The Narrow Street «Mystic Messenger» [Jumin Han]

23. Débil ante ti

MC estaba sentada junto al pelinegro con los brazos cruzados y una expresión de molestia, no despegaba la vista de la ventana. Jumin intentaba escoger cuidadosamente sus próximas palabras, temía que ella simplemente decida irse. Aunque en el fondo, no la culpaba, nadie en su sano juicio decidiría seguir viviendo con alguien que tiene ese tipo de impulsos.

—¿Cómo puedo expresar lo que estoy sintiendo en estos momentos? —Miró hacia otro lado, avergonzado.

—Intenta hacerlo. —Por más que se esforzara, MC no podía mirarlo directamente a los ojos.

—Bien —aclaró su garganta—. Desde muy pequeño, siempre he sido muy unido con mi padre. A pesar de que no estemos de acuerdo con algunas cosas, como lo que pudiste observar ayer —MC asintió—. Creo que tú también te diste cuenta de lo que intentaba hacer.

—Yo creo que sólo estaba siendo amable —contestó. Realmente, ella no pensó que el CEO tuviera otras intenciones.

—No lo entiendes —negó Jumin chasqueando la lengua—. Cuando mi padre no está en una relación, se siente solo... Incluso más que yo —MC volteó a verlo—. Siento que no le importa estar rodeado cualquier mujer, tan sólo quiere calmar ese sentimiento.

—¿Y tú, Jumin? —preguntó acercándose un poco a él— ¿Cómo estás intentando calmar ese sentimiento de soledad? —La comisura de la boca del pelinegro se curvó ligeramente.

—Esa es una pregunta complicada —suspiró—. Yo no soy como mi padre.

—Eso lo sé —MC se relajó un poco—. Nunca te he visto involucrado con una mujer, como tú dices, por razones personales. —Recordó lo que alguna vez le había dicho él.

—El punto es que —resopló con fastidio—, jamás he sentido un apego tan fuerte hacia alguien. No como lo estoy sintiendo ahora. —Su mirada se dirigió a la chica, quien creía comenzar a comprender la situación.

—La verdad es que yo...

—Por favor déjame terminar —interrumpió—. Siento que tengo nudos internos, algo que está enredado desde hace mucho tiempo. Algo dentro de mí que no sé explicar, se aflojan un poco cuando siento que alguien puede ver aunque sea una de esas partes —miró a MC—. ¿Entiendes? —ella asintió— Siempre he intentado no cometer errores, aparentar ser perfecto para poder enorgullecer a los que me rodean. Y no sabes lo increíble que es cuando puedo mostrarme como soy, con mis problemas, con mis inseguridades... Y aún así, siento que tú me quieres y me escuchas.

Sin que se diera cuenta, los ojos del pelinegro se empezaron a poner vidriosos. Ya no podía parar de hablar, sentía que era algo que tenía guardado desde siempre, y que nunca había sido capaz de expresar. 

—¿Por qué estoy siendo así? Yo no soy así. —Se frotó la cara con brusquedad, MC se acercó a él para abrazarlo con cariño.

—Gracias por contarme todo esto —dijo mientras sentía su respiración subir y bajar rápidamente—. No tenía idea de que te estuvieras sintiendo así, pero prometo que te ayudaré a poder controlar tus emociones. 

—Apenas puedo controlar mi ansiedad sobre ti —Jumin se acurrucó en su cuello—, perdóname por favor.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —dijo acariciando su cabello para calmarlo, él asintió— ¿Realmente no has tenido sentimientos por otra mujer antes? 

—No como ahora —contestó—, no estoy muy seguro de cómo definir esto. No lo había experimentado antes.

—Todos creíamos que estabas enamorado de tu gata —bromeó MC.