Capitulo 1

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Jerry y Evans en lo personal no se agradan demasiado, son muy lejos de ser amigos y nunca planearon convertirse en compañeros de cervezas, pero después de saber que ambos, con los mismos deseos por la misma chica, estaban completamente bateados por igual, la idea de emborracharse hasta olvidarla, si es que podían, los acerco.

—Maldición, ¡esto está mal!, yo he estado a su lado como un maldito perro faldero desde hace 24 años, ¿sabes quién limpia sus lágrimas cuando un bastardo rompe su corazón?, yo amigo, ¡yo!—Decía sorbiendo su doceava botella el hombre de cabello corto color rubio cenizo, Evans.

—Lo sé!, ella está completamente ciega hermano!, he tratado mil veces de coquetearle y siempre que lo hago me termina por conseguir una cita con una de sus extrañas amigas, ¡he arreglado cada parte de su maldita casa!, he cortado el césped sin camisa ¿y para qué?, ella tenía los ojos completamente pegados ¡a un libro!—exclamaba Jerry, el vecino de la chica, con la quinceava botella casi cayendo de su mano, y con un cuerpo de alta categoría eso decía mucho, él era de cabello obscuro, corto y una barba de unos cuantos días

—ya no puedo con esto, estoy atascado en la friend zone, ¡jodidamente atascado!—con la misma botella, comenzaba a apartarla.

—no te desesperes que ya somos dos—el revisó su reloj de mano—ya casi son las 12, mañana tengo que atender un juicio—como abogado era un hombre algo ocupado, el rubio asintió y se levantaron.

—Hombre realmente no sé cómo llegaré a casa—se tambaleo mientras se daba cuenta de que el efecto de la bebida estaba surgiendo.—No creo ni siquiera llegar al coche, ¿te importaría si duermo aquí?

—¿no podrías pedirle a Debie?—eso salió de su boca antes de analizarlo, ¿el dejaría que un hombre se quedara en con ella en casa toda la noche?

—y con qué escusa le digo que estoy borracho a las doce de la noche en la casa de su vecino bonito, por dios, ¡va a salir peor para los dos si piensa que somos gays!—el rubio levantaba las botellas vacías y las tiraba en un bote en la cocina, luego regreso a la sala

—ok, solo esta vez pero con la condición de que en esta semana te pongas a hacer eso de perro faldero e intentes sacarle la sopa a Debie de quien es su novio secreto o ese alguien que la tiene toda feliz—dijo guardando el medio six que quedo y subió por las escaleras para indicarle su habitación de huéspedes a Evans y él se fue a la suya justo al lado, Jerry se lavó el rostro y trato de pensar en que la resaca del día siguiente lo iba a torturar suficiente pero era eso o pensar que algún bastardo estaba bajo las sabanas de la chica de sus sueños, la idea era peor que mil resacas, se acostó en la cama y cuando estaba por dormir una luz hizo que sus ojos no pudieran cerrarse, voltio a la izquierda, era ella, estaba en su habitación, había prendido una lámpara que estaba a lado de su cama, sus ventanas no quedaban justo al lado pero el claramente podía verla, mientras para ella, si la luz estaba apagada, solo era un cuarto obscuro, ella se levantaba en pijama hacia un cajón de a lado y sacaba una bolsa de cartón y la ponía en la cama, luego se sentó sacando de la bolsa un pequeño dildo rosa y una botella de lubricante, ella se recostó y comenzó a tocarse, pellizcarse y acariciarse, se quitó la blusa y se bajó los pants, acariciando su centro suavemente mientras se retorcía sobre las sabanas y aceleraba los movimientos de su mano, después se detuvo para tomar la botella y su juguete, lo mojó y lo movió entre sus piernas, poco a poco este se perdió dentro de ella y ella con una mano le acariciaba los pechos y tocaba sus pezones erguidos, prendió el aparato y un grito salió de ella lo suficientemente fuerte para que apenas se alcanzara a escuchar hasta la otra casa, ella había echado su cabeza hacia atrás y su cuerpo hacia arriba, entregándose como si amara ese pedazo de plástico con pilas, un golpe distrajo a Jerry del espectáculo, vino del cuarto de a lado, "Mierda", pensó Jerry, el amigo de ella lo podría estar viendo, eso lo hizo sentir un poco celoso, extrañamente no tanto como realmente debería, salió de su cuarto y entro al otro para ver a el mejor amigo con su cámara profesional en mano viendo el excitante cuadro.—¿que haces estúpido?.—pregunto con un tono más curioso que enfadado.

—nunca pensé que ella se lo hiciera sola, ¡demonios!, si tiene a alguien mas no creo que la satisfaga demasiado como para que ella necesite hacerlo sola, bendito sea mi lente de 600milimetros.—dijo el rubio sin despegar los ojos del objetivo de su cámara y ajustando el zoom cada 2 segundos.—¿quieres ver?.—dijo antes de pensar en lo que hacía, ¿dejaría que alguien más disfrutara de esa gran vista cercana de su mejor amiga y el amor de toda su vida desde los 12 años, masturbándose?

—¡Mierda sí!—se acercó y Evans le ajusto el zoom lo suficiente, luego le dio la cámara y cuando pensó que no podría ponerse más caliente de lo que ya estaba ¡PUM!, con una vista especial hacia ella y como movía el juguete dentro y fuera, él estaba que no cabía en sus pantalones.— en serio no sabías esto?, no te cuenta todo entonces, viejo lo hace cada dos o tres días!—dijo sin quitar los ojos de la cámara

—no, en nuestras conversaciones nunca entra la palabra sexo o sus derivados, un par de veces que pronuncie eso y me gane pases para un club de strippers y dos semanas de ser ignorado.

—estas más jodido de lo que pensé, entonces puede que su amante secreto no la satisface lo suficiente—dijo el castaño y le paso la cámara

—o....tal vez es que no hay ningún amante.—la idea los llenaba de esperanza a ambos, el rubio miro con la cámara y se quedó tieso, de todo el cuerpo, más de lo que ya estaba.—esta por tenerlo amigo!—cuando dijo esto el otro chico volteo y miro atento a través de la ventana, no era lo mismo que la cámara pero le provocaba demasiado de todas maneras

—vamos bebé.—susurro con una voz ronca, pero ella solo se detuvo y aventó el juguete al cajón junto con la botella, antes de alcanzar su clímax, se volvió a poner todo y se acostó tapándose con su cobija.

—¿que sucedió?—pregunto muy confundido el de la cámara mientras la apagaba

—ella nunca acaba, ¡solo me tortura viejo!—dijo con un tono de furia en su voz y otro tono de dolor por ella

—¿pero porque?—dijo el rubio más confundido

—¡quisiera saber eso!, tu eres su diario secreto, dímelo tu—dijo el castaño sentándose en la cama, viendo a la ventana mientras la lámpara lejana se apagaba.

—te digo que nunca hablamos sobre cosas relacionadas al sexo, solo se cuándo dio su primer beso y cuando perdió su virginidad—sentándose a lado del castaño.

—pues tendrás que sacarle la información—el castaño miro a su pantalón acomodándose la dolorosa erección que se apretaba ahí—o iré y yo y se la sacare a gritos—Evans no supo porque no le molestaba la idea de ver a su mejor amiga gritando de placer por la culpa de Jerry.

—bueno ni yo puedo ir preguntarlo ahora mismo, ni tu tampoco puedes ir y hacer todo eso que tienes en mente

—bueno no, no tengo la llave de su casa—ese comentario hizo que el rubio lo mirara con complicidad—¿me estas jodiendo?, ¿en serio tu si tienes llave de su casa?

—sí, nunca la he usado, no he tenido que hacerlo, solo que ella me la dio por alguna emergencia o si necesitaba algún lugar para quedarme y que ella no estuviera por equis razón—dijo como si no tuviera relevancia

—y...¿hoy la traes?

*****

Despuésde que Debie se acostara y no cediera al ansiado orgasmo que se retuvo, sesentía tan dolida, por todas partes, pero mas en su corazón, su tonto corazón,su alma, que se sentía partida en dos, por el amor no correspondido que sentía,era una tonta por todo lo que pedía, por todo lo que fantaseaba e imaginaba,aun a las 2 de la mañana no podía dormir,cuando de pronto escucho un ruido enla planta baja, se asusto, se puso de pie y tomo su celular, quería llamar a suapuesto vecino pero por al ver la hora, sintió que seria una tontería y algoirrespetuoso, aparte, pensó ella, había visto la luz de su sala prendida hastalas 12, tal vez estaba con alguna chica afortunada...que no era ella, dejo devuelta su celular y decidió bajar a ver, tal vez era solo un gato o el aire,bajo lentamente hasta la sala que estaba vacía pero vio su puerta, el seguro yano estaba puesto, su respiración se acelerado por el miedo, alguien estabaadentro y no era ni un gato ni el viento, escucho algo en la cocina y fue haciaallá lentamente, abrió lentamente la puerta para encontrar todo en orden yvació, suspiro, tal vez solo se estaba volviendo loca y había olvidado poner elseguro, se dio vuelta pero choco con algo duro como una pared, ella abrió losojos dándose cuenta que no era algo sino alguien, miro hacia arriba, eraalguien muy alto y con un pasamontañas en la cabeza, ella solo pudo hacer loque cualquier chica haría cuando alguien con un pasamontañas la sorprendedentro de su casa a las 2 de la mañana, gritar

Tres no son multitudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora