Tú eres mía, princesa© (Libro I)

26. Charla de chicas.

Capítulo Veintiséis.

Charla de Chica.

Mia Hobbs.

Me encuentro sentada en una mesa de un café con una torta frente a mi junto a las chicas, no se si lo habré dicho antes. Pero Olivia también se volvió muy cercana a Katy y Amber, supongo que tenemos cosas en común pero a Olivia no le cae del todo bien Amber, dice que hay algo en ella que no le gusta.
Yo solo digo que hay que dejar el pasado atrás, pero como hacerlo si cada vez me encuentro con más misterios.

— Ajam, — dice Katy soplando su café, — ¿Qué hablaremos el día de hoy?

Amber ríe, — Tal vez de tu escapada con Thomás, bitch, ¿Qué decís al respecto?.

— Oye, eso es interesante, — Olivia la apoya comiendo de las galletas.

Ellas siguen hablando y echándole broma a Katy, yo solo estoy hundida en mis pensamientos, que vergüenza. ¿Qué pensaran? Bueno, tendré que dejar eso a la expectativa y hacer la preguntas de una sola vez, león a lo que te ruge.

Yo creó que no es así pero bueno.

— ¡Del sexo!… hablemos de… sexo.

Grito tapando mi boca avergonzada y las chicas paran de hablar de inmediato volteandome a mirar, sus ojos curiosos me escanean y Amber sonríe ampliamente, muerdo mi labio inferior aún con mis mejillas rojas. Katy entrecierra los ojos y se agarra de las manos con Amber haciéndole una seña súper rápido que no logro entender; Olivia, ay ella, ella esta igual que yo, se me olvidaba que somos las vírgenes aquí.

— Chica traviesa, ¿Qué quieres saber? — Amber pregunta acariciando mi mano.

Olivia se atraganta con la galleta y tose como loca, — ya-ya va, ¿Estas pensando en… tu sabes?

— ¡omg! ¿Con Alex cierto?.

Amber asiente — obvio que con Alex.

— ¡Callense! — grito sonrojada y ellas solo ríen. — Ahora si, solo quisiese saber sobre el tema… no es porque lo este pensando — susurro lo último recogiendo mi cabello en una cola alta.

— Bien, bien, ¿Qué quieres saber? ¿Qué te llama la atención? — Katy pregunta sonriendo.

Me escojo de hombros, — ese es el problema, no se que preguntar.

— Tranquila, verás, lo básico, tu primera vez tiene que ser inolvidable, lindo, y sobre todo un recuerdo único… — me le quedo mirando fijamente, — no hay que apresurarse ni hostigar el momento, eso pasa cuando tiene que pasar ¿Ok?.

Asiento un poco relajada comiendo un poco de la torta, — ehm... ¿Cómo fue tu primera vez, Katy?

Pregunta Olivia llamando la atención de las chicas. Katy sonríe ampliamente y Amber ríe ilusa, Todos aquí sabemos que la primera vez de Katy fue con su primo y fue porque su mamá salió. No creo que le cuente pero se que al menos la pasó bien con Thomas, ella merece eso y más.
Aveces también hay que dejarse llevar por la vida, es una y hay que disfrutarla al máximo.

Wow, entonces pon eso en práctica.

¿Quién te llamo, conciencia?.

— Es una historia muy larga, ¿Qué tal si hacemos la pijamada y la cuento? — ellas asienten feliz, Katy mueve su pies inquieta.

Levanto la mano llamado la atención, — ¿Duele? — bajo la mirada un poco avergonzada.

Amber me mira tomando un poco de su café, — Sí... no mucho, Mia, tranquila solo un poco y cuando entra después no, solo sientes placer.

Muerdo mi labio para después hablar, — y... ¿Es grande? — me miran entrecerrando los ojos en confusión, hago un movimiento con mis manos para explicarlo, — ¿Que si es grande... ya sabes?

— Ah, ya— Ellas ríen fuerte a carcajadas mientras Olivia y yo nos miramos las caras.

— tonta.

Olivia me mira negando — Dicen que es grande y que si te masturbas usando tres dedos automáticamente no eres virgen ya. — se escoge de hombros comiendo torta.

— ¿Cómo sabes eso? — Katy pregunta sorprendida, — Eres virgen.

Olivia asiente victoriosa, — Se llama 'Curiosidad sexual', querida.

— Wow, me arrodillado ante ti, —habla en manera dramática, — cuando era virgen y lo perdí el puto chico acabo en mi boca.

— ¡Ay, noooo!

— ¡No calla!

Gritamos Olivia y yo de inmediato y vemos cómo Amber solo ríe, cuando volteo nos están mirando, pasar pena con ellas es mi pasión.

— ¡Osea, no chico! ¡En mi bocaaa y eso sabía amargo y baboso...!

Olivia hace una mueca asqueada igual a la mía, — ¡Que asco!