Harry tiene un amante, diez años menor que él .
Louis, su esposo, se cansa de sentirse miserable y le pide el divorcio.
Se dicen muchísimas cosas, cosas de las cuales Harry se arrepentirá extremadamente pronto y de las cuales no podrá escapar.
Po...
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[Tocarlo fue como darse cuenta de que todo lo que alguna vez quisiste estaba justo ahí, delante de ti. Memorizarlo fue tan sencillo como saber todas las palabras de tu vieja canción favorita. Pelear con él era como intentar resolver un crucigrama y darte cuenta de que no hay respuesta correcta. Arrepentirse de él fue como desear no haberte enterado nunca de que el amor podría ser tan fuerte] ❖ Red – Taylor Swift
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Louis observa el reloj que está colgado en la pared, el cual marca las seis y quince de la mañana. Suspira, acomodando su cuerpo en la incómoda silla donde está sentado desde hace horas, preguntándose qué sigue haciendo allí, porque siquiera continua preocupado por él.
Ya habló con Anne, quien en un tono condescendiente y frío como siempre, le informó que le tomaría un par de días llegar ya que está bastante alejada de los Ángeles, también le informó que llamaría a Gemma para que vaya a verle, a ver si su hija mayor puede dejar sus labores e ir a visitar al irresponsable de su hermano. No pudo comunicarse con el mejor amigo de Harry, un tal Mich al cual realmente no conoce.
Louis está totalmente consciente de que debió irse en cuanto le informó a Jessica Johns que la madre y posiblemente la hermana de su ex esposo estarían de camino hacia aquí. Pero aún no se ha marchado y puede ser porque el médico que operó a Harry aun no viene a informarle sobre su estado.
O al menos eso se dice para mantenerse sereno.
Cansado, Louis se pasa sus manos por el rostro, intentando quitar un poco del sueño que está inundándole. A pesar de que se ha tomado tres tazas de café en las últimas horas, está teniendo mucho sueño y puede deberse a que la calefacción en esta habitación es demasiado agradable y eso está empeorándolo. Le da una mirada a su teléfono, el cual está sobre el escritorio, en espera de la respuesta al mensaje que le envió a Kyler hace unos minutos atrás, para avisarle que aún no regresaría a casa, pero que estaría allí para cuando volviesen de sus actividades por la tarde.
Louis se acomoda, una vez en más en la silla, intentando que su trasero deje de doler. Cierra sus ojos por un momento, suspirando despacio, dejando que el sueño gane poco a poco. Pero su tranquilidad y estado somnoliento no dura mucho, porque la puerta de la oficina es abierta con un poco de brusquedad, para ser sinceros. Louis se asusta por el sonido repentino que ha llegado a sus oídos, pegando un bote en su asiento y abriendo con rapidez sus ojos, volteándose para ver qué ha pasado. Es allí donde ve a un médico de unos cuantos años más que él ingresando al lugar. Parece cansado, incluso más cansado que Louis y eso es decir mucho. Trae una carpeta en una de sus manos y una taza de café en la mano que tiene libre.
—¿Señor Tomlinson? —Pregunta viéndole.
—Sí—contesta, estirando su mano y recibiendo el apretón de mano que el médico que le da.
