9. La llamada.

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Capítulo Nueve

La llamada.

Mia Hobbs.

Me encuentro acostada en mi cama intentado conciliar el sueño han pasado tres días desde que pelee con Alex no lo he vuelto a ver desde entonces, no es como si fueran pasado semanas aunque para ser sincera parece una eternidad.

Es que él es tan ¿Extraño? Ok eso no como una pregunta debes de afirmarlo... es que para ser sincera no lo entiendo aveces es tan lindo, amable, dedicado y aveces sólo lo estropea con su actitud de mierda.

- Mi vida es tan complicada, - hablo soltando una bocanada de aire acostándome boca abajo sobre mi cama abrazando fuerte a una de las almohada.

No me agrada para nada la idea de estar sola en mi casa pues mi padres se la pasan de viajes y siempre me dejan a cargo de Thomás el hermano de Amber pero, no es el momento de estar en su casa.

Seria súper incómodo ver a Thomás o a Alex de frente. Me decepcionó un poco el echo que no fuera como yo pensé que era, él es muy diferente tiene una personalidad arrogante piensa que por tener dinero todo el mundo debe estar a sus pies y no es así, por más rico que sea no debe ser así.

Tal vez sea yo la anticuada al pensar de esa manera pues a mi me criaron de una manera diferente, a la antigua por decirlo así.

Rendida agarro la computadora colocándola delante de mí, mis padres me avisaron que me van a llamar por skype y sin mentirles llevó horas intentado saber lo que les voy a decir.

- Eh... ¿les he contado que me bese con un extraño? - hablo sola, - ¿No?, Oh, ¿Que como empezó?, pues veras la historia tiene su gracia pero, no solamente empezó porque acepte ir con un extraño en su auto y casi nos iban matando, - Suelto un suspiro pesado, - ¡Mierda!

¿Cómo le explicas que están empezando a sentir cosas por un persona que solo has visto tres veces?, no puedes así que los engañas. No es de mi agrado mentirles aunque aveces lo hago pero con cosas sin importancia pero esto, esto es diferente esto es algo importante.

Para ellos mi primer beso tenía que ser mágico y lo fue pero, fue con un extraño él cuál me gusta pero ellos no entenderán esto.

La pantalla alumbra indicando la llamada entrante titubeó pero igual contesto de inmediato dejando ver el rostro de mis padres con una enorme sonrisa y trato de fingir una.

- ¡Holaa! ¿Como esta todo por allá?, - preguntó poniéndome cómoda.

Mi padre sonríe - Muy bien hija, ¿Y por allá?

- Bien... no, bueno sí.

- Parece que llevamos años sin hablar así que contásemos todo, - Mi madre sonríe y me tenso.

- Haré galletas para merendar, - Sonrió, - Y me las comeré todas.

Mi madre niega con la cabeza, - No, no es más fácil hacer un pastel.

- Pues, ya he comprado los ingrediente para hacerlos y... tu no estas aquí.

- oh, esta bien has galletas seguro te quedaran monisimas, - Sonríe al igual que mi padre. - ¡Te extrañamos mucho!

- Y yo a ustedes, - me hace falta un súper abrazo de mamá, - ¿Cuando regresan?, - pregunto entusiasmada de que sea la próxima semana.

Mi madre se pone nerviosa de una manera que no la había visto antes, - Pues... el viaje esta un poco complicado y... - Se rasca la nuca, - Pablo dile tú.

Mi padre rueda los ojos, - Cariño, tú mamá y yo no nos vamos todavía tenés que quedarte más tiempo con los jhonson, - Mi cara debe ser épica.

Y allí es donde todas mis esperanzas se van por el maldito caño, ¿Mas tiempo con Amber? Oh, no Alex va a la casa de Thomás esto no puede ser cierto. ¿Por que a mí? ¿¡Por qué!?. Supongo que la vida me odia.

- ¿Y no has visto Thomás?, - mi madre pregunta cambiando el tema rápidamente.

Me coloco un poco nerviosa, - ¡No!, ¿Porque tendría que verlo?

Sonrió inquieta, - Dah, Porque estas en su casa.

Mi madre me mira con los ojos entrecerrados, - No, no, sabes qué, me han entrado las ganas de empezar a hacer las galletas, los amo, hablamos luego, byee, - Cuelgo sin darle tiempo de nada.

Esto no puede seguir mis padres en cualquier momento pueden espesar a sospechar y no sirvo para mentir, ¡Asf! Porque tengo que ser tan justa no puedo mentir ¡No sirvo para mentir! Me doy por vencida.

- ¡Todo esto es culpa vuestra!, - Grito molesta, - ¡Las odio hormonas que habitan en mi cuerpo!

Me tiro boca arriba en la cama intentando descansar, definitivamente este no es mi día. Me acuesto dejando que la pereza me consuma, bloqueo cualquier preocupación y mis párpados pesan dormiré solo cinco minutos.

Tú eres mía, princesa© (Libro I)Where stories live. Discover now