Capítulo 5

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Jerry despertó sin ánimos de levantarse de la cama, hoy no tenia ningun trabajo pendiente y con el espectaculo que vio dos dias antes por la ventana, tenia menos ganas de siquiera vivir, era obvio porque no lo penso antes, el la conoce de toda la vida y sabe todo de ella, penso, el apenas hace menos de cuatro años que se habia mudado ella a la casa de a lado y solo cuando necesita ayuda con algo de la casa iba hacia el, el mientras veia toda la escena ya estaba pensando en como se sentiria de mal viendo a sus hijos, viendola casada con el, viendolos viejos y juntos y el, solo como la porqueria que era, ¿porque le dio la libertad a Evans de ganar?, aun no sabia ni porque no se atrevia a ir a partirle la cara, pero no tenia el derecho y ¿que ganaria con eso?, el estaba desecho, se puso un pantalon y bajo de mala gana a comer algo, escucho la puerta y fue hacia halla para encontrarse su peor pesadilla o mejor dicho uno de sus eroticos sueños, era Debie con una blusa blanca, mojada, el trato de no parecer exitado.

—¿me ayudas?—oh si, el iba a ayudarla a mojarla tambien por otras partes.—se averio el grifo de la cocina y me atacó

—hahahaha, ok muñeca, vamos a ver a ese chico malo.—dijo pasando a su lado saliendo de su casa y se dirijieron a la de ella, el penso que no deberia de hacer esto, aun usandolo cuando ya tenia un hombre para ella, entraron y se pararon en la sala, el vio el sofa, ahi la habia tomado y por alguna razon le exitaba la idea de el hacerlo mismo en el mismo lugar.

—voy por unas toallas, ¿puedes ir a la cocina a revisar por favor?—le dijo mientras se iba a su cuarto, el miro la mesa de centro y su celular vibrando sin sonido, era Evans, el celular se detuvo y dejo ver el marcador, 34 llamadas perdidas, algo estaba mal, entonces ¿ella no estaba con el?, ¿o solo habian peleado?, fue hacia la cocina, viendo como estaba casi inundado el cuarto, se acerco, siendo mojado por ese grifo malvado y abrio la puerta del mueble debajo del fregador, y con facilidad cerro la llave, cuando entonces entro Debie.—Wooow eres un buen domador de grifos hahaha.—se acerco y le tendio la toalla, ella tenia otra mas.

—lo castigue por un rato.— dijo mirandola directamente, aun tenia la blusa blanca mojada y se veia su brassier rosa de encaje.— aunque no es el unico que se ha portado mal.—dijo con una sonrisa picara y la trajo fuertemente hacia el.—tu te has portado mal tambien—ella se quedo sin respiracion, pero lo detuvo

—hey chico malo, ¡no me trates asi!, a mi me respetas ¿ok?—pero en cuanto se giro para salir el la atrajo hacia el de espaldas y pego su trasero a un bulto en su brageta y sin poder evitarlo gimio.

—si, yo se que lo deseas bebé.—el actuo rapido recargandola en la mesa de desayunar enmedio de su cocina y de espaldas a ella, el le arranco la blusa y rompio el brassier, ella jadeo, luego le bajo el short y las bragas que llevaba de un jalon y con un mano le acariciaba los pechos y la otra su humeda entrada, ella se agacho pegandose mas a el, gruño y por un segundo la solto para quitarse los pantalones, y sin boxer alguno, estaba desnudo en su cocina, ella voltio a verlo, ¡era un dios!, en toda la palabra, un cuerpo de portada de revistas para chicas, unos pectorales grandes y un six pack que le daba la idea de ir por su ropa sucia y lavarla ahi, no era la primera vez que lo veia pero era la primera vez que se daba la oportunidad de comerselo con la mirada y podria hasta hacerlo con la boca tambien, el de pronto y sin aviso le dio una nalgada, ella grito, pero mas de placer que de dolor.—tienes un trasero hermoso, me gustaria darte por aqui.—ella se levanto alarmada.—tranquila muñeca no lo hare....no hoy.—dijo sonriendo malevolamente sexy, entonces la recosto en la mesa y se dirijio a su entrada, humeda, amenazo con entrar pero no lo hizo, el la despego un poco de la mesa, para pasar su mano a su clitoris a masajearlo, ella se retorcio y se acerco para que el se hundiera, no lo hizo, se hizo hacia atras tambien.

—vamos, damelo ya!—dijo ella gimiendo desesperada

—asi bebé ruegame que te la meta.— dijo antes de darle otra palmada en un lugar diferente que antes, ella se arqueo y jadeo.

—metemela por favor.—dijo ella lloriqueando, nunca penso hablar asi o ser asi, demonios, nunca penso que su fantasia con el se volviera realidad y no iba a desaprovecharlo, claro Debie, si tienes que cagarla hay que hacerlo completamente, entonces cuando el entro de golpe ella grito de placer, y de repente olvido todo, casi al punto de perder la cordura, casi al punto de tener un orgasmo en el instante, el chocaba contra ella rapido, fuerte, salvaje y a ella le encantaba.—Jerry, asi, ¡asi!.—jadeaba, imploraba, casi lloraba.

—oh querida estas tan apretada.—ella rodó lo ojos, ¿que a los hombres les gustaban las mujeres que eran como un agujero negro sin fondo?.—me encanta, dios, siempre te he deseado, muñequita te amo.—dijo al borde del extasis, acompaño sus embestidas con palmadas en sus nalgas y muslos, diferentes lugares, ella se estremecia mas y mas.

—oh Jerry te amo, ¡J te amo!.— y entonces ambos llegaron al climax gritando y desgarrandose, el se acosto sobre ella, mientras terminaba de gotear dentro de ella, beso su espalda tiernamente, y Debie sintio una caricia suave por su cara.—oh E—susurro placidamente satisfecha

—¿E?—demonios, ella volvio a hacerlo, no, es que ella no podia evitarlo, los amaba a ambos y cuando se trataba de fantasias, tambien los queria a ambos en ellas, juntos.—¿como E de Evans?—el salio de ella y la volteo para enfrentarla.

—yo...yo...—para que evitar lo inevitable, penso ella, sabia que un dia los perderia, a ambos, por no poder elegir a ninguno, pero no sabia que de esta manera, sintiendose ella la culpable, de todo.—lo siento.

—oh no mas que yo preciosa.—dijo y se puso los pantalones, saliendo de la cocina, ella se subio el short y se puso su blusa, y lo alcanzo antes de que saliera de su casa.—

—entiende por favor, no queria lastimarte, te deseaba demaciado desde hace mucho, pero...

—entiendo no te preocupes, quedate con tu rubiecito.—dijo y salio azotando la puerta, dejandola completamente sola y mas destrozada de lo estaba despues de que Evans hizo lo mismo a excepcion de asotar la puerta, pero bueno ahora su corazón si estaba completamente destrozado lo habia arruinado.

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Tres no son multitudWhere stories live. Discover now