su familia, hizo los bentos, llevo a Natsu a la cama y le leyó un cuento hasta que se quedara dormida, se lavo los dientes y se fue a la cama.

Algo nuevo se había agregado a su rutina, a las 9:30 sin falta recibía una llamada del rubio.

Estaba echado en su cama, ya casi siendo vencido por el sueño cuando su móvil empezó a vibrar en la mesita de noche, se levanto rápido y tomo el aparato entre sus manos, una sonrisa enamorada se escapo de sus labios. No dudo en contestar.

– Hola cariño– hablaron a través de la linea. Cariño sonaba tan bien en sus labios y más si se refería a él.

– Hola Tsumu– saludó sonrojado porque en su mente se cruzo el momento del beso.

Destination // atsuhinaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt