Namjoon está a punto de tomar una de las decisiones más importantes de su vida. Lamentablemente el mismo día de su boda encuentra a su prometida engañandolo.
Seokjin no soporta ver a su cuñado sufriendo a causa de su hermana, sin pensarlo dos veces...
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Jin podía sentir su corazón golpeando en su pecho. Corrió perdiendose entre varias personas hasta que llegó a un punto sin salida. Tenía a su derecha un callejón oscuro y a la izquierda sólo agua que no se veía muy limpia ni que oliera muy bien.
Venecia era una ciudad hermosa con sus canales, pero el agua no era precisamente pura y cristalina. Tomó rápidamente una decisión cuando vió que lo alcanzarían y se adentró en el callejón. Controló su respiración tratando de camuflarse lo más posible contra el muro.
Se comenzó a relajar al ver que pasaban los minutos y nadie venía por él. Estaba a punto de salir de su escondite cuando un cuerpo más grande que el de él lo atrapó y con una mano le sujetó las suyas en la espalda mientras con la otra le cubría la boca.
-Te atrapé. Ahora vas a guardar silencio y me acompañaras - Le susurró esa voz grave en su oído.
Pasando por pequeñas calles con el tipo sujetándolo por las muñecas que tenía aún unidas en su espalda, llegaron a un edifico.
Lo llevó hasta una habitación dónde de forma brusca lo estampó con la cara contra la pared.
-Perdon ¿Te hice daño?
-Cielos Nam, no te salgas del personaje. Estoy bien. Muy bien.
El peligris simplemente asintió y con su pie separó un poco las piernas de Jin.
-Levanta los brazos.
El castaño hizo caso y ahora estaba contra la pared con la manos arriba y las piernas separadas, dándole la espalda al chico con traje de policía. Quien comenzó a revisarlo a consciencia, palpando sus bolsillos, pasando las manos por su costado y bajando por las piernas, donde se demoró un poco más.
-Yo-yo no tengo nada - habló con un hilo de voz.
-No te creo - sin ser muy suave llevó su mano hasta la entrepierna dónde apretó un poco - ¿Y esto qué es? ¿Tienes algo escondido ahí o acaso estás duro?
-Yo lo siento, señor.
-Tendre que revisar.
Sin cuidado, Namjoon desabrochó los pantalones del mayor e introdujo su mano bajo la ropa interior, tocando y sacándole un grito ahogado al castaño.
-¿Acaso esto te excita? ¿Cuál es tu nombre, niño bonito?
-Seokjin - murmuró el castaño.
-¡Habla claro! - asustó al mayor cuando golpeó la pared cerca de su rostro.
-SEOKJIN señor, me llamo Seokjin.
-Ok Seokjin, has sido malo ¿Lo sabes, no? - el mayor negó sutilmente
-Si lo sabes, pero no te preocupes. Podría aceptar un soborno.
