XXI

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La corbata estaba demasiado apretada, estaba sudando bajo el traje y ahora no sentía dudas ni inseguridad. Namjoon estaba completamente seguro de que sería miserable y se estaba odiando a sí mismo. Estaba odiando a sus padres que lo miraban en primera fila con una sonrisa ¿Por qué lo habían criado con tal sentido de la responsabilidad? En momentos como éste quería ser un idiota y salir corriendo.

Namjoon se consideraba una buena persona, él reciclaba, cuidaba el agua, respetaba a los mayores, cuidaba a los animales, donaba dinero a diversas fundaciones y siempre usaba un maldito preservativo. Entonces, ¿Por qué le pasaba esto a él? ¿Que tan basura fue en su vida pasada?.

Comenzaron a sonar los primeros acordes de "Perfect" de Ed Sheeran en conjunto con una bonita chica que entraba en el salón envuelta en un vestido blanco. Pero Namjoon no le prestaba atención, sólo estaba pensando en lo malditamente incorrecta que era la canción, porque cuando el cerraba los ojos y pensaba en perfección veía un par de ojos brillantes, cabello castaño, piel blanca y lisa. Veía la sonrisa de Jin y sus mejillas cuando estaban llenas de comida, los pucheros que hacía sin darse cuenta, la forma en que rodaba los ojos cuando era sarcástico.

 Nam sólo tenía un nombre en su cabeza repitiéndose como un mantra, Jin, Jin, Jin. Alzó la mirada buscando los ojos de su chico pero no estaba, no había nadie mirándolo con orgullo mientras alzaba sus pulgares indicándole que todo estaría bien. Y comenzó a ahogarse, no en un modo metafórico, Namjoon de verdad no podía dar una respiración profunda, sentía las miradas de las personas sobre él y el lugar se estaba volviendo ridículamente pequeño, manchas negras aparecieron en la esquina de su visión y sentía que en cualquier momento podría vomitar. Ni siquiera podía contar con todos sus amigos en ese momento, solo estaba Jungkook junto a una chica con la que llevaba saliendo un par de semanas y su buen amigo Hoseok. Taehyung y Jimin habían sido expulsados de la familia al decidir continuar con su relación y Yoongi probablemente se había ido con Seokjin. Eso era solo otra prueba de que no estaba en una celebración, se sentía mas como estar presenciando su funeral en vida. Quizás pueda parecer dramático, el mismo Namjoon hubiese dicho hace un año que sufrir por amor era estúpido, hubiese dado un discurso acerca de cómo todo tenía un final, que siempre te vuelves a enamorar, que el amor era tu cerebro nada más liberando ciertas hormonas en específico. Pero ahora el dolor era real, no lo dejaba dormir ni comer, le apretaba el pecho, le impedía respirar  y solo las personas que han pasado por lo mismo podrían entenderlo.

Seung llegó al lugar sonriendo pero vio a Namjoon temblando, estaba pálido y tenía sudor en la frente. Cerrando fuertemente los ojos tuvo una epifanía de su hermano, un rápido recuerdo de un Jinnie de 8 años robando las galletas de la cocina para que ella dejara de llorar, uno de 12 años leyéndole un cuento antes de dormir, a los 14 golpeando al niño que se atrevió a tirar de sus trenzas, a los 18 acariciando su espalda mientras lloraba por su primera decepción amorosa. Jin quien siempre fue más que un hermano, que siempre estuvo ahí cuando sus padres estaban demasiado ocupados para prestarles atención. Seung había querido engañarse pero ya no podía más, Nam nunca la iba a amar, el chico no era capaz ni de besar su mejilla, su sonrisa no estaba, sus ojos vacíos cada vez que la miraba y ahora lo entendía, había visto a Seokjin llorando en los brazos de Yoongi antes de la boda, comprendió que algo había pasado entre él y Namjoon en Europa y a quien demonios quería engañar, ella sabía que su hermano siempre tuvo sentimientos por Namjoon, lo supo desde el día en que los presentó, pero estaba tan acostumbrada a tener todo lo que quería, incluso si le pertenecía a su hermano, que no le importó. Pero ahora había visto a Jin sufriendo y quizás era el momento de devolverle aunque sea un poco de lo que él había sacrificado por ella.

Con un suspiro posó su mano sobre la de Namjoon para que la mirara y con una sonrisa y lágrimas contenidas en su ojos, asintió con su cabeza para luego hacer un movimiento casi imperceptible hacia la salida. El peligris sonrió, por fin lo hizo, sus ojitos se arrugaron y los hoyitos en sus mejillas se hicieron presentes. Ella podría asegurar que nunca la había mirado así, que irónico que el momento en que lo hiciera era para agradecerle que lo dejara ir.

Namjoon corrió dejando al juez en medio de su discurso. Jungkook y Hoseok se levantaron enseguida. Por supuesto también lo hizo el señor Kim, que lástima que no podría librarse del viejo, como quiera iba a ser su suegro igual.

-¿Que crees que haces? No puedes dejar a mi hija así con un bebé en camino que se convertirá en un bastardo.

Namjoon tragó saliva intimidado por la mirada desaprobatoria que le estaban dando sus propios padres.

-¡Papá basta! Vete Nam, este bebé no es tuyo - Confesó Seung ahí ante la mirada de todos los invitados.

-Pero los papeles, la fecha...

-Mi padre chantajeó al doctor con revelar un caso de negligencia y hacerlo perder su licencia si no lo ayudaba.

La chica que acompañaba a Jungkook tuvo que sostener fuerte su brazo para evitar que este se fuera encima del señor Kim. 

-Pero él sabía que yo haría un examen de ADN cuando naciera el niño, al final igual me hubiese enterado.

-Eres demasiado estúpido, probablemente te hubieses encariñado con el mocoso y tu sentido de la responsabilidad no te hubiese permitido abandonar a mi hija y si lo hacías que más daba, ya hubieran estado casados, la mitad de tu empresa y  de tus bienes serían de ella.

El señor Kim de pronto cayó al suelo debido al impacto de un golpe, un golpe que no fue dado por Jungkook, si no por el padre de Namjoon, el mismo hombre que practicaba el poner la otra mejilla, quien aseguraba que todo podía ser resuelto con palabras.

-Gracias papá. Jungkook rompe cualquier contrato que tengamos con esta familia y de paso termina el acuerdo de confidencialidad.

-A la orden jefe - Jungkook hizo un saludo militar sonriendo. Estaba casi tan feliz como Namjoon. Odiaba a ese viejo, incluso desde mucho antes, siempre era exigente y tan arrogante. 

Hoseok levantó las llaves de su auto haciéndolas sonar frente a Namjoon.

-¿A dónde jefe?

-Tú sabes dónde. A buscar a mi chico.

Marry me -NAMJIN Where stories live. Discover now