CAPÍTULO 10: No hace falta que pongas excusas para que vaya a verte...

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~Narra Mimi~
Estaba viendo una serie en Netflix cuando me apareció una llamada entrante en el ordenador, así que al ver que era Miriam, lo cogí al momento.

Mimi: Holaa -dije sonriendo-
Miriam: Hola -sonrió también-
Mimi: ¿Lo habéis arreglado?
Miriam: Si, le he pedido perdón y el a mi, ya está todo bien
Mimi: Me alegro
Miriam: Oye ¿ayer porque no estaba Paula en vuestra casa?
Mimi: Mi madre se la ha llevado unos días a Granada, decía que yo necesitaba desconectar y que con Paula haciendo de las suyas no podría, pero vuelven mañana por la tarde
Miriam: Aah vale -sonrió- es que me resultó raro
Mimi: Tranquila, además si hubiera estado Paula seguramente no hubiera ido a la fiesta, no me gusta abusar de la niñera ni de mi madre para que se queden con ella
Miriam: Si necesitas que me quede con ella algún día dímelo eh, yo no tengo problema
Mimi: Gracias reina, pero tranquila, además solo necesito que me la cuiden por las mañanas, y tu no puedes porque tienes baile, así que si está Ana en casa se queda ella, y si no mi madre o la niñera.
Miriam: Bueno, pero si algún día lo necesitas dímelo, la niña es un amor
Mimi: Cuando no la lía si -reí-
Miriam: No creo que sea tan trasto -rió-
Mimi: El otro día me sacó todo el maquillaje y me lo dejó tirado por el baño
Miriam: Son travesuras de niños, seguro que tu también eras así de pequeña
Mimi: Perdona yo era una niña muy buena -dije riendo- cuando dormía pero lo era
Miriam: ¿Ves? -dijo riendo- ahí tienes la respuesta de porque es así de traviesa

Seguimos hablando un rato hasta que escuché que llamaban a la puerta.

Mimi: Pasaa -dije sabiendo que lógicamente era Ana-
Ana: Uy -rió- no sabía que había videollamada de enamoradas hoy
Miriam: Si llego a estar ahí te pego -dijo riendo-
Mimi: ¿Que quieres graciosa?
Ana: ¿Tienes una chaqueta roja?
Mimi: Creo que si, míralo en el armario
Ana: Vale
Miriam: Si no encuentras ninguna yo tengo una Ana
Mimi: Tranquila si yo creo que tengo
Ana: Pero si es una excusa para que vayas tu a por ella y veros idiota, que las indirectas de mi prima me las se todas
Miriam: A veces odio que me conozcas tan bien
Ana: Pues a mi me encanta -rió- te pillo siempre
Mimi: No hace falta que pongas excusas para que vaya a verte eh
Miriam: Pues vente a cenar a casa hoy
Ana: Miriam que tienes gente en casa, cuidadadito con los ruidos
Mimi: Si es que es tonta la tía
Ana: Me encanta vacilaros y lo sabéis -dijo riendo-
Miriam: No hace falta que lo jures
Mimi: Anda déjanos hablar
Ana: Vale vale, ya os dejo, por cierto, Miri mañana en tu casa ¿no?
Miriam: Claro -sonrió- está Inés también
Ana: Genial, nos vemos -dijo cerrando la puerta detrás de ella-
Mimi: ¿Que hacéis mañana?
Miriam: Los domingos solemos comer mi hermano, Ana y yo juntos, y mañana toca en mi casa
Mimi: Ah, por eso Ana no come en casa los domingos
Miriam: Exacto, ¿vienes a cenar hoy?
Mimi: No quiero molestar Miri...
Miriam: No molestas, vente, tu tranquila
Mimi: ¿Segura?
Miriam: Que sii, porfa -dijo haciéndome ojitos-
Mimi: Vale -dije resignada alargando la primera vocal-
Miriam: Bien -sonrió- ven a las 21:00 ¿vale?
Mimi: Vale -sonreí- eres cabezota eh
Miriam: Mucho -sonrió-
Mimi: Anda, voy a comer, que entre unas cosas y otras son casi las 16:00
Miriam: Ostia, mi hermano me mata
Mimi: ¿Porque?
Miriam: Cosas suyas -rió- luego nos vemos
Mimi: Vale reina, chao -sonreí-
Miriam: Adiós guapa -y tras decir eso colgó, yo salí de la habitación y fui a la cocina encontrándome con la comida ya hecha-
Mimi: Lo siento, la próxima vez hago yo la comida, se que me tocaba a mi hoy
Ana: Mimi -rió- tranquila, que no pasa nada por cocinar aun que no me toque
Mimi: ¿De verdad?
Ana: Que sii, además me apetecía hoy
Mimi: Gracias, te amo banana
Ana: Anda vamos a comer
Mimi: Si -dije mientras nos sentábamos a comer-

Olvidemos el pasado Where stories live. Discover now