XXIII

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El sol brillaba sobre sus cabezas haciendo relucir las argollas de oro blanco que adornaban sus manos, precisamente su dedo anular.

Estaban recostados en tumbonas blancas frente a una piscina mientras bebían daiquiris de frambuesa. Sus rostros relajados, sus sonrisas sinceras y sus corazones en sintonía.

Todo había ocurrido tan rápido que casi no se dieron cuenta como habían llegado a ese momento. Pero lo estaban disfrutando en grande.

Cuando Namjoon se despertó al día siguiente de su casi boda, miró al castaño quien aún durmiendo tenía una expresión triste. Debía entenderlo, él era quien perdía más, sería juzgado y odiado por su familia cuando se enterarán de que estaban saliendo.

Por supuesto Jin estaba sufriendo al haber elegido su felicidad por sobre su familia y Namjoon recordó como el mayor había sido su contención y consuelo cuando lo llevó fuera de la ciudad al encontrar a Seung-Wan con Joo Heon. Ahora quería hacer lo mismo por su chico por lo que no demoró mucho en tener una idea y revisando rápidamente algunas cosas en su celular, se levantó sin hacer ruido y salió antes de que Jin despertara.

El primer paso era llamar a Jungkook para avisarle que se ausentaría tres o cuatro días y que él quedaba a cargo. El menor no tuvo problema, menos después de que se le prometieran vacaciones para él también, apenas Namjoon volviera, lo merecía.

En segundo lugar reservó un hotel y compró boletos de avión, usando su teléfono mientras iba en el taxi al centro de la ciudad a comprar algunas cosas.

Luego fue a su departamento y cogió su pasaporte a la vez que metía un poco de ropa en una pequeña maleta y aprovechó de tomar todos los documentos que averiguó le iban a pedir.

Por último pasó a comprar algo dulce para el castaño, que sabía lo pondría de mejor humor y se dirigió al departamento con una expresión de esperanza en el rostro.

No sabía cómo sentirse al ver a Seung en el departamento de su novio, porque aunque la chica fue la que le dio el impulso para irse de la boda y también confesó en frente de todos la verdad. Namjoon no podía olvidar que lo manipuló y lo engañó por 2 años. Además todo el sufrimiento de Jin podría haberse evitado si ella en primer lugar no hubiese mentido. Así que no la odiaba pero tampoco le interesaba llevar una relación cercana ni amigable con ella.

Para su sorpresa el mayor lo recibió como su pareja y despidió a su hermana de manera fría.

Después de contarle a Namjoon como lo habían hecho sentir culpable y ver la mirada ausente en el rostro de Jin, tratando de mantenerse fuerte, el peligris supo que había tomado la decisión correcta. Sabía que para Jin el tema de su familia y la falta de interés hacia él, siempre había sido una espinita en su corazón. Le costaba entender como un ser tan bueno y comprensivo había salido de una familia que solo velaba por su interés propio y beneficio. Definitivamente Seokjin merecía más.

-Cariño, espérame aquí ¿Si? Te tengo una sorpresa.

Jin sólo asintió intrigado y lo esperó obedientemente sentado en el sofá. Hasta que media hora después el menor apareció en la sala con la misma maleta que había llegado hace una hora y otra que le pertenecía a Jin.

-¿Te llevas tus cosas? - Preguntó el mayor en voz bajita.

-No, claro que no. Nosotros vamos a hacer un pequeño viaje.

-¿A dónde?

-Es una sorpresa Jin, por favor deja de ser tan preguntón y coopera. Vamos -Al final sonrió sin separar sus labios, pero si dejando ver sus adorables hoyuelos. Sabía que era la debilidad para su novio.

Marry me -NAMJIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora