Olvidemos el pasado

CAPÍTULO 21: ¿Que son estas marcas?

~Narra Mimi~
Al salir del bar me encontré con unos chavales que no tenían muy buena pinta, pero pase a su lado sin mirarles ni decirles nada, pero ellos no se que se pensaron que se me acercaron con ganas de algo que yo no quería.
A ellos les dio igual la de veces que les dije que no, o que me dejaran en paz, lo hicieron y me dejaron sola en aquel callejón, yo no quería avisar a nadie, asi que como pude, llegué a casa y me acosté al lado de Miriam en la cama, la que al notarme me abrazó y por los golpes que tenía, yo me quejé del dolor, y la desperté.

Miriam: mmm ¿mimi?
Mimi: Shh, vuelve a dormirte reina
Miriam: ¿Te duele algo? te has quejado
Mimi: No cariño, duérmete enserio, necesitas estar descansada para mañana
Miriam: ¿De verdad que estás bien?
Mimi: Si peque, tú duerme -dije dándole un beso en la frente-
Miriam: Vale, buenas noches
Mimi: Buenas noches mi niña

Y no se como lo hice, pero logré conciliar un poco el sueño, pero eso duró muy poco, ya que cuando llegaron las 7:00, ósea la hora a la que se levantaba Miri, yo me desperté sin quererlo, y fue cuando no pude ocultarle todas las marcas que tenía debido a lo ocurrido aquella madrugada.

Miriam: Mimi, amor, ¿que son estás marcas? estás llena de moretones
Mimi: Miri yo...tengo algo que contarte...

Le conté todo lo ocurrido y ella simplemente me abrazó, haciendo que yo me sintiera segura en sus brazos.

Miriam: Lo siento muchísimo Mimi, ¿pero porque no me llamaste para que fuera a por ti?
Mimi: No quería preocuparte...
Miriam: Mimi, esto era importante, y me preocupo ahora como me hubiera preocupado anoche
Mimi: Pero no podías dejar a Paula sola...
Miriam: Ya...¿Te duele mucho?
Mimi: No...
Miriam: ¿Segura?
Mimi: -negué- me duele bastante
Miriam: ¿Donde amor?
Mimi: Todo el cuerpo...
Miriam: Escúchame, baja a desayunar, yo levanto a Paula, la llevo a clase y me vengo para llevarte al médico ¿si?
Mimi: Miri puedo ir yo sola tranquila
Miriam: Pero no quiero que vayas sola, es mejor que te acompañe yo por si pasa algo
Mimi: Vale...
Miriam: ¿Voy a despertar a la peque vale?
Mimi: Vale amor

~Narra Miriam~
Un poco en shock por lo que me había contado Mimi, desperté a la pequeña, la vestí y la puse el desayuno mientras hacia el de Mimi, la cual bajó y se sentó a desayunar mientras yo avisaba al colegio de que no iba a poder dar clase hoy, y esperaba a Paula a que cogiera la mochila.
Una vez estuvo lista, la llevé a clase y volví a casa para irme con Mimi al médico.

Mimi: Amor, desayuna primero y ahora vamos, que no has desayunado y a ver si te vas a marear o algo
Miriam: En el médico me cojo algo luego
Mimi: No Miriam, si quieres que vayamos al médico primero desayuna
Miriam: Vale...
Mimi: No quiero que te pase nada
Miriam: Lo se, lo se

Desayuné bajo la mirada de Mimi, y una vez terminé fuimos al médico, pasamos mucho rato en la sala de espera hasta que nos atendieron.

~Narra Mimi~
Una vez entramos a la consulta, le conté todo lo ocurrido a la doctora, aun que tuve algún paron para contenerme las lágrimas.
Tras contarle todo, me hizo una pequeña revisión para saber que todo estaba correcto, y me dijo que simplemente debía descansar, y me recetó unas pastillas por si los dolores no cesaban.

Mimi: Ves como no era nada
Miriam: Pero yo me quedaba más tranquila si venías, además así tienes las pastillas
Mimi: Tenemos que ir a la farmacia a por ellas
Miriam: Pues vamos a por ellas entonces
Mimi: Vale vamos

Fuimos a la farmacia a por las pastillas, las cuales no pensaba tomarme, pero solo por que Miriam se quedara más tranquila, las cogimos.
Después fuimos al colegio a por Paula, y volvimos a casa.

Miriam: Amor vete a descansar, yo me encargo de Paula, y tómate la pastilla
Mimi: Miriam tranquila, luego me echo un rato pero también me apetece estar con Paula, y no tengo sueño ahora
Miriam: Vale, pero tómate la pastilla
Mimi: Después amor
Miriam: Mimi es para que no te duela
Mimi: Solo tengo que tomármela cuando me duela, y ahora mismo no me duele
Miriam: Está bien...

Estuvimos comiendo las tres, y una vez Paula estuvo dormida, Miri y yo nos tumbamos en el sofá.

Miriam: ¿Te duele algo?
Mimi: No amor, estoy bien tú tranquila
Miriam: Es que no quiero que estés mal, y si te duele eres capaz de no decírmelo...
Mimi: Te prometo que si me duele, yo te lo digo, ¿Si?
Miriam: Vale -dijo dándome un beso que yo seguí, y el cual se convirtió en un lío que terminó cuando ambas nos habíamos quedado sin aire-
Mimi: Te amo
Miriam: Y yo