Capítulo 2

2.8K 126 1
                                    

*

Debie solo pudo hacer lo que cualquier chica haría cuando alguien con un pasamontañas la sorprende dentro de su casa a las 2 de la mañana, gritar, pero después de empezar a hacerlo el tipo le tapo la boca y la atrajo hacia el, después sintió otra presencia, alguien mas se acerco poniéndose enfrente, otro hombre alto con pasamontañas, ella estaba petrificada del miedo, la miro con una extraña mirada que ella podría pensar que era ternura y le acerco una mano, ella intento alejarse pero el chico que la tenia agarrada ahora la rodeaba impidiendo que se moviera y el pudo ponerle la mano el la mejilla, acariciándola, ella se sentía tan confundida, dos completos extraños irrumpían en su casa como ladrones y ella se sentía de repente caliente, los hombres se miraron y de un momento a otro ella fue levantada del suelo y aunque se oponía aun seguía aturdida por la tierna caricia, pensando en que la iban a sacar de su casa y tal vez secuestrarla comenzó a patalear, pero al mirar que subían las escaleras y abrían la puerta de su cuarto ella se asusto pero un poco menos de lo que debería...pensando en su fantasía de hace un rato, esa fantasía de cuatro manos tocándola por todas partes, pero no pensaba dejar que en la vida real esto pasara y no iba a permitir que dos extraños lo hicieran, pero cuando se dio cuenta la había puesto en su cama, el que los seguía detrás se le acerco lentamente mirándola directamente a los ojos, ojos que le daban una confianza que no sabia que debía de estar ahí. La idea de salir corriendo llego tarde a su cabeza, después de que el chico se pusiera detrás suyo y la abrazara fuertemente, comenzando a pasar sus manos por encima de su blusa, el otro chico por su parte curioseaba en su mesita de noche, encontrando su juguete, ella se sintió avergonzada cuando el lo encontró y la miro.

—eres un chica muy traviesa—le susurro el hombre que estaba detrás de ella, con una voz ronca y gruesa, ella jadeo cuando finalizo sus palabra y le apretó uno de sus pezones que por una extraña razón estaban excitados...como ella, no debería de estar así, son unos pervertidos, ¡ladrones que entraron a su casa!, ella comenzó a oponerse pero el hombre no le daba opción de levantarse, el estiro sus piernas capturando las de ella y en un momento las abrió de par en par, ella intento quitarle las manos de encima pero el puso las suyas encima de las de ella y comenzó a tocarla junto con sus propias mano, ella gimió sin poder evitarlo, de pronto vio al otro hombre poniéndose enfrente de ella y comenzó a acercarse a ella, ella se quedo sin respiración cuando estaba a unos centímetros de su cara y el solo cerro los ojos besándola, ¡BESANDOLA!

Ella podría haber esperado un golpe y no se hubiera preocupado mas, pero la estaba besando, y sabia malditamente bien, ella sin poder detenerse le siguió el beso, sintiendo al otro hombre meter sus manos dentro de su ropa, una mano hacia sus pechos y la otra...abajo, cuando lo sintio un fuerte gemido salio de su boca cortando el beso, ella miro al hombre enfrente, el no, el miro hacia su compañero y después de un segundo como si lo hubieran ensayado, le quitaron la playera y los pants el mismo tiempo, ella sintió frio y acerco el tipo de atras, el la abrazo con un cariño que ella no sabia porque entraba en este contexto, unos pervertidos estaban en su recamara y...y ella sentía cariño!, el otro chico se puso de rodillas en la cama y se acerco a darle un corto beso, después siguió a su cuello, dejandole marcas, luego bajo a sus pechos, ella jadeo y bajo la vista a el, mientras mordisqueaba sus puntas ella sintió la mano de el chico de atrás entre sus piernas moviéndose en círculos, mucho mejor de lo que ella lo hacia para si misma, ella gimió haciendo la cabeza hacia atrás, apoyándose en un hombro y llenándose de un aroma tan fantásticamente familiar que la aturdio, pero cuando sintio que el otro chico bajaba sus besos a su estomago y despues a su centro se distrajo, el estaba ahí y entonces la vio a los ojos con una mirada malvadamente sexy y encantadora y la primera lamida la toco llevándola a otro planeta en un segundo, se dio cuenta que el chico en su espalda la agarró ya que ella se había encorvado del placer, de pronto el salio de su espalda y la acosto lentamente en su almohada, ella no pudo evitar sentirse con miedo de que se fuera y antes de pensarlo lo tomo de un brazo cuando vio que se levantaba de la cama, el le dio un sonrisa que junto con otro lametazo ahi, sintió ver estrellas, el se acomodo a su lado, al parecer sin intención de irse, se acerco a su oído y cuando ella esperaba oirlo, el solo empezó a lamer y morderla, mientras tocaba sus pechos, ella estaba alcanzando un nivel de placer que no conocía, y después sintió que bajaba de su oreja a su cuello y luego a sus pechos, ella jadeo ante la imagen de esos dos hombres lamiendola, era mejor que en sus fantasías, entonces cuando pensó que no podia ser mejor, dos dedos invadieron su cuerpo y ella no gimió, gritó

—vamos gatita, dánoslo—susurro el chico que estaba en sus pechos, bajando una mano a ella y ella se derritio sintiendo sus caricias mientras el otro la tocaba adentro buscando el punto mas sensible y cuando lo hizo ella se retorcio como nunca antes con gemidos entre cortados.

—no te lo guardes mas bebé, vamos—el tocaba mas ese punto dentro de ella y la miraba retorceser ahi debajo de ambos, y el no sabia porque no le enfadara que el otro tipo la besara y tocara también tanto como el, lo que le enfadaba por dentro es que eso lo excitaba mas, el trato de alejar ese pensamiento viendola no poder resistirse mas, sus paredes se apretaban en sus dedos

—no!, porfavor, dejenme ya!—gritaba pero realmente no hacia nada para detenerlos—no puedo, no debo, nooo—decia a duras penas mientras el placer se le acumulaba mas y mas

—porque no gatita?— dijo el chico que estaba mas cerca de su cara

—no quiero hacerlo si no es con la persona correcta—lloriquio ella tratando de no ceder

—estas en las mejores manos bebé—dijo el chico que tenia sus dedos en su interior, entonces ella abrio los ojos y vio unos ojos azules profundos, esos ojos de confianza, ahi supo que tenia que ser un sueño, otra fantasia, el la beso apasionadamente, fuertemente y sintio que el chico que habló aumentaba sus movimientos y lamia su punto mas delicado, ella gemia en los labios del otro, se senti en las nubes y de repente en el mas alla, disparada a otra galaxia, grito mordiendo los labios de su besador mientras se derretia en un mar de sensaciones que llenaban su cuerpo y la traspasaban por todas partes, abrio los ojos y sonrio, despues todo se volvio negro, entonces desperto, asustada, agitada, estaba ahi en su cama, bajo su sabana, eran las 8 y su despertador sonaba, miro a todos lados, no habia nadie, ella aun tenia ropa, habia soñado, todo era tan real, se sentia de verdad y ella sabia que ni en sus sueños se permitia terminar...era extraño que ahora si, se levanto y despues de un baño frio y un desayuno rapido y salio de su casa, al subir a su coche, le parecio a ver visto el coche de Evans en el garage medio abierto de Jerry, pero lo ignoro y se fue a trabajar.

***

Jerry, regreso a su casa a medio dia, estaba agotado, despues de dormirse a las 4 y despertarse solo dos horas despues, tener que soportar el jucio, que como siempre, ganó, llego a hacerse un cafe cargado y quitarse la corbata que lo estaba ahogando, en cuanto estaba sentandose a tomar el cafe, alguien abrio la puerta de la cocina, Evans, el por poco habia olvidado que despues de su plan malevolo de ayer el se habia quedado a dormir y al parecer se acababa de levantar, con resaca, ya que estaba maldiciendo mientras se agarraba la cabeza.

—di gracias a Dios que no tienes un trabajo con horario obligatorio.

—pero parece que tienes mas experiencia en las resacas, ¿tomas 6 veces seguidas a la semana?—el rubio se sirvio una taza de cafe tambien y se sento enfrente de el castaño

—no, pero se como manejarlo, simplemente piensa en otra cosa que no sea el dolor, como...no se, ayer— dijo viendo a su taza de cafe y tomando un sorbo

—¿crees que estuvo bien?—el rubio parecia un poco confundido y con miedo

—ella casi se desmayo al final, ¡yo digo que estuvo mas que bien!

—me refiero moralmente, se que estuvo perfectamente bien realizado, todo...—dijo el rubio tomando su cafe—pero y si supo que somos nosotros, ¿que haremos?

—¿y si no?

—¡exacto!, y si no, ¿y nos quedamos como dos perdedores en la friend zone para siempre?

—entiendo lo que dices, pero por ahora no podemos hacer ni decir nada, se volveria loca si se lo contaramos, al menos primero tenemos que saber si le gustó.

—voy a preguntarle sobre eso que dijo, de que solo quiere correrse con la persona correcta, no entendí del todo bien

—tienes esas fotos aun ¿o ya las borraste?—pregunto el castaño acabando su cafe

—si las tengo, las borrare, no me agrada tener una tortura como esa

—pasamelas, necesitare eso en las noches—dijo yendo a buscar su computadora portatil dejando a Evans, pensando, ¿en serio estaba dispuesto a que alguien mas tuviera fotos del amor de su vida desnuda para masturbarse?, y lo que mas pensaba era porque no le daba asco la idea de que Jerry se masturbara con las fotos, es mas, sintio una pizca de exitacion como la de la noche de ayer cuando tocaban juntos a su mejor amiga, esto habia sido una locura y el no estaba arrepentido en lo absoluto pero aun asi sabia que no era correcto. 


****

Tres no son multitudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora