~Strange Change~ (Izumomo) [TERMINADA]

Capitulo 17

Momo caminaba de un lado a otro, con su mano sobre el mentón con el ceño fruncido. Izuku no dejaba de mirarla, la segunda mientras su cola se movía y sus orejas estaban alerta.

– Mo....

– ¿Como conoces a Nezu? – interrumpió Momo fijandose en el peliverde, el cual bajo las orejas y dejo de mover su cola.– Izuku, responde ahora mismo.

– Uh.... El fue quien me cuido antes de que tu me adoptaras.– contestó con simpleza.– Lo mismo sucedió con Tomaki, Nezu cuida de nosotros hasta que encuentra a la familia adecuada.... Aunque creo que haber adoptado a Tomaki fue una mala idea.

Momo movió histericamente sus manos intentando entender mientras daba vuelta por toda la sala de su apartamento, queriendo conectar los puntos sin verse como una idiota o evitando preguntarle a Izuku algo mas, por que no quería saber nada.

– Estas molesta.– observo Izuku.– Cuando estas molesta agitas las manos y caminas por todos lados.

– ¿Sabes? Iré a buscar a Ochako y me llevaré a Tomaki para que ella le consiga una familia por que tu no esta ayudando y no puedo tenerlos a ambos en la mismo habitación por lo que dijo Nezu.– hablo Momo buscando una correa.– Y que no se te ocurra salir Izuku, en serio.

El peliverde hizo un puchero lloriqueando mientras bajaba sus orejas y metía su cola entre sus piernas, odiaba que su azabache le prohibiera hacer algo u ordenar ciertas cosas.

Momo salió con Tomaki agitando su cola y ladrando feliz, mientras que el debería quedarse en esas cuatro paredes aburridas. O eso creyox tan pronto su novia se fue, Izuku fue en la búsqueda de All Might para divertirse, además de morder el hueso de goma h perseguir su cola.

Mientras tanto, Momo intentaba pensar una buena forma de solucionar lo que estaba pasándole y lograr entenderlo de alguna forma u otra. Miel al perrl que olfatean todo con curiosidad y agradecía que no le hablara o se haya convertido en algún humano como Izuku.... O Midori.... ¿Izuku? Ni siquiera lograba llamarlo bien, le entraba el pánico.

Camino hasta el edificio donde Katsuki vivía, si era su uniforme opción para que Izuku estuviera bien, lo haría. Presiono el boto del quinto piso y espero que el cenizo respondiera para dejarla pasar. Sabiendo de memoria el camino. Solo qie sintiendo atrapada mientras subía con Tomaki, como el perro la miraba impaciente hasta que las puertas del elevador se abrieron y Momo pudo respirar en paz. Avanzando por el pasillo, la azabache se detuvo en la puerta con el número diez clavado en ella. Dio unos cuantos golpes antes de ver al cenizo y su gran sonrisa.

– ¡Momo!

– Toma, feliz cumpleaños, navidad, jánuca, san valentin, pascua y todas las demás festividades que existan.– apresuro a decir metiendo a Tomaki dentro del apartamento.– Buenos días.

Sin darle mas respuesta, se fue de allí dando zancadas hasta el elevador. Volviendo a encerrarse en el elevador, dando un pesado suspiro al ver las puertas cerrarse.

– Okay, Tomaki este lejos e Izuku va a estar bien, si.... El estara bien.– murmuro para si antes de salir del lugar.

Lo que jamás creyó era encontrarse con Ochako y Kaminari a punto de .golpear la puerta de su apartamento, Momo chillo horrorizada y corrió para encararla. Ochako levanto una ceja al ver la sonrisa nerviosa junto a la pequeña risa por parte de la azabache.

– ¿Momo?

– ¡Ochako, hey! Un.... ¿Qu-que haces aquí? Me refiero aqui en mi casa ahora, ¿Por que? – balbuceo la azabache apoyando su espalda en la puerta.

– Pensaba invitar a Izuku al parque, ya sabes, que corra un poco y....

– ¡No puede! E-El esta muy enfermo y debo cuidarlo, otro día.– apresuro a decir empujándolo lejos.– ¡Adios!

Busco las llaves y entro cerrando la puerta en la cara. Se sentía mal por haberle hecho eso a Ochako, pero teniendo a Izuku en aquel estado, no podía dejar que alguien. lo viera.

– ¡Izuku, regrese! – exclamó dejando la llaves para buscar a el peliverde.– ¿Izuku?

–¡Momo! – exclamó feliz el pelkverde soltando  peluche.– ¡Estas aquí!

Izuku salto de la cama para abrazarla, su cola se movía alegremente mientras besaba la mejilla de la albina.

– ¿Todo esta bien?

– .... Si.