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Miré por la ventanilla unos segundos, confirmando que estábamos en el lugar de quedada. Sol estacionó en un hueco que había entre otros dos coches, apagó el coche y salimos ambos para dirigirnos al bar no sin antes que Sol se asegurara de que el coche estuviera cerrado.

Cruzamos al otro lado de la calle mirando a ambos lados de la carretera por si venía algún coche. Dimos unos pasos más hasta que llegamos a la puerta del bar.

En ese bar quedábamos Daniel, Sol y yo cuando nos aburríamos y no teníamos que hacer absolutamente nada. El bar tenía un ambiente bastante moderno, ponían música tipo para una joda y eso atraía a gente joven, por ejemplo, nosotros.

Sol abrió la puerta de madera de la entrada, ya que era la primera. Primero pasó ella y luego ella aguantó la puerta para que pudiera pasar. A lo lejos pude disipar a Daniel dando un trago a su cerveza moviendo el pie nervioso, y a Elisa que miraba el móvil. Íbamos Sol y yo acercándonos a su mesa hasta que ambos se dieron cuenta de nuestra presencia y alzaron la vista a la vez.

Observé que Daniel estaba bastante apagado a como es en realidad, como que estaba decaído. Por unos instantes sentí lástima por él, no quería que estuviera mal. Al conectar ambos miradas, a Daniel se le escapó una pequeña sonrisa al igual que yo. En el fondo le echaba de menos, era mi mejor amigo al igual que mi hermano.

Me senté al lado de Daniel quedando enfrente de Elisa, que ni la miré en todo el rato, solo miraba a Daniel que era el que más me importaba ya que la morocha no la conocía tanto. Miré a Sol que esta estaba intentando llamar al camarero para que nos atendiera.

Estaba muy incómodo, nadie hablaba en todo lo que llevábamos aquí, era un total silencio. Aparté mi vista de la mesa para ponerla en el camarero que había llegado.


- Una cerveza- pidió Sol. El chico asintió y se lo apuntó en su pequeña libreta

- Yo una Cocacola- pedí y el chico asintió

- ¿Algo más?- miró el camarero a Daniel y a Elisa, que ambos negaron ya que aún tenían sus bebidas. El camarero asintió y se marchó de nuestra mesa dejándonos de nuevo en un silencio incómodo


Miré por primera vez unos segundos a Elisa, que esta me estaba mirando mordiéndose el labio nerviosa. Al ver que la pillé mirándome apartó su vista de mi y cogió su bebida para dar unos cuantos tragos. Apareció el camarero con nuestras bebidas, nos las entregó a cada uno y Sol pagó lo de ambos, cosa que yo la miré mal. No hacía falta que pagara ella lo mío. Al ver mi cara Sol de orto, se hundió de hombros graciosa cosa que yo puse los ojos en blanco para largar una pequeña risita.

Cogí mi vaso y le di un trago para seguidamente dejar el vaso de nuevo en la mesa y mirar a Daniel que había carraspeado para llamar nuestra atención. Ahora empieza la charla.


- Bueno- empezó hablando un poco nervioso- Antes de nada quería pediros de nuevo en persona disculpas a vos y a Sol- me miró y luego a Sol- Os tendría que haber explicado todo desde un principio y no habernos comportado como tremendos giles que somos- miró a Elisa que esta asentía dándole la razón- Lo que menos quería era discutir con vosotros pero no sabía cómo hacer para quedar con Elisa solamente nosotros dos solos- le interrumpí

- Molestó Daniel y bastante, Sol y yo te escribíamos mensajes todo el rato para ver si quedábais y siempre ambos poniais la misma excusa- expliqué mi punto de visión

- Ya llegó un momento que pasábamos de seguir insistiendo, ya nos llamaríais o algo por el estilo- añadió Sol a lo que asentí

- Y lo sentimos mucho- habló por primera vez Elisa. La miré atentamente- Queríamos quedar nosotros dos a solas pero no sabíamos cómo decirlo, y por eso siempre poníamos excusas de que no podíamos y estábamos ocupados, porque no se nos ocurría decir desde el primer día que queríamos quedar solos, no queríamos que os enfadárais- me miró y pude notar cierta pena en ellos. Miré a Daniel y vi que estaba arrepentido al igual que Elisa


Suspiré y miré a ambos.


- Yo no me iba a molestar porque quedarais solos, al revés, me alegro por vosotros- mostré una pequeña sonrisa- Lo que me molestó es que no nos dijerais la verdad y siempre decíais la misma excusa

- Tiene razón Valen, es vuestra vida privada y podéis hacer lo que queráis, nosotros no somos quienes para judgaros- me miró Sol y luego a Daniel y a Elisa- Lo único haber dado alguna explicación porque estábamos preocupados, nos enteramos porque os vimos en el super comprando vosotros solos. ¿Sabés cómo sentó que tus propios amigos te mientan en tu cara y les veas luego por ahí riéndose?- dijo esto último en un tono bastante serio y firme


Miré a la pareja que ambos negaron totalmente arrepentidos. En eso último tenía razón Sol, fue eso lo que nos sentó mal, que quedaran ellos dos solos me daba igual, era que nos mintieran.


- De verdad que lo sentimos mucho, no queremos tener malos tratos con vosotros cuando vosotros dos sois como mi familia- nos miró Daniel a Sol y a mí- No lo volveremos a hacer, a la próxima os lo diremos sin ningún tipo de excusa ni nada, os diremos la verdad- miré a Sol que esta me miraba diciendo que ya está todo bien. Suspiré y asentí mirando a Daniel y a Elisa

- Está bien- vi como el rostro tanto de Daniel como el de Elisa se iluminaban. Se merecían que les perdonemos- Pero a la próxima avisad- di un palmazo en el muslo de Daniel a bromas

- Hecho- asintió Daniel con una sonrisa pasando su brazo por mis hombros, atrayendome a él


Sonreí inevitablemente. Ya estaba todo solucionado, ya estaba todo bien como siempre. Bebí el último trago de mi vaso y saqué de mi bolsillo la caja de tabaco con el mechero.


- Voy afuera a fumar- avisé y se levantó de la nada Elisa

- Te acompaño- asentí un poco extrañado y salimos ambos en silencio hasta la calle donde corría un poco el aire


Saqué un cigarro de la caja y se lo extendí a Elisa, que esta lo aceptó. Saqué otro para mí y lo prendí, para seguidamente pasarle el mechero a Elisa y que se lo encendiera. Dio unas cuantas caladas hasta que me extendió mi mechero. Lo guardé y miré al frente viendo a las personas pasar. Di una calada y solté el humo acumulado al exterior.


- Valentín- me giré a verla extrañado de nuevo, me había llamado por mi nombre completo ya que siempre me llamaba por un diminutivo- ¿Te molestó que hubiese quedado con Daniel?- dijo en un tono bajo y suave

- ¿No, por?- alcé una ceja y le di una calada de nuevo. No me había molestado en lo absoluto, bien por ellos que su relación prosperaba

- No, por nada, da igual- negó con la cabeza un poco triste a mi parecer. Dio unas cuantas caladas y tiró el cigarrillo para seguidamente entrar sin esperarme


Fruncí el ceño por su extraña actitud y di una última calada al cigarro para tirarlo al suelo y pisarlo. No entendía porque se había puesto de esas maneras, porque había actuado así. A lo mejor es que le gusto. Negué quitando esos pensamientos, como iba a gustar de mí Elisa cuando estaba quedando con Daniel.

Largué una pequeña risa por mis pensamientos tan absurdos y entré de nuevo al bar para sentarme en mi sitio. Aunque a decir verdad, ¿Que tan malo sería que la gustara?

Miré a Elisa que esta estaba hablando con Daniel y Sol de lo más entretenida con una sonrisa en la cara.

No me importaría quedar con ella, es una mina que sabe escuchar y que es muy buena persona, pero aún así no podría, a Daniel la gusta al igual que ella a él, no podría interponerme en su relación y volver a discutir con ellos.

Dejé de pensar en Elisa y me uní a la conversación que entablaban.


Melifluo (Wos) Where stories live. Discover now