29. La soledad de los Han

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A Jumin le parecía innecesario que su padre le presentara a todas las novias con las que salía. Aunque el CEO decía que esta vez era diferente, que era algo más serio, el pelinegro seguía teniendo la misma opinión sobre esa nueva mujer. Al frente de él estaba su padre junto a Soon, quien era una importante empresaria de Corea.

Esa mujer lucía mucho más decente que todas las que había conocido antes, pero Jumin no bajaba la guardia aún. El pelinegro escuchaba atentamente la forma en la que hablaba, tratando de analizar sus pensamientos y forma de ser. Tenía la misma edad que su padre y parecían llevarse muy bien.

Mientras mejor la conocía, más cosas lo hacían pensar que no buscaba aprovecharse de la fortuna de su padre. Se preguntaba si por fin el CEO habría encontrado una mujer que lo quiera por lo que es, así como él había encontrado a MC. 

 —Sé que esta iba a ser una cena familiar —le dijo Soon al CEO—, pero no sé porqué ella aún no llega.

—¿Ella? —preguntó Jumin confundido.

—Oh, sí —sonrió la mujer—. Mi hija, ella tendría que estar aquí ya. Tal vez surgió un inconveniente, me disculpo.

—Estoy seguro que llegará —contestó el CEO tomando la mano de la mujer.

El pelinegro se sentía incómodo por la situación, quería irse de allí. Pero si era importante para su padre, también lo era para él. Al menos tenía el consuelo de que ella no daba señales de estar tras el dinero del CEO.

—Esta chica... —dijo Soon mientras revisaba su teléfono— Ya ha pasado media hora y no ha aparecido, realmente discúlpenme. 

—No se preocupe —contestó Jumin de manera amable. A pesar de todo, esa mujer no le caía tan mal—, cualquiera puede tener algún percance. 

—Eres un muchacho muy comprensivo —sonrió Soon—, tan educado como tu padre.

—Lo eduqué de la mejor forma —respondió el CEO orgulloso—. Jumin es un hombre con valores intachables, un caballero. 

El pelinegro sonrió al escuchar esas palabras, le alegraba que su padre lo tenga en ese concepto. 

—Además, he oído que eres muy hábil en los negocios —dijo la mujer dándole un sorbo a su copa de vino—. Un prodigio en el área, estoy segura de que todo eso es cierto.

—Todo se lo debo a mi padre —respondió Jumin—, él es quien siempre me ha motivado y ayudado a mejorar. 

—Veo que ustedes dos son muy unidos —dijo Soon—, tal como un padre y un hijo deben llevarse. Mi hija y yo también tenemos una relación bastante buena.

—Me alegra oírlo —contestó el pelinegro, tratando de ser educado.

—¿A qué se dedica tu hija? —preguntó el CEO Han.

—Al igual que Jumin, ella es una pieza fundamental en mi empresa —contestó Soon—. Aún está aprendiendo sobre el mundo de los negocios. No le agrada mucho, pero sabe que algún día será parte de su herencia.

—Tal vez mi hijo pueda enseñarle sobre negocios —propuso su padre—. ¿Qué opinas, Jumin?

—Oh, sí —al pelinegro la conversación empezaba a aburrirlo, quería volver a casa y estar con Elizabeth III.

—Ella estaría encantada —sonrió Soon en forma de agradecimiento—, tendré eso en cuenta. 

—Jumin —lo llamó su padre—, Soon y yo nos conocemos desde hace un tiempo —el pelinegro tenía una idea de por donde iba la conversación—. Esta es una de las relaciones más serias que he tenido en mucho tiempo, y quería que lo sepas. —La mujer lo miró con ternura.

The Narrow Street «Mystic Messenger» [Jumin Han]Where stories live. Discover now