Capítulo 6

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Evans desesperado despues de mil llamadas desde el siguiente dia de haber tocado a su mejor amiga y saber que nunca podria ser suya completamente, ya habian pasado dos días y decidio subir a su auto y conducir hacia la casa, tenia miedo, no sabia que pasaria, pero queria enfrentarse a ella y saber si lo amaba de verdad o no, fue a la puerta, pero antes volteo a ver a la casa de Jerry, al parecer estaba ahi pues vio su coche, pero no le importaba, entro a la casa viendo el sofa, maldita sea, se sintio destrozado, y vio el celular de Debie ahi en la mesa, con sus 35 llamadas perdidas del dia, entonces escucho sonidos provenientes de la cocina, unos segundos despues supo que clase de sonidos eran, se acerco a la barra de la cocina que estaba cerrada con una cortina de tablas horizontales e inclinadas de madera, el podia ver atra vez de los huecos y lo que vio no supo si lo enojo o lo excito, eran Debie y Jerry, el la tenia tendida en la mesa de desayunar a espaldas de el y el le daba mientras la azotaba, ella se estaba por correr, el no pudo soportarlo asi que se fue rapidamente.

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Debie era un fantasma, vagando en su casa sola, sin nadie a quien llamar o con quien hablar, despues de 3 dias de lo de Jerry, Evans ya no habia marcado, no quizo ni salir al trabajo sabia que su vida estaba arruinada ahora, no queria que la soledad la matara, asi que tomo las llaves y se fue a la casa de sus padres antes de un intento de suicidio, y en cuanto llego tuvo ganas de regresar al ver el coche de Evans estacionado frente a la casa de a lado, al parecer el tambien habia venido a saludar a sus propios padres, si, alguna vez ellos fueron vecinos pero eran solo unos niños, quizo ignorarlo y se encamino a la casa de sus padres toco la puerta y casi se infarta al ver a Evans abriendo, lleno de grasa en las manos y sin camisa, si, un infarto y un colapso entre sus piernas tambien.

—¿Que haces aqui?—le dijo mas sorprendida y excitada de lo que queria admitir

—¡Debie!—grito su madre desde la cocina, corriendo hacia ella.—alfin vienes a vernos, deberias de ser como Evans, el viene a ver a sus padres cada domingo, y hoy se ofrecio a ayudarle a tu papá con el carro, sabes que es una dulcura siempre—dijo despues de abrazarla y pasaron a la sala.—quieres algo de comer, pareces no haber comido en dias, ¿estas bien?.—ella se asusto, tan mal se veia, ¿se le notaba?, vio como Evans la miraba de arriba abajo sin expresion en su cara

—regresare al trabajo Señora Miller, Debs, compermiso—dijo haciendo un ademan de caballero y yendo a la puerta que daba al garage, ahi estaba el auto de papá, ya casi tres años que no se mueve esa cosa y no queria deshacerse de el aun.

—Dime mi niña ¿que pasa?, ¿porque estas aqui?, no es que no me alegre que vinieras, pero casi no lo haces, ¿te sucede algo?

—yo...yo...creo que mi vida esta estable, solo queria estar un rato acompañada

—ay mi niña, me habias contado de tu vecino encantador, ¿porque no le dices tus sentimientos ya? o....—trato de bajar la voz.—porque no lo intentas con Evans, sabemos todo el mundo que muere por ti desde pequeños, ¿no eres ciega verdad?, ¿te compro unos lentes?, soy vieja pero el se ha vuelto un bombom!

—lo se mamá hahaha no estoy ciega, el problema es que no puedo tener a ninguno...—no si no los tengo a los dos, penso.

—bueno tranquila, ya encontraras paz, la comida esta casi lista, ire a servir, por favor ve a preparar la mesa del comedor ¿si mi niña?— ella asintio y su madre se fue a la cocina, ella se acerco al comedor, viendo una mochila tan familiar encima, era la de Evans, con curiosidad la abrio y saco la camara, ella amaba las fotos que Evans tomaba, eran los paisajes mas hermosos, ella comenzo a ver su galeria, el atardecer el lo hacia parecer como si fuera la entrada al paraiso y hasta el trafico de Dallas en mero freeway parecia un hermoso cuadro, el color se le fue del rostro al encontrar una foto suya, una foto donde ella estaba en su cama dormida, sin ropa...su corazon se detuvo, y pudo notar algo negro en una esquina de la cama, un pasamontañas, ¡mierda!, ¡ella no habia soñado!, ellos...escucho ruido y guardo la camara rapidamente y bajo la mochila, acomodo la mesa y vio a un hombre canoso y con la camisa engrasada salir del garage, era su padre, ella sonrio y fue a abrasarlo.

—pequeña te voy a en suciar y te ves muy hermosa.—el siempre la hacia sentir una miss universo, se fue a limpiar y su mamá trajo los platos de comida, para su desgracia cuatro.

—¡Evans ya deja esa chatarra y ven a sentarte!.—le grito su madre.—podrias ir mi niña no se si me escuhce realmente ese hombre no se rinde nunca cuando empieza algo.—ella le asintio a su madre y se levanto caminando al garage para encontrarse a su ex mejor amigo con audifonos y musica de LinkinPark a todo volumen, aun sin camisa, debajo de la camioneta, ella se acerco y se agacho.

—Dice mi madre que vayas a comer ya.—el parecio ignorarla o realmente no escuchaba.—HEY.— lo toco en una pierna, el rapidamente salio y se quito los audifonos.

—¿Que pasa?.—dijo el rubio sin ningun tipo de sentimiento en el.

—la...la comida.—dijo ella tartamudeando, se puso de pie seguida por el quien de limpio un poco con un trapo y entraron a la casa, ella se fue a sentar y el a limpiar mas, cuando ya estaban en la mesa su padre llego con una botella.

—creo que hay que celebrar, esa cosa esta a punto de ceder de las manos de Evans y estas aqui mi niña asi que.—abrio la botella de uno de sus vinos mas viejos y trajo unas copas, comenzaron a comer, y Debie tomaba y tomaba mas vino.—hija tranquila, no te lo vayas a acabar sola.—dijo riendo su padre al verla servirse la octava copa

—dejala, ella lo necesita.—decia su comprensiva madre, leyendo su pensamiento,para cuando terminaron de comer ella bebia de la botella y cantaba canciones de Jose Jose, haciendo reir a sus padres y al parecer a Evans.

—yo creo que ya fue demaciado.—decia su amigo a lado tratando de quitarle la botella mientras ella bebia mas.

—¡No!, quiero mas, calmate.—peleaban por la botella y el la rodeo con sus brazos.

—se ven bien juntos chicos, han pensado en....—decia su madre queriendo ayudarla pero no sabia que iba a empeorarlo tal vez

—si E!, ¿piensas alguna vez en decirle tus sentimientos?.—insistio su padre, ella se petrifico, el tambien tenia sentimientos por ella ¿no?, ¿entonces si la amaba?, Evans evadio el tema y hablaron de otras cosas como que tenia aun que encontrar un trabajo estable, ella sabia que a E, nunca le gustaban los trabajos con horarios, para el su propio trabajo era la fotografia pero nunca se daba la oportunidad de mostrarselas a cualquiera por temor o pena.—¿y tu hija cuando me piensas hacer abuelo?.—decia su padre despues de que E, le contara que su hermano mayor estaba por ser papá

—cuando encuentre a alguien, ¿Evans?, ¿no quieres ayudar?.—decia ella en tono picaro, mientras el efecto del vino la vencia.

—creo que has tomado demaciado princesa, ¿como piensas regresar a casa?

—pues no regreso, puedo quedarme aqui.—dijo ella retandolo

—oh bebé, perdona por no decirte, pero...tu cuarto, lo cambiamos....aunque aun tenemos la cama si quieres quedarte adelante.—decia su madre con delicadeza.—es solo que nunca en estos 4 años te has quedado y pensabamos en algunos planes tu padre y yo.

—no esta bien mamá, no te preocupes.—decia tratando que su madre no se sintiese mal.

—creo que es tarde.—dijo levantandose Evans.—muchisimas gracias por la comida estuvo mas que deliciosa.—entonces el se giro hacia ella.—te llevare a casa.—dijo sin muecas ni señales de algo en su rostro, a ella le afectaba verlo asi con ella

—y que si no quiero.—le dijo dejando la botella y poniendose de pie enfrentandolo, entonces el hizo algo impresionante, cargandola de las rodillas y pasandosela por el hombro

—hasta luego señor y señora Greenwood.

—Hasta luego hijo, cuidala.—decian sus padres, ellos salieron y subieron al coche de ella.

—¡dejame!, ¡no quiero nada de ti!.—decia mientras el le ponia el cinturon de seguridad, arranco y la llevo a casa, en el camino ella lo miraba, el estaba atento a las calles, entonces ella se durmio, cuando se dio cuenta estaba en sus brazos, subiendo las escaleras a su habitacion, la tumbo en su cama y prendio la lampara de su mesita de noche, ella suspiro y lo vio, no se habia parado a mirarlo bien, el tenia ojeras y parecia igual de dolido por dentro que ella.—Evans...en serio nunca te mentí...te amo.— susurro extendiendo una mano, tocando su mejilla, a el le parecio doler su toque y sus palabras, solo tomo su mano y la beso.

—hoyno hablaremos princesa, estas muy ebria y cansada.—le decia mientras laarropaba bajo la sabana.—me quedare hoy aqui si no te molesta.—el se levanto yse retiró de la habitación.

Tres no son multitudWhere stories live. Discover now