Capítulo 8

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A la mañana siguiente el sol comenzo a molestar los ojos de Debie, quien parpadeando los abrio, para encontrarse acostada entre dos cuerpos grandes que la abrazaban fuertemente, suspiro, nunca iba a ser nada igual, esto era el cielo y en cuanto se acabaria iba estar mas deprimida de lo que hubiera estado antes, si no habia considerado el suicidio, probablemente lo haria despues si ellos se alejaban ahora, sus pensamientos fueron disipados cuando sintio a uno de los hombres moverse un poco, despertando y unos ojos azules la miraron fijamente con la sonrisa mas bella que habia visto alguna vez.

—Buenos dias princesa.— dijo haciendola suspirar, la voz de Evans siempre habia sido una melodia hermosa para ella, despues sintio unos labios en su cuello y volteo a ver al otro gran cuerpo junto a ella.

—Buen dia bebé, ¿dormiste bien?.—perdio el aire cuando sus ojos se conectaron con los de ella, solo pudo asentir y los beso a ambos delicadamente por turnos.

—Amaria despertar asi toda mi vida...—dijo tratando de no comentar algo mas, no queria presionarlos, pero era lo que ella deseaba de verdad.

—gatita, aqui nos tienes, disfrutalo.—dijo E acariciando su cabello, pero el sabia a lo que se referia perfectamente, aunque el por dentro comenzaba a sentir lo mismo, sabia que por el no iba a haber problema, el le daria todo lo que ella quisiera siempre, pero Jerry...el solo le sonrio, a ambos y salio de la cama, fue al baño y cerro la puerta, Debie suspiro un poco descepcionada.—tranquila amor, estamos comenzando algo un poco fuera de lo normal, dale tiempo para hacerse la idea

—tu...¿tu si quieres esto?.— le pregunto con temor

—si princesa, yo quiero esto.— le sonrio y la beso con mucho cariño, demostrandole todo su amor.— ¿estas segura que estas bien?, ayer caiste casi desmayada a dormir.

—si lo siento, no pude evitarlo, todo me daba vueltas, pero se sentia tan bien...—dijo poniendose roja al recordar los sucesos de la pasada noche, sono su despertador.—Oh dios mio!, es martes!, tengo que ir a trabajar!.—se levanto de prisa y se fue a su closet sacando muchos prendas, hasta que encontro un traje ejecutivo de color gris con playera blanca abajo.—Hay algo de comida abajo si quieren preparar adelante, te quiero, dile a Jerry que a el tambien lo quiero.—el rubio asintio y despues de un corto beso ella se fue, el se levanto y se comenzo a vestir, escucho como ella arrancaba su carro y se iba y el volvio a sentarse en la cama, en eso la puerta del baño se abrio y Evans se levanto enfrentandolo.

—Se lo que diras Romeo, pero ahora no quiero hablar de eso, tengo hambre y un jucio en un par de horas, asi que bajemos a buscar algo de comer.—Evans asintio y despues de que Jerry se vistio bajaron, ya en la cocina mientras Jerry cocinaba unos omelets, Evans servia el cafe.—¿entonces quieres seguir con esto?—dijo ya que se sentaron ambos frente a frente.

—pues no supongo que te rendiras con ella y mucho menos lo hare yo, asi que...si es la unica manera no me molesta.—dio un bocado y lo miro.—¿y a ti?

—creo que pienso lo mismo, aunque no lo se, no es como que pueda ser algo serio ya que es algo imposible, como nos va a presentar a ambos como sus novios o algo mas, no es como que pueda tener lo hijos de ambos, hasta eso, ¿que les diremos a esos niños?!.—Jerry salio de su asiento exaltado.—que piensen en esto como algo serio ¡es una locura!

—hey tranquilo, yo tambien soy hombre, tengo tanto miedo al compromiso como tu, pero....es Debie.—ese par de silabas calmaron al parecer mucho el comportamiento de el vecino, quien suspiro y volvio a sentarse y comer, ninguno siguio hablando, cuando terminaron se levantaron, Jerry se fue a preparar para el trabajo a su casa, para cuando termino, iba a subir a su carro para irse pero algo lo hizo ir hasta la casa de Debie otra vez, al entrar miro a Evans acostado en el sofa viendo la TV, este volteo a verlo y le dio una media sonrisa.—espero que te vaya bien.—Jerry no podria estar mas sorprendido, no sabia si por la accion de el rubio o por lo que le hizo sentir, ya estaba enloqueciendo, eso queria pensar, le levanto la mano en ademan de despedida y salio, fue hasta su carro y se fue al trabajo, Evans se quedo solo en casa, penso por un momento en todo lo que estaba pasando, en que seria dificil para el tambien, y mas si lo dejaban ambos solo, deberia de conseguir un trabajo, pero el los odiaba mucho, busco su camara en la mochila y subio al cuarto de Debie, ella doblo turno ese dia, pero por dentro se sentia tan feliz que no podia negarse a su jefe cuando se lo dijo, aun era medio dia, se le estaba haciendo eterno el dia para volver con sus hombres, estaba mas feliz que nunca, saber que cuando llegara estarian ahi para ella, la hacia dar vueltas y brincar de alegria, Jerry estaba llegando del trabajo, aparcando enfrente de su casa, bajo rapido y se precipito a la casa de Debie, entro y no vio ni oyo a nadie en la sala y cocina, subio lentamente las escaleras y antes de entrar al cuarto de Debie escucho leves sollozos, entro rapidamente para pararse en seco cuando vio a un Evans con los pantalones a la mitad de las piernas masturbandose.—Bienvenido hombre, ¿no sabes tocar?.—pero sin pena siguio.

Tres no son multitudWhere stories live. Discover now