CAPÍTULO 8: Adiós bonita...

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~Narra Miriam~
13:30 de la mañana, me acabo de despertar abrazada a Mimi, y aun que me costó recordar el porque estaba ahí, al lograrlo no pude evitar sonreír, pero la sonrisa se me quitó cuando empecé a notar con fuerza el dolor de cabeza que tenía.
Me vestí y fui al baño a lavarme, y no se cuanto tiempo estuve mirando fijamente al lavabo, pero dejé de hacerlo al notar unas manos acariciando mi cintura, las cuales reconocí al momento, era ella, Mimi.
Le dediqué una pequeña sonrisa que ella me devolvió para después dejar un beso en mi mejilla.

Mimi: ¿Como has dormido?
Miriam: Bastante bien, pero me levanté con resaca
Mimi: Normal, no sabes como ibas ayer
Miriam: ¿Tan borracha iba?
Mimi: Tuve que llevarte a vomitar, ¿no te acuerdas?
Miriam: Ahora que lo dices si, pero no recuerdo ir tan mal
Mimi: Parecía que te hubieras bebido una botella entera de vodka -dijo riendo levemente-
Miriam: Joder -reí yo-
Mimi: ¿Y de lo de anoche te acuerdas?
Miriam: Perfectamente -dije esbozando una sonrisa tonta-
Mimi: Y...¿Te gustó...? -dijo mostrándome una sonrisa tímida-
Miriam: Me encantó -sonreí-
Mimi: Entonces...¿Todo bien?
Miriam: Claro -asentí-
Mimi: ¿Desayunamos?
Miriam: Si, vamos
Mimi: Y tómate una aspirina anda -dijo mientras íbamos a la cocina-
Miriam: Mal no me vendría la verdad
Mimi: Toma -dijo dándome una junto con un vaso de agua- café?
Miriam: Si porfa

-Mimi se puso a hacer el desayuno mientras yo me tomaba la aspirina, y en ese tiempo bajó mi prima también-

Ana: Buenos días chicas, ¿Como va la resaca? aun que bueno, ustedes se vinieron muy pronto ¿No?
Mimi: Si bueno, es que Miri iba un poco mal
Ana: ¿Y porque no la llevaste a casa?
Mimi: Porque tú tenías el coche y si hubiéramos andado un poco más Miriam se hubiera dejado los dientes en el suelo
Miriam: No iba tan mal
Mimi: Miriam -rió- ibas fatal, y eso que te llevé a vomitar, que si no hubieras ido muchísimo peor
Miriam: Exagerada -reí y rodé los ojos-
Ana: Ustedes dos cogieron mucha confianza ya ¿no?
Mimi: Nos hemos vuelto a llevar bien -dijo encogiéndose de hombros-
Ana: Ya...y ¿cuánto duró el polvo?
Miriam: ¿Que polvo?
Ana: Segurísimo que echaron uno
Mimi: No digas tonterías anda, que no hicimos nada
Ana: Claro, y yo soy rubia y modelo, os conozco muy bien a las dos, sobretodo a ti enana -dijo mirándome- y se que algo hubo, no solo porque las conozca bien, si no porque las bragas de Mimi estaban en el pasillo
Mimi: Mierda -dijo en un susurro- vale si, hubo algo, ¿Contenta?
Ana: ¿Porque les cuesta tanto admitir que se gustan?
Miriam: Yo me voy a casa -me estaba resultando muy incómoda la conversación, y prefería irme a casa-
Ana: ¿Desayuna primero no?
Miriam: Desayuno en casa, tranquila
Mimi: Déjame llevarte
Miriam: No tranquila, mejor voy dando un paseo
Mimi: ¿De verdad?
Miriam: Si -dije sonriendo leve-
Ana: Ve con cuidado, y avísame al llegar por favor
Mimi: Y a mi
Miriam: Que si, vosotras tranquilas, cuando llegue os llamo a alguna de las dos
Mimi: Vale, te acompaño a la puerta
Miriam: Vale

-Y fuimos a la entrada, y a la hora de despedirnos, no me esperaba que lo fuera a hacer, pero me dio un beso que me resultó muy tierno, y el cual seguí-

Miriam: ¿Hablamos si? -dije sonriendo-
Mimi: Claro -dijo sonriente-
Miriam: Chao -sonreí-
Mimi: Adiós bonita -dijo sonriendo-

-Y me fui hacia casa con la sonrisa más tonta que tenía, y pensando mucho en ella, pero no solo en lo que pasó, si no también en lo que realmente sentía por ella-

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