24. Una hormiga y un tigre

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—Hola. —Sonrió Alek analizando a Jumin de arriba a abajo.

—Buenas tardes —la expresión del pelinegro se endureció—. Creí que tu amiga, Kate, vendría hoy. —Se dirigió a MC, quien se apartó rápidamente del chico.

Jumin no quería sacar conclusiones precipitadas, pero la presencia y sonrisa socarrona de Alek le molestaban. 

—Sí, ella está aquí —respondió MC poniéndose de pie—. No sabía que iba a traer a Alek. —Miró al chico, quien se levantó también.

—Un gusto. —Se acercó al pelinegro extendiéndole la mano.

—Igualmente —dijo manteniendo cierta distancia. 

MC no sabía a donde mirar ni donde esconderse, hasta ahora, Jumin no había mostrado ninguna señal de que realmente le incomodaba la situación. Lo observó atentamente, y pudo darse cuenta que su mandíbula estaba tensa y tenía el ceño ligeramente fruncido, suficiente para que ella supiera que no estaba contento con lo que estaba pasando.

—MC —dijo Kate caminando hacia ellos. Se detuvo al ver al pelinegro, quien la saludó con la mirada—. Hola.

—Ella es la amiga de la que te hablé —MC la presentó—. Kate, él es Jumin.

—Jumin Han, ¿verdad? Encantada —sonrió.

—De igual manera. —El chico se tranquilizó un poco al saber que ellos no habían estado solos en el penthouse.

—Que situación para más incómoda —bromeó Alek sacudiendo las manos—. Asumo que no te agradó verme junto a MC —dijo despreocupado. El pelinegro se sorprendió por lo directo que parecía ser él.

—¿Por qué lo dices? —preguntó MC soltando una risa nerviosa.

—Porque me está mirando como si quisiera atravesarme con una daga —Alek frunció los labios—. Y creo que me está asustando —hizo una pose dramática. Las dos chicas rieron un poco, pero Jumin no cambiaba su expresión. MC le dio un ligero codazo, haciendo que se formara una sonrisa forzada en sus labios.

—Yo tengo que ir a ver a Elizabeth III —dijo alejándose de ellos—. Por favor, siéntanse como si estuvieran en su casa.

—Oye, ejecutivo —lo llamó Alek. Él paró en seco al escuchar eso.

—Mi nombre es Jumin, Jumin Han —corrigió.

—Bueno, Jumin, Jumin Han —respondió a modo de juego—. Deberías estar feliz, tú novia se negó a darme su número a pesar de que se lo pedí muchas veces. —Le dio un pequeño codazo a MC, quien se lo devolvió de la misma manera.

—Ella no es mi novia —dijo cruzándose de brazos.

—¿Entonces no habrá problema si intento algo con ella? —sonrió de lado— Porque la verdad, estoy bastante interesado.

El rostro de MC estaba completamente rojo, parecía que lo único que buscaba Alek era provocar a Jumin. El pelinegro no se dejaba intimidar fácilmente, menos por alguien a quien consideraba una posible amenaza para sus intereses.

Si había aprendido algo en todos los años donde tuvo que lidiar con clientes que buscaban hacer que pierda los papeles, era no mostrarse molesto ante la situación.

—Dudo mucho que ella esté interesada en ti —sonrió de lado—. Pero si quieres intentarlo, adelante, de todas formas no conseguirás absolutamente nada —se fue sin dejar responder al chico—Ah, cierto —volteó Jumin—. Más tarde quisiera hablar contigo, MC. Te estaré esperando en mi habitación —le dirigió una rápida mirada a Alek antes de irse.

The Narrow Street «Mystic Messenger» [Jumin Han]Where stories live. Discover now