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Zayn se fue a trabajar a primera hora de la mañana siguiente con la esperanza de encontrar una forma de recuperar la confianza de Constantine. Sin embargo, el magnate no le devolvía las llamadas y ya se estaba quedando sin opciones. Desesperado, tomó una carpeta de su escritorio, la abrió y encontró unos documentos que esperaba desde antes de su marcha a Nueva York.

Bien.

Los revisó un momento y entonces frunció el ceño. No podía recordar casi nada de lo que acababa de leer. Volvió a leerlo una vez más, pero no se quedó con nada. Cerró la carpeta y la apartó de su lado. Se recostó en el respaldo de la silla y se volvió hacia la ventana para contemplar las magníficas vistas del volcán.

¿Qué estaba haciendo Niall ese día?

Lo había dejado acurrucado en la cama, envuelto en el aroma de una noche apasionada.

¿Acaso había desayunado tarde y se había ido a nadar? ¿O acaso había decidido ir a dar un paseo por las calles de Fira?

Niall no hablaba griego. Las zonas turísticas de Santorini eran seguras, pero...

—¿A dónde vas?

—Volveré... —le dijo a Petra al pasar por su lado—. Más tarde.

***

Una hora más tarde ya estaba de vuelta, pero no de muy buen humor.

Niall ya se había marchado y Constantine seguía sin devolverle la llamada, y para colmo, los papeles no tenían ningún sentido para él en esos momentos.

Abrió otra carpeta, firmó algunos documentos, echó otros mas en la bandeja de salida y se esforzó por seguir revisando papeles. Sin embargo, su mente y su corazón estaban en otra parte.

Echó atrás la silla y se dio por vencido.

¿Dónde estaba Niall?

Le había dicho al personal de la casa que le avisaran en cuanto llegara, pero aún no lo habían llamado, y sus empleados nunca olvidaban una orden.

O quizá sí... A las cuatro de la tarde decidió que ya había esperado bastante.

¿Cuánto tiempo necesitaba para ir de compras? Fira no era una ciudad grande.

Agarro sus cosas de nuevo y regreso a casa en busca de respuestas. Lo encontró en la suite, preparándose para darse una ducha, envuelto en una bata.

Zayn miró a su alrededor con ojos de sospecha y se dio cuenta de que Niall se traía algo entre manos.

En la habitación no había ni una sola bolsa de compras.

—¿Dónde demonios estabas?

Niall se dio la vuelta, sonrojado.

Lover for Money | ZiallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora