IX

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El tren desde París apenas tardaría 2 horas y media en llegar a Londres

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El tren desde París apenas tardaría 2 horas y media en llegar a Londres. Aún así Namjoon se durmió con la cabeza apoyada en el hombro del mayor.

Jin iba escuchando música mientras observaba por la ventana y sentía la suave respiración del menor en su cuello. Él no quería ser paranoico, pero podría jurar que su compañero de aventuras estaba raro, cada vez que se acercaba o lo tocaba, Namjoon se quedaba muy quieto con una expresión casi asustada. Segundos después se relajaba, pero siempre estaba esa primera reacción.

No obstante decidió no dedicarle más pensamientos a la actitud de Namjoon, intentó despertarlo. Lo movió suavemente, pero solo consiguió que el peligris le pasara un brazo por la cintura.

–Namjoon-ah despierta, ya vamos a llegar– Nop, no funcionó, por lo que intentó mover el brazo que mantenía envuelto en su cuerpo, pero no sé soltaba– Pesas como un oso, vamos, aléjate.

–Si y abrazo como uno también– Namjoon apretó aún más la cintura de Jin, para luego soltarlo, mientras reía de esa forma que le encantaba al mayor.

Cuando llegaron al hotel, era un poco distinto a los anteriores. El diseño era elegante y más conservador con decoraciones en tonos dorados y muebles de madera oscura.

Luego de dejar las maletas, salieron a recorrer la ciudad, Seokjin usaba una camiseta manga larga de color blanca y unos jeans azul claro rasgados, también llevababa lentes ópticos redondos y su flequillo cayendo en la frente. Namjoon no pudo evitar pensar en lo adorable que se veía el mayor.

–Mira Jinnie, este es el palacio de Westminster, tú deberías vivir en un lugar así, con esa apariencia de príncipe que cargas– Habló Namjoon cuando pasaban frente a un gran edificio de estilo gótico victoriano.

El castaño simplemente negó con su cabeza mientras sentía sus orejas arder.

Cuando estaban en la abadía de Westminster, Jin sintió despertar otra vez el sentimiento que siempre tenía escondido, recordó eso que tanto le gustaba de su amigo, cuando lo veía hablar con pasión sobre la arquitectura del lugar, explicándole con pasciencia las personalidades que se encontraban en el mausoleo como por ejemplo Williams Shakespeare y Charles Dickens. Le gustaba escucharlo hablar con los nativos en un inglés fluido.
Si buscaba una palabra para asociar con Namjoon, él sin duda eligiria "seguridad" porque no había persona en el mundo con quién se sintiera más protegido y confiado.

En la tarde aprovecharon de probar el té inglés acompañado de algunas galletas y dulces.

Y de vuelta al hotel ellos se detuvieron en un parque, donde habían muchas ardillas, que el menor aprovechó de comparar con Jin por como llenaban sus mejillas de comida.



[***]



Jin estaba en la ducha, ojos cerrados, boca entreabierta, suaves gemidos. Por lo que Namjoon no dudó en entrar con él y besar su espalda, ascender a su hombro y entretenerse lamiendo su cuello. Suavemente envolvió una mano en su cintura y lentamente el escenario fue cambiando mientras parpadeaba quitándose el sueño y observando la luz del sol que entraba por entre medio de las cortinas blancas.

El peligris llevaba días sin sacarse  de la cabeza esa escena que vió en París.  Y no deberían haber problemas mientras se mantuvieran ahí, en su mente o en este caso sus sueños.

El problema es que se despertó abrazando fuertemente a Jin por la espalda, con una erección pegada al trasero del mayor y podría jurar que también se estaba moviendo de manera suave contra él.

Tan despacio como le fue posible, trató de apartarse sin despertar al otro chico.  Estaba soltando su cintura, cuando unas manos en su muñeca lo detuvieron, anclandolo al lugar.

Se quedó paralizado unos segundos sin saber que hacer, él podía seguir abrazándolo pero ¿que debía hacer con su erección?. No necesitó hacer la decisión por él mismo, ya que el castaño se movió tan sutilmente contra él, que incluso podría pensar que fue un movimiento involuntario, salvo que lo hizo dos veces.

Y así Namjoon inseguro se pegó a él, también moviéndose de forma sutil. Un pequeño vaivén cada cierto tiempo, que fue haciéndose cada vez más rítmico. En un acto de valentía acarició la entrepierna de Jin por encima del pantalón de pijama sin obtener objeciones. La respiración de ambos fue haciéndose más pesada a medida que las embestidas eran más fuertes y precisas, podía sentir la humedad en su ropa interior, se iba a correr en su ropa como un maldito adolescente.

Fue inevitable cuando el mayor soltó un pequeño gemido, casi imperceptible, Namjoon ya estaba caliente por el sueño y ese fue el detonante que necesitó para dejarse ir. Movió un poco más su mano sobre Jin para que éste encontrará también la liberación y se detuvo cuando sintió la humedad a través del pijama. 

No quería salir huyendo, no podía permitir que las cosas se volvieran raras entre ellos, así que después de dejar un suave beso en la nuca del castaño, le susurró en el oído que iría a ducharse. Con su voz grave y algo rasposa de recién levantado.

Al menos tenían a su favor que el día por delante sería muy emocionante, uno de los destinos más esperados en su viaje. Lo que les permitiría distraerse. Porque aunque ellos se abrazaban, tomaban las manos e incluso a veces se daban besos en la mejilla o en la frente, lo que habían hecho no podían considerarlo algo de amigos ni parte del "bromance". O sea los amigos no follaban con ropa ¿O si?




[***]



–¡Eeew! Que asco– Jin hizo una mueca que en cualquier otra persona se hubiese visto fea.

–A ver, dejame probar– el mas alto tomó un sorbo de la bebida en sus manos con un poco de miedo para despues saborear lentamente– Es mala, pero tampoco tanto, exagerado.

–Ya sé, pero en la pelicula la hacen ver deliciosa.

–¿Que esperabas de algo llamado cerveza de mantequilla?

Jin hizo un puchero algo infantil, consiguiendo que Namjoon entrara de nuevo en la tienda a comprar una rana de chocolate.

Estaban en los estudios Warner, para ser mas precisos en la exhibicion de Harry Potter, donde ambos chicos corrian emocionados de un lado a otro, dando saltitos y pequeños gritos cada vez que encontraban algo nuevo.

–Aquí Jonnie, sacame una foto entrando en la cámara de los secretos, no, espera, quiero una juntos– Jin se ubicó delante del menor, quien lo abrazó por la cintura y apoyó la cabeza en su hombro, giró la cámara en un ángulo que pudiera verse atrás la puerta redonda con las serpientes esculpidas, tomó una foto en esa posición y una segunda donde Namjoon le besaba la mejilla, mientras Jin enfrentaba la cámara con los ojos cerrados y una sonrisa.

Recorrieron cada lugar con la misma expresión de felicidad, como si fueran niños despertando la mañana de navidad para ver el árbol repleto de regalos.

LLevaban una bolsa llena de recuerdos como bufandas de Gryffindor a juego, una varita de sauco, grajeas de todos los sabores, las que por su puesto eran para sus amigos. Tambien Jin le compró a Namjoon un ajedrez "mágico" después de hacer un mini berrinche porqué el peligris no lo dejaba pagar por nada.





El último día en Londres fue más tranquilo, simplemente paseando por la ciudad, imitando la icónica foto de los Beatles, conociendo barrios llenos de historia y finalizando en el "London Eye" dónde las luces iluminando la ciudad en la noche, le daba a todo un toque más romántico, casi mágico.
Se despidieron de la ciudad con un poco de nostalgia, esperando volver en algún momento en el futuro, ojalá con la misma persona.

Marry me -NAMJIN Where stories live. Discover now