The Narrow Street «Mystic Messenger» [Jumin Han]

16. Encerrarme en mí mismo

—¿Seven? —MC se llevó una mano a la boca sorprendida— Pero... ¿Cómo?

—¿Luciel? —preguntó Jumin sobándose la cabeza, aún adolorido.

—Wow, esta cosa es realmente útil cuando se necesita —dijo Seven alegremente señalando el aparato con el que había golpeado al primer hombre.

—¿Cómo sabías que estábamos aquí? —El pelinegro lo miró con desconfianza.

—Es algo extraño... no parece que mucha gente venga a este lugar —dijo MC mirándolo de la misma forma—. ¿Qué estás ocultando?

—No se preocupen, me pueden dar las gracias y llenarme de abrazos luego. —Él los ignoró y se acercó al hombre con cubrebocas para quitárselo y observar su rostro, dejando ver a un hombre de tez trigueña, ojos negros y cabello rubio oscuro.

Ambos delincuentes estaban inconscientes en el suelo, el pelirrojo suspiró aliviado al darse cuenta de que sólo había sido un simple intento de asalto en lugar de algo relacionado con la posible amenaza del hacker.

—Sólo eran simples delincuentes —dijo Seven el voz baja.

—¿Deberían ser algo más? —preguntó Jumin alzando una ceja.

—¿Qué? No —rió nerviosamente.

—Gracias por ayudarnos, Seven —MC le sonrió de forma comprensiva—. No creí que sabías tanto sobre como pelear.

—Sé lo necesario... la agencia me obligó a aprender. A veces es importante saber defenderte —miró a Jumin burlándose.

—Tengo a mis guardaespaldas para eso, no necesito aprender —se defendió el pelinegro.

—¿Y dónde están tus guardaespaldas? —rió Seven mientras él lo miraba molesto— Bueno, querido Jumin, dejemos esa discución para más tarde. Creo que antes debemos encargarnos de algo. —Miró a los delincuentes que aún estaban tirados en el suelo.

—Gracias por tu ayuda, Luciel —dijo Jumin—. Lo mejor será llamar a la policía para que se encargue. —Se alejó marcando el número en su teléfono.

—Ahora sí dime, ¿qué hacías acá? —preguntó MC seria— Dudo mucho que hayas pasado por casualidad.

—El misterio es parte de la diversión. —Sonrió e intentó alejarse para irse, pero MC lo tomó del brazo impidiendo que se vaya.

—No —lo miró seria.

—Bien, bien —dijo el pelirrojo asegurándose de que Jumin esté lo suficientemente lejos como para que no los oyera—. Los seguí.

—¡¿Qué?! —gritó MC.

—Shhh —Seven le tapó la boca para que se calmara—. Escucha, Jumin no se puede enterar de esto, prométemelo —ella asintió y el quitó su mano—. V me llamó, cree que estamos en peligro.

—¿Tiene que ver con el hacker? —preguntó MC preocupada.

—No lo sé, no me ha dado mucha información. Pero sospecho que algo malo está pasando, principalmente contra ti. Por eso los seguí —resopló con fastidio—, si Jumin se entera le dirá a V. Y él no se puede enterar que le conté a alguien más.

—Entonces los ladrones de hoy...

—No —interrumpió—. Ellos no era más que simples idiotas que se querían pasar de listos —el pelirrojo pateó a uno de los hombres con expresión de asco —. Vi lo que intentó hacer este imbécil.

—Hijo de perra —dijo MC recordando lo sucedido.

—Mal nacido —contestó Seven y ella rió un poco.