Aullidos a la luna

Más Lobos

Harry salió de la sala de juicios, acababa de hablar a favor de su enemigo jurado, quien al final no resultó tan malo cómo creía. Narcissa mintió por él, incluso el mismo Draco mintió por él. Le ofreció venir con ellos para escapar pero el chico se quedó, no podía culparlo, era dejar a su madre y a su padre atrás, solos, a como iba esa cosa de ser lobos, ningúno se queda atrás. Crouch se había salvado de Azkaban cuando toda la orden lo defendío, mientras Rabastan Lestrange la libro por Neville, que era respetado por degollar a Nagini. Rabastan no podría salir del país por algúnos años, mientras que Crouch tendría que cumplir una condena de 6 meses en Azkaban…o esa era la intención antes de que Crouch comenzará a despotricar contra su padre diciendo que no aceptaría de nuevo un mierdero castigo por algo que no había hecho y no merecía, que la primera vez y la segunda la había aceptado, pero una tercera, que no jodieran (palabras de Barty). De manera que Barty sólo tuvo que pagar unas multas, de muy bajas cantidades. Sip, gritarle a tu padre por castigarte sin razón fue la forma de Barty de zafarse de Azkaban.

Se cubrió el brazo por instinto, ahí reposaba una mordida. Una de la que nadie estaba al tanto y sabía que no podría controlar, pero nadie jamás se enteraría, las únicas personas que podrían darse cuenta no se acercaban.

-Potter.

Mierda.

Harry se dio vuelta y encaró a Malfoy, Draco se acercó a él rápidamente, quedando los dos frente a frente.

-Nunca creí hacer esto- mascullo por lo bajó- mira, no te molestare, sólo vine a darte la gracias, ya sabes, por...hablar en nuestra defensa.

Harry se puso nervioso al instante, ese era un hombre lobo desde nacimiento, Remus había dicho que tenía tanta práctica en el olfato y oído que los podía distinguir mientras hablaba, aunque de olfato quien sobresalía era el Señor Malfoy, pues estár tanto años alerta de su alrededor fue suficiente practica para estar siempre con la nariz atenta. Draco no se quedaba atrás, al ser de nacimiento su condición, estaba perfectamente acostumbrado a usar sus sentidos casi sin querer, aveces no dándose cuenta, no tenía que tocarlo, pues si lo tocaba, dejaría su aroma en el y Malfoy mayor se daría cuenta.

Draco aprovecho que el juicio había terminado, determinandolos como inocentes, y que su padre estaba obligado (por Lupin) a tomar un respiro de tantas personas en las cafetería para buscar a Potter, estaba intentando disculparse y agradecer cuando el aroma de nervios y ansiedad le llegaron, eran de Potter, agh, ni que lo fuera a morder. Pero con esos dos, también le llegó un extraño olor le llegó a la nariz, trató de disiparlo con la mano pero era inútil, ¿que era ese olor? Lo conocía, era débil, pero provenía de Potter también, ¿cómo? ¿De dónde conocía ese aroma? ¿Por qué lo hacía reaccionar a un punto de alertarlo? No era una amenaza, era una.. ¿Advertencia? Tenía que acercarse más, lo tenía en la punta de la lengua.

-Se que nos llevamos mal- dijo Draco dando un paso adelante, quedando más cerca de Potter- por eso quería agradecerte personalmente que....me ayudaras cuando...yo..-los ojos de Draco se volvieron azules un segundo y miro directamente a los de Potter.

-Malfoy, ¿¡que te- quizo saber cuándo Draco se acercó demasiado quitado de la pena y olio el aire a su alrededor.

-¡Te mordieron! -afirmó, haciendo a Harry palidecer.

-¿De qué estas-? -intentar hacerse el tonto funcionó igual que reparar una tubería con un pepino, o sea: nada.

Draco tomó el brazo de Harry y quito la manga, dejando ver una mordida, una mordida profunda, acercó la nariz un poco y olio, sip, era el aroma de un recién mordido, había detectado exactamente el mismo aroma cuando mordió a Rabastan, era difícil de explicarle, parecido a un aroma pesado, que se detecta cómo depredador en cuanto lo hueles, pero sin especificar qué, sólo.....depredador.

-Lupin tienen que saber- dictamino mientras tomaba camino con la muñeca de Potter sujetada.

-¡No!¡No tiene que saberlo! -repuso Harry plantandose en el suelo, impidiendo que Malfoy avanzará más.

-¡Tiene que! ¡Eres un recién mordido sólo! -razonó Draco.

-¿¡Que hay de Lestrange!? ¡Ya me entere!

-¡Lestrange es suficientemente inteligente como para aceptar la ayuda de un lobo experimentado para aprender a controlarse! ¡Quieras o no, tu mismo instinto te jalara hacia nosotros!

Harry soltó su brazo de un jalón, llamando la atención de Malfoy, que vio al Salvador del mundo mágico resoplar con afilados colmillos.

-¡Jamás!

Claro que si, la ira inicial, el poder licano apenas se estaba adaptando a su portador, cualquier pequeño escarmiento y explotan cómo si se les hubiera lanzado un Avada.

Gruñó en advertencia, estaban en un lugar público y de los dos, Draco tenía más control, eso ponía en riesgo a ambos, ya que si el se transformaba, por mero instinto Potter también se transformaría y probablemente causaría un accidente. Nada era más peligroso que un lobo recién mordido suelto. Si estuvieran en un bosque, tal vez podría enseñarle a controlarse, pero no a la mitad del ministerio, ya debería estar mareado por la ola de aromas y miles de sonidos chirriantes.

Potter quizo gruñir de regreso, pero Draco no se lo permitió antes de mostrar el sus ojos y dientes, llevaba mas tiempo y experiencia, hasta una mente reducida a la de un animal retrocederia al darse cuenta que no hay chances de ganar. Y eso también se aplicó en Potter cuando sus ojos perdieron brillo y sus dientes filo al tiempo que daba un paso atrás.

-¿Draco?- llamó Lucius apareciendo en el pasillo al igual que Lupin, alertado por el gruñido de advertencia ¿a quien le estaba pidiendo que retrocediera y se calmara?

Harry se paralizó, mierda.

-Tenemos un problema- se limitó a decir Draco, Lucius miró a su hijo y luego a Potter, pero apenas avanzó un poco al aroma lo golpea en la nariz, sobre saltandose.

-¿Donde te mordió? - preguntó sin rodeos.

Remus palidecio y paseo la vista entre Malfoy y Harry, ¿que? ¿Que habían hecho....que?

Con algo de vergüenza, Harry remango su camisa y mostró la mordida, Remus aspiro el aire, no había sido ningúno de los albinos, había sido Greyback, ¿¡que ese lobo mordía todo lo que se movia?!

-Cachorro, esto es grave- hablo Remus acercándose a Harry, tomandolo de los hombros.

-Lo sé, pero los lobos ya no son repudiados cómo antes, y las pociones han avanzando, tal vez pueda-

-No es una enfermedad Harry- dijo Remus- no puedes quitarla, esto no tienen cura- explicó con sencillez, cómo si el no hubiera querido buscar la cura, su padre había invertido todo lo que tenían en eso, pero no, no sirvió de nada.

Mientras los Malfoy estaban confundidos ¿por qué encontrar la cura cuando era un don maravilloso? Te daba fuerza, velocidad y resistencia, era tan difícil morir siendo un lobo, no es cómo si todo el mundo pudiera cargar una bala de plata en el bolsillo todo el tiempo, y tampoco es que sepan que es un arma. La mordída era un regaló, si, tal vez en luna llena llegaba a ser doloroso pero sólo las primeras, además, sólo eran insoportables si rechazabas al lobo, y eso Lupin lo había aprendido estando con ellos. Lobo y humanos son el mismo si les das un objetivo.

Ahora Severus los iba a matar llevando dos nuevos lobos a los que había que entrenar y preparar mata lobos. Lucius querrá mucho a Lupin, al igual que Draco, pero dejarían que el ojimiel le dijera las noticias, mientras ellos esperaban fuera de la habitación…a dos metros.

Sí, eran nuevos, ya no eran sólo 3 lobos, 1 perro, 1 serval y 1 puma nebuloso.

Esto se iba a poner interesante.