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Unos días más tarde



Me desperté totalmente cansado a causa de estar anoche mirando Instagram el perfil de Elisa. En las cuatro publicaciones que tenía, salía increíble. Daba igual la postura, la cara que pusiera, salía igualmente preciosa.

La última vez que la vi, fue cuando fuimos a su casa a la pileta y nos quedamos a dormir. El resto de días no salía, al igual que Daniel. Los dos andaban desaparecidos desde ese día, y yo lo único que hacía era salir con Sol por las tardes y por las noches mirar sus fotos, recordando las sonrisas que ponía, ya que nunca dejaba de sonreír.

A Elisa no la escribía para ver si salía porque me daba un poco de vergüenza escribirla, cuando nunca habíamos intercambiado una palabra por WhatsApp, solo hablábamos en persona. Cosa que recurrí a preguntar a Daniel, que este me ponía las misma excusa de siempre: "Lo siento tío estoy ocupado, tengo cosas que hacer."

Ya dejé de insistir, lo dejé estar, que salieran cuando quisieran. No quería ser un grano en el culo preguntando todo el rato.

Bostecé y me restregué los ojos para seguidamente levantarme. Fui al baño a hacer mis necesidades y ya cuando salí, cogí mi móvil y bajé a desayunar. Recibí una llamada entrante de Sol, cosa que acepté y lo puse en altavoz.


- ¿Valentín salís hoy?- abrí la heladera y bufé al no encontrar absolutamente nada

- Si, aunque me vas a tener que acompañar a hacer la compra porque no tengo ni para comer hoy- largué una carcajada al igual que Sol

- Va, por lo menos hacemos algo- cogí una manzana que era lo único que tenía, cogí un cuchillo y empecé a pelarlo quitando la cáscara

- Vení y me haces compañía, que estoy muy solo- hice un puchero inconscientemente como hacía cuando quería algo aunque no me viera

- ¿Querés que traiga algo para comer?- largó una carcajada

- No hace falta, pedimos comida china a domicilio- saqué un plato y partí la manzana a cachos para dejarlo ahí

- Dale en quince minutos caigo en tu casa- asentí sin que me pudiera ver y colgué la llamada


Cogí mi plato con los cachos de la manzana y me senté en el sofá del salón. Cogí el mando de la tele y lo encendí para ver la tele mientras comía.


(...)


- No jodas Sol, termina ya de comer que llevas más de una hora para comer cuatro mierdas- me quejé mirando como comía super lento saboreando la comida

- Quiero saborearlo bien, está muy bueno- cerró los ojos con una sonrisa disfrutando de su comida

- Tengo que hacer la compra boluda, que no tengo ni para alimentar a una pulga- insistí metiéndola más prisa

- Que si- puso los ojos en blanco y sonreí al ver que comía como una persona normal y no saboreándolo durante un minuto- Pero todavía es pronto para que abra el supermercado- inquirió mirándome

- Pronto dice- la miré gracioso mientras la enseñaba la hora de mi móvil. Eran las cuatro y media de la tarde y yo ya terminé hace una hora de comer, cosa que ella no

- Fíjate que me da igual la hora que es, la comida hay que saborearla para disfrutar más de ello- asintió dándose la razón, cogiendo un trozo de sushi y metiéndoselo en la boca para poner una cara de satisfacción cerrando los ojos


Bufé poniendo los ojos en blanco y cambié el canal que teníamos puesta para poner yo otra cosa y así entretenerme con algo mientras terminaba.


- ¿Cogiste dinero?- lo pensé unos segundos hasta que negué. No había cogido- Y a que esperas para llevar- negué mientras se me ocurrió una cosa en la cabeza. Saqué mi cartera y cogí la tarjeta de crédito para mostrárselo

- Hay una cosa que se llama tarjeta de crédito, con esto lo pones en la maquinita, tecleas unos números y pagas- hablé explicándoselo como a un niño pequeño. Me reí al ver la cara que puso de culo

- Me quedó claro- puso los ojos en blanco y se limpió con una servilleta la boca- Terminé- apagué la tele rápidamente y me levanté de un salto para empezarla a aplaudirla- Tira anda- se levantó y me empujó un poco- Vámonos- asentí y cogí mi móvil y las llaves y lo guardé en los bolsillos de mi pantalón


Cerré la puerta al salir y emprendimos nuestro camino hasta el super hablando de cosas triviales. Llegamos y entramos los dos adentro hasta introducirnos por los pasillos. Me paré en el sitio y abrí los ojos como platos al recordar no hacer una lista con todos los productos que tenía que comprar. Sol se paró y se giró para mirarme confusa, cosa que yo sonreí nervioso.


- Que hiciste ya Valen- se cruzó de brazos alzando una ceja

- Se me olvidó hacer la lista con lo que tenía que comprar

- Mirá que tenés la inteligencia justa para pasar el día- negó con la cabeza

- Da igual, en si me falta de todo, no tengo nada en la heladera- me hundí de hombros

- Ya te ayudo yo a coger algunas cosas, vos mientras coge lo que utilices normalmente- asentí y cada uno se separó con un carrito de la compra


Fui por los pasillos donde había lo que me gustaba y cogí lo necesario. Llegué a un pasillo donde era todo dulce y mi vista por inercia fue a los Kinder bueno. Me acerqué como un niño pequeño y cogí un paquete con toda la ilusión del mundo.

Me encantaba los Kinder, me parecía de lo mejorcito. Lo dejé en el carro y fui a la cola para pagar. Vi que había una cola bastante corta así que fui ahí. Miré los alrededores para ver si encontraba a Sol, pero me equivoqué, encontré una escena que me molestó bastante.

Agarré con fuerza el agarre del carrito intentando calmarme. Fue inútil, seguía con toda la bronca posible. Estaban en otra cola Daniel y Elisa mientras se reían y dejaban sus cosas en la cinta para pagar.

Por eso no salían ambos, porque estaban los dos juntos.

Di un pequeño brinco al sentir unos toquecitos en mi hombro, me giré asustado y suspiré para poner una cara de orto.


- ¿Y esa cara que me llevas?- dejó en la cinta las cosas que había comprado

- ¿Vos sabés por qué no sale Elisa?- terminó de dejar sus cosas y me miró para seguidamente negar- Mirá allá- señalé con la cabeza donde estaban la pareja


La cara de Sol era totalmente de disgusto y decepción, al igual que la mía. Me miró sin entenderlo para luego mirar de nuevo a la pareja.


- No lo puedo creer- negó decepcionada- ¿Tantas mentiras solamente porque querían estar solos?- me miró incrédula

- Yo también me hago la misma pregunta- miré a Elisa que pagaba mientras que Daniel cogía alguna bolsa

- Voy a hablar con Elisa en cuanto la pille sola- dijo en un tono firme

- Yo le diré unas cuantas cosas a Daniel, pero ya otro día, paso de discutir- negué y miré al cajero ya que éramos los siguientes


Esto no iba a quedar así. No iba a dejar que Daniel me mintiera en mi puta cara y que se fuera de rositas con Elisa. Dejándonos a sus propios amigos solos creyéndonos sus mentiras, para después irse con una mina que la conoce de una semana.


Melifluo (Wos) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora