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Bonnie nunca había estado más nerviosa de ir a la tienda a trabajar.

Habían pasado ya varias semanas desde lo ocurrido en la tienda, y la rutina de Bonnie era la misma; clases, trabajo, clases, trabajo.

Pero el hecho de saber que un artista como Harry Styles había pisado la tienda, la tenía nerviosa cada que alguien llegaba, le daba bastante ansiedad y su miedo de no poder hablar o hacer algo la ponía muy mal.

Tal vez lo único diferente era que había agarrado el gusto de estar en el mostrador, a pesar de lo anterior, no estaba ahí diario pues Josué seguía atendiendo en ese puesto pero entre el y Francis sabían que le estaba ayudando bastante a Bonnie por lo que aceptaban que ella apoyara ahí.

Eran las pasadas 8 de la noche cuando volvió a escuchar la campanita de la puerta, varias voces la distrajeron de contar el dinero de la caja. Se quedó quieta unos instantes pues estaba sola en la tienda y le asustaba un poco cuando llegaba gente en la noche.

El sonido de su celular se escuchó en la tienda por lo cual se apresuró a quitarle el sonido mientras leía el mensaje.

"hola bo, Francis vino a dejarme una sopa que pondré hacer y puedas venir con el a cenar, espero te guste estoy haciendo tu favorita!!!"

El mensaje de Polly, la esposa de Francis la relajó de alguna forma y le dio bastante tranquilidad a pesar de que las voces de los hombres seguían en la tienda, definitivamente tenía que dejar de ser algo paranoica.

"Disculpa, ¿no tienes de esas sopas..." Un acento marcado la hizo mirar hacia arriba y lo vio; tenía su dedo en la barbilla pensando. "...instantáneas?" El corazón de Bonnie se aceleró cuando la miró a los ojos. Harry. Su respiración de entrecortó pero pudo hablar.

"N-no tenemos, pero hay unas parecidas." Su voz salió algo baja que Harry apenas pudo escuchar.

"Oh, bueno... ¿Dónde están?" Su pregunta fue algo obvia, por lo que Bonnie se puso roja.

"Pasillo cuatro." Harry asintió dándole una pequeña sonrisa agradeciéndole. Si algo odiaba Bonnie de ella era que cuando estaba nerviosa, era demasiado seria y a veces sonreía (más que nada era una mueca) pero parecía que te odiaba o que su día había sido terrible y no estaba de humor. Pero por supuesto que no era eso, tal vez había superado un poco bastante su ansiedad pero ella seguía siendo tímida y nerviosa.

"Serían más cosas pero mis amigos no se deciden entre galletas de chocolate o vainilla." Se rio Harry, quien la miró esperando que ella lo hiciera igual. Pero Bonnie sólo sonrió asintiendo, empezando a guardar su comida en las bolsas. "Así que..." Harry habló y Bonnie se tensó un poco sabiendo que el hablaría más.

"¿Eres de aquí?" Le preguntó observándola.

"Mmh, sí. ¿Tú?" Preguntó de regreso pero enseguida cerró sus ojos a lo tonta que había sido su pregunta. Claro que no lo era, su acento era bastante británico.

Pero Harry rió tiernamente negando. "No, no, soy de Cheshire... Inglaterra." Bonnie asintió sin saber que más decir, le parecía tierno que hubiera dicho de donde era, cuando era casi obvio.

Su compra ya estaba en la bolsa y sabía que se venía lo peor: tenía que mirarlo pues su vista había estado totalmente enfocada en sus manos.

Se veía bien, claro que lo hacía; su cabello estaba alzado en una estilo de pinza, con unos lentes en la capucha, llevaba una sudadera negra encima y no podía ver más abajo. Era algo difícil de reconocerlo por toda la ropa y esos lentes.

"¿Cómo te llamas?" Harry preguntó después de unos segundos.

"Bonnie." Sintió su cara roja y sólo miraba atrás de él deseando que sus amigos llegaran ya.

"Encantado, soy Harry." Su voz salió de la manera más agradable, Bonnie jamás pensó que el fuera así de amigable.

"Una disculpa, esta tienda tiene muchas cervezas y galletas." Uno de los acompañantes de Harry habló dejando sus compras en el mostrador. Bonnie sólo comenzó a agarrar sus cosas para embolsarlas mientras hacía las cuentas. Sentía su mirada sobre ella a pesar que había comenzado hablar con sus amigos.

"Son..." Dejó la frase al aire contando por unos segundos más.

"Está bien así." Harry volvió a interrumpirla dejándole un billete que era bastante grande a diferencia del total de la compra. "Quédate el cambio." Los amigos de Harry sonrieron amablemente y agarraron las bolsas de papel, susurrando un gracias a la chica, no sin antes darse miradas cómplices entre ellos.

"Gracias." Bonnie susurró tomando el dinero. Los chicos se fueron pero Harry se quedó con ella un instante.

"No hay de que, Bonnie." La miró y pensó un momento. "Oye... ¿crees que algún-"

"¡Vámonos Styles! La camioneta está afuera." Le gritaron y ambos miraron a fuera; una camioneta negra los esperaba.

"Lo siento, nos vemos Bonnie." Se despidió dejándola sin palabras. Vio cómo se subió a la camioneta mientras acomodaba su sudadera de tal manera que no lo reconocieran.

Cuando volvió a estar sola en la tienda, corrió a la puerta para voltear el cartel de tal manera que mostrara cerrado.

Corrió por su celular y el dinero que Harry había dejado para empezar a acomodar todo para cerrar.

Su corazón estaba latiendo de los nervios al pensar que le quiso preguntar algo, la duda la estaba matando y más el saber que podían volver a pasar más semanas sin verlo o de plano no verlo jamás.








"¿Es ella?"

"Sí, es ella." Harry bebió de su botella de agua. Mitch rió un poco negando con la cabeza.

"No parece muy interesada en ti, Styles." Bromeó y Harry frunció el ceño.

"¿Por qué?"

"¿En serio?" Lo miró mordiendo una galleta. "La chica apenas y te miró, nunca te sonrió. Parece que te odia, con respeto." Se burló Mitch. "Bueno, tal vez no tanto así, pero eres tú, tal vez las chicas se emocionan porque les hables."

Harry rodó los ojos pero tenía razón, la chica de la tienda (Bonnie) cuando la vio por primera vez, le pareció preciosa. Y sorprendentemente, después de que salió de la tienda no pudo dejar de pensar en su bonita cara por más extraño que pueda sonar eso. Tenía bastante tiempo después de que finalizó su relación, que no veía una mujer así de bonita y que llamara su atención de esa manera.

Seguía yéndose a dormir con el pecho tensó y sintiéndose insuficiente cada noche, escribiendo canciones casi cada día que pasaba acerca de ella. Camille.

Sus días eran monótonos, no podía pensar en otra cosa por mas que quisiera distraerse y terminaba en lo mismo, escribiendo y componiendo. Pero había ido a esa pequeña tienda, había visto a esa chica y ahora quiera conocerla más.

"Igual, no estoy buscando pareja ahora mismo." El tono de Harry fue brusco, causando que Mitch asintiera sabiendo que el tema tenía que terminar ahí y no continuar.

"Lo sé. Viéndolo de otra manera, ella se ve que es linda." Concluyó animándolo un poco. "¿Sabes su nombre?"

"Bonnie." Habló a la vez que comenzaba a escribir ese nombre en su pequeña libreta de canciones.

angel ; harry stylesजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें