Harry tiene un amante, diez años menor que él .
Louis, su esposo, se cansa de sentirse miserable y le pide el divorcio.
Se dicen muchísimas cosas, cosas de las cuales Harry se arrepentirá extremadamente pronto y de las cuales no podrá escapar.
Po...
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[Brindo por los están aquí hoy. Brindo por los que perdimos en el camino. Porque las bebidas traen de vuelta todos los recuerdos y los recuerdos traen de vuelta recuerdos que te traen de vuelta a ti] ❖ Memories - Maroon 5
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Harry PDV
Las luces de la calle ingresan a la habitación por los grandes ventanales que hay frente a la cama. Las cortinas abiertas de par en par son la razón de la iluminación golpeando el rostro de Harry. Pero no puede importarle menos, no se ha movido de la cama desde que llegó hace un par de horas atrás y no piensa hacerlo pronto.
Se siente exhausto, mental y físicamente. No deja de pensar en las palabras que sus hijos pronunciaron en el juzgado, no puede quitarse de la cabeza las miradas tan despreciables que le dedicaron y la indiferencia con la que se dirigieron a él, casi como un desconocido. Harry es totalmente consciente de que se lo ganó, de que el causante de todo lo que sucede con sus hijos el día de hoy es debido a él, a sus actitudes y a sus acciones. Pero eso no evita que duela. Porque lo hace, duele como el infierno.
Las lágrimas vuelven a caer, pero no tiene la fuerza necesaria para alzar su mano y limpiarlas. Así que simplemente se queda allí, en su cama, sin fuerzas y sintiéndose tan mal consigo mismo como sea posible. Su mente está hecha un lío, ha estado horas y horas pensando en todas las cosas que hizo, que no hizo y todo lo que dijo.
Comenzó desde que supieron que tendrían a Kyler. Harry recuerda muy bien, como fue él quien le propuso a Louis comenzar una familia, tener hijos y establecerse en un lugar fuera del caos de Los Ángeles. Louis estuvo de acuerdo, porque le amaba y porque estaba realmente feliz de comenzar su vida juntos y siempre había querido hijos. Así que lo hicieron y ahí comenzó todo. Harry recuerda lo lejano que fue durante el embarazo, luego cuando el bebé finalmente estuvo en casa, solo estuvo a su lado unas semanas antes de volver a Los Ángeles a escribir.
Louis nunca se quejó, jamás le dijo que trabajase menos o que lo dejara. Calló todo y se encargó de los chicos, cuando fueron dos y luego tres, porque sabía lo mucho que su esposo amaba lo hacía. Y Harry... Harry se hacía cada vez más ausente, cada vez más malhumorado, más adicto a lo que hacía. Sintiéndose atrapado en su familia, no queriendo ir a casa porque no toleraba el ruido que sus hijos hacían al jugar, al llorar o al gritar, odiando la forma en la que Louis siempre estaba cansado y ya no se cuidaba tanto como antes. Era todo extraño para él, a pesar de que quería a sus hijos y amaba a Louis, se sentía incómodo con ellos, como si no perteneciera allí. Y cuando su música alcanzó muchísimas popularidad y comenzó a escribir para otros artistas también, fue todo. Pasó mucho menos tiempo en casa y más tiempo en su apartamento en Los Ángeles. Se rodeó de gente famosa, más joven y más fresca, fue a muchísimas fiestas y entregas de premios, solo. Porque Louis estaba en casa, pero siempre tenía un mensaje de felicitaciones, de buena suerte o de que lo lograría la próxima vez. Casi no se llamaban, ya que Harry pocas veces podía contestar el teléfono, por diversas razones.
