27.𐇵

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–¡Hey! detente –protesto el rubio que tenía agarrado de la nuca a su hermano.

–Cállate, te comiste mi pudin esta mañana –enfrento molesto.

–Te dije que yo no fui –se defendió.

–Para lo único que eres bueno es mentir, si tan solo Shouyou supiera como eres en verdad –eso fue un golpe bajo para Atsumu.

–Repite eso.

Los gemelos estaban peleando, Osamu le robaba comida de su plato al de cabello rubio, de esa forma no podían tener un almuerzo normal por nada del mundo. La mayor que estaba frente a ellos, comía de lo más tranquila mientras esos dos se agarraban del cabello, tirones y golpes, algo habitual en la vida de sus dos hermanos. Se encontraban peleando por un pudin que ciertamente Atsumu se había comido por la mañana y no quería admitir que había sido el.

–No metas a Shou en esto –el pelirrojo que se encontraba almorzando junto a su setter estornudo casi dejando su bento caer.

–Ya cállate, quiero almorzar –gruño Osamu alejándose de el.

El ambiente se calmó, comían en silencio, pero las miradas asesinas estaban presentes y el que desviaba los ojos perdía.

–Hoy les toca lavar los trastes y ordenar la casa –finalmente hablo la mayor.

–¡¿Que?! Hoy debo salir –se quejo el rubio, ya había acordado que iría a recoger a Hinata después de clases, era su día libre y quería pasarlo junto al mayor.

–Bueno, haces los quehaceres y puedes salir... Agradece que te dejo salir, tu ni siquiera pides permiso –hablo la mujer seria.

–Ni que fuera un niño de 7 años para pedir permiso para cada cosa que hago–la mayor le miro con cara amenazante, obligándolo a guardar silencio si es que quería permanecer con vida.

–Yo fui el que lavó los trastes la última vez, Tsumu te toca.

–No no y no, yo fui el que tuvo que recoger la popo de Bobby de tu cuarto.

–¿Y de que te quejas? Eres su dueño.

Luego de muchas excusas, decidieron jugando piedra papel o tijera, ganó Osamu.

Era día de limpieza, con los hermanos en casa era imposible mantener todo en orden y que decir, la casa era un desastre, la mayor no iba limpiar el desastre que esos dos ocasionarán, así que una vez termino de almorzar, se levantó de la mesa y fue a dormir una siesta. No estaba en edad para sobre esforzarse.

–Debo ir a recoger a Shouyou a las cinco –hablo Atsumu tomando los platos sucios y llevándolos a la cocina.

–Te deseo suerte con eso, si es que tenemos suerte tendremos la casa lista a esa hora –esas no eran palabras de aliento.

No podía defraudar al pequeño.

–Yo lavo los platos y limpio la cocina, tu por mientras ordena la sala –exigió el rubio poniéndose un delantal para no ensuciar su ropa.

–Si okasaan –bromeo Osamu.

Así fue como empezaron la limpieza, debían dejar la casa resplandeciente de arriba a bajo, no había tiempo que perder, cuando había una disputa simplemente lo solucionaban jugando piedra papel o tijera, así era un método más rápido y de esa forma evitaban las peleas, por ejemplo ninguno de los dos querían limpiar los baños y al jugar termino Osamu por hacerlo.

En un momento la abuela de los gemelos bajo a la planta baja y los encontró limpiando el piso, ambos con delantales, era lo más tierno que había podido ver y más importante estaban trabajando en equipo, no pudo evitar sacarles una foto a escondidas y enviársela a la progenitora de los hermanos.

Destination // atsuhinaOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz