IV

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A la mañana siguiente Seokjin se despertó gracias a un par de rayos que se filtraban por una esquina de la ventana.

Con un suspiro se giró para ver a Namjoon, quien dormía en el otro extremo de la cama hecho una bolita.

Al menos no habían despertado como la última vez que durmieron juntos, en un desorden de brazos y piernas.
Estirándose un poco se levantó y salió de la habitación después de acomodar la cortina para que la luz solar no molestara al menor.

Media hora después, el olor a café despertó a Nam, quien se acercó a la cocina como un cachorro olfateando todo, con los ojos aún entrecerrados y el cabello revuelto.

- Wow, hyung ¿A cuántas personas invitaste a desayunar? - Namjoon se sorprendió al ver en la mesa fruta picada, tostadas, huevos, pastel de chocolate, jugo de naranja y café.

-Te dije ayer que te haría un gran desayuno - dijo Jin un poco avergonzado - Ven, siéntate.

Luego el día pasó algo lento ya que Namjoon seguía en un estado taciturno y así se mantuvo el lunes también.

Continuaron durmiendo juntos porque según el menor la cama era grande y ellos eran amigos, no habían motivos para que el castaño se detrozara la espalda durmiendo en el sofá.  Aunque cada día guardaban su distancia en la noche, durmiendo en el extremo más alejado uno del otro.

El martes fue un cambio de 180 grados para el ánimo de Namjoon, ya que se levantó temprano y después de ducharse y cambiarse invitó a Jin a dar un paseo caminando para después tomar desayuno en el pueblo.

-¿Estás listo para hablar? - preguntó Jin mientras daba un sorbo a su café.

-Si, creo que me siento más que nada decepcionado y perdón pero también creo que odio un poco a tu hermana - el mayor asintió y le hizo un gesto para que continuara hablando - Yo quizás la empujé un poco a eso porque no le prestaba la atención suficiente, pero ella lo hizo peor porque debería haber terminado conmigo antes de la boda ¿Puedes creer que estuve a punto de sacrificar mi felicidad por ella? Yo tampoco estaba muy seguro pero si estaba dispuesto a continuar y cuidarla.
También creo que tú deberías compensarme ya que igual tienes un poco de culpa.

-¿Yoooo? ¿Que hice yo? Yo no te engañé - "yo jamás te engañaría" pensó.

-No lo hiciste, pero después de todo yo comencé a salir con ella sólo porque tú me insistías mucho. En ese tiempo a mí me gustabas tú y pensé que quizás había interés de tu parte, pero después descubrí que era solo porque estabas haciendo de cupido. Me sentí tan estúpido que empecé a salir con ella porque de verdad me agradaba y físicamente se parecía mucho a ti, después por supuesto noté que eran distintos y me empezó a gustar por lo que ella era. Yo no me di cuenta cuando empezamos a salir más seguido, a pasar la noche juntos. Cuando tu padre comenzó a insistirme con el compromiso, fue todo tan rápido que nunca tuve tiempo para pararme a pensar si era lo que de verdad quería. Supongo que cuando la rabia pase, al final estaré agradecido ya que gracias al error de ella no cometí un error yo.

Cuando el menor terminó con su monólogo se fijó en que Jin tenía el rostro pálido y asumió que era por la pequeña confesión que había hecho sin querer en el medio de sus palabras.

-Ohh Hyung no te asustes, yo de verdad después de eso te comencé a ver cómo un amigo y mi futuro cuñado. Por favor no pienses mal y sobre estar enojado contigo era broma. Estoy agradecido porque me trajiste aquí y aunque no vayamos a ser familia en el futuro, te quiero como a un hermano - Pasó su mano a través de la mesa para posarla sobre la de Jin y dar un pequeño apretón en ésta.

Pero Jin no estaba asustado por su confesión, quizás sorprendido y un poco arrepentido.

El camino a la cabaña fue silencioso, pero está vez era el castaño que tenía la mente ocupada, recordando ese día hace casi tres años, cuando conoció a Namjoon.

Él había comenzado hace poco a trabajar en la empresa de su padre, una editorial publicitaria que tenía a su cargo la emisión de varias revistas de moda y chismes.

Habían contratado un nuevo diseñador gráfico para encargarse de las portadas y Jin al ser nuevo también y estar encargado del área de recursos humanos, olvidó ingresar a Yoongi en la nómina para el depósito del sueldo.

El chico pálido que tenía una apariencia inofensiva, fue a reclamarle bastante enojado y un Jin sumamente nervioso trató de solucionar el problema, pero como el banco demoraría tres días en procesar el pago, invitó por una semana el almuerzo al más bajito, generando una bonita amistad a raíz de un error.

Luego quedaban para beber cervezas algunos viernes después del trabajo y en una de esas salidas conoció a Namjoon.

Al principio no le causó nada, era solo un amigo de su compañero de trabajo. Pero el tono de su voz, el movimiento de sus manos al hablar, la conversación realmente interesante que podía ofrecer abarcando distintos temas, fue llamando su atención. Después comenzó a fijarse en detalles que no debería estar observando, como lo bonitos que eran sus dientes, lo largas que eran sus piernas, los adorables hoyuelos que se formaban en sus mejillas. 

El chico tenía apenas 22 años y ya estaba formando su empresa dedicada a la tecnología y Jin quiso interpretar ese cosquilleo en su estómago como admiración.

Cada vez eran más cercanos, se mensajeaban en todo momento y después incluso salían sin Yoongi.

Unos meses después de conocerlo, Jin empezaba a sospechar que sus sentimientos hacia Namjoon eran un poco más complejos pero ni siquiera alcanzó a procesarlos bien cuando su hermana pequeña lo conoció y quedó flechada. Comenzó a querer salir con ellos y siempre estaba en el medio, después metió a su padre, presentadole a Namjoon para que se hiciera cargo de la seguridad informática de la empresa. Y como Seung siempre fue una niña mimada, el señor Kim comenzó a insistir a Jin para que ayudara a su hermana, según él sería bueno tener a Nam en la familia.

Seokjin amaba a Seung  y se sacrificó por ella, después de todo el moreno no lo veía como algo más que un amigo. Y aunque en un principio es verdad que Namjoon no se mostraba muy interesado en la chica, Jin arregló citas y prácticamente le rogó que le diera una oportunidad.

Quizás las cosas hubieran sido distintas de haber sabido que el menor sentía algo por él, pero ahora era muy tarde, ya había pasado a la categoría de "hermano".

Marry me -NAMJIN Onde histórias criam vida. Descubra agora