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Una luz pequeña proviniente de mi móvil se encendió sucesivas veces. Me estaban mandando mensajes. Agarré el móvil y encendí la pantalla viendo mensajes del grupo que tenemos Daniel, Elisa, Sol y yo.

Puse la contraseña de mi móvil y entré en el grupo, viendo varios mensajes diciendo de quedar.


«Venid a mi casa si queréis, no me importa»

Fue el último mensaje que tenía, que era de Elisa.

«O podemos ir a algún bar a tomar algo»

Sugirió Sol.

«Esa es, así no molestamos»

Contestó Daniel.

«A mí como queráis, no me molestáis y tengo cerveza para tomar algo»

Respondió Elisa.

«Que decís»

Dijo unos segundos más tarde.


Ninguno de nosotros respondía, y en especial yo, que no hablé en ningún momento. Que se comieran ellos el marrón y decidieran.

El grupo se quedó en silencio unos minutos hasta que habló Sol.


«Está bien, nos vemos en tu casa en un rato»

Finalmente respondió Sol por Daniel y por mí.

«Perfecto»

La respondió Elisa


Suspiré y apagué el móvil para dejarlo en la mesita. Coloqué mis manos por detrás de mi cabeza, como si fuera una almohada, y miré a la televisión que estaba apagada.

Iba a ver a Elisa después de coger con una mina en el boliche de hace escasos días, y encima viéndome ella completamente con Iris.

¿Que iba a estar incómodo? Seguro, ¿iba ser capaz de mirarla a lo ojos? Lo dudo, iba a hacer lo posible para no mirarla a esos ojos que me atrapan con solo tener escaso contacto visual.

Volví al presente cuando mi móvil de nuevo empezó a vibrar, sonando después el tono de llamada que me venía ya puesto desde que lo compré. Cogí el móvil y miré quien me llamaba, Daniel. Apreté el botón verde para ponérmelo después en mi oreja.


- Enano- le saludé- ¿Que pasó perri?

- Te paso a buscar en cinco minutos a tu casa en coche. Estate listo porque en lo que voy a tu casa ya han pasado cinco minutos- asentí sin que me pudiera ver

- Va- colgué la llamada


Dejé el móvil en la mesa y fui a mi habitación. Entré al baño y me peiné un poco para seguidamente echarme perfume. Ya estaba cambiado. Agarré las llaves de mi casa de la mesita de noche de mi habitación y bajé al salón a coger mi móvil, para seguidamente salir de mi casa dando un pequeño portazo.

Miré a los lados hasta que pude disipar el coche de Daniel acercándose a mi casa. Me acerqué un poco más en su dirección hasta que me vio y paró al lado mío. Fui hasta el coche a pasos rápidos, ya que venían coches detrás, y entré adentro poniéndome el cinturón de seguridad.


- Ñeri- me saludó Daniel

- Bombón- me giré a verle y guiñé mi ojo de forma sexy, causando su carcajada. Sonreí y volví mi vista al frente viendo a los coches y casas.

Melifluo (Wos) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora